Política
La suba de precios casi triplicó a la del dólar 

La suba de precios casi triplicó a la del dólar 
15/10/2021 |

Desde el mes de marzo, cuando la cotización del dólar mayorista empezó a correr bien por detrás de la inflación, el atraso acumula un 15%

 

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Por Claudio Zlotnik
ECONOMÍA

Con los datos a la vista, ahora se entiende el motivo del repentino despido de Paula Español de la Secretaría de Comercio. Martín Guzmán ya había alertado que "la tendencia a la baja no es lineal, esperábamos algún vaivén", pero el número del 3,5% de inflación de septiembre sorprendió al equipo económico.

La llegada de Roberto Feletti a la estratégica Secretaría promete un relanzamiento del desgastado vínculo entre el Gobierno y las empresas fabricantes de alimentos. Pero nadie desconoce que la complejidad inflacionaria excede cualquier medida puntual, como la que acaba de anunciarse, con el congelamiento de poco más de un millar de productos de la canasta básica por 90 días.

Al contrario, el gran desafío para el flamante funcionario pero sobre todo para Guzmán es encontrarle una solución de largo plazo para el resto de los alimentos. Unos 90.000 productos que llegan a las góndolas de los supermercados, sobre los que hasta la eyección de Español regían controles que la realidad ya había desbordado.

De hecho, la propia Español se vio obligada a dar de baja el programa "Precios Máximos" cuando la presión inflacionaria se hizo incontenible y no quedó otra alternativa que pactar con las compañías otro sendero de precios.

La llegada de Roberto Feletti a la estratégica Secretaría promete un relanzamiento del vínculo con las empresas

La aceleración inflacionaria podría extenderse a este mes, según lo anticipó el propio Feletti en declaraciones radiales. "Lo que observé de octubre en lo que va del mes tampoco me parece muy agradable", dijo el funcionario. Por ese motivo les pidió a las empresas que retrotraigan los precios a inicios de mes. Pero, de vuelta, ahí no está la puerta de salida porque siempre se habla de la suerte de una canasta ínfima, de 1.247 productos.

La cuestión debe analizarse como una compleja dinámica de la economía y, obviamente también, como un verdadero problema político y social.

Para el Gobierno, este dato puede darle respuestas a lo sucedido en las PASO, con bolsillos más flacos los votantes eligieron otras alternativas.

El tema es hacia adelante. Y hacia allí no se ven demasiadas respuestas, más que el pedido de Feletti a las fabricantes de alimentos."Queremos permitir que la gente tenga unas Fiestas felices", argumentó el funcionario.

Otra vez: el mal dato de inflación se encuadra en una realidad cada vez más difícil, y a la que el Gobierno no le encuentra la vuelta.

Porque no es solamente la inflación en los alimentos -quizás el más grave desde el costado social- sino que se inserta en una dinámica donde el Banco Central quedó debilitado por las reservas menguantes y medidas para intentar un enfriamiento de la tensión cambiaria.

La falta de divisas se relaciona directamente con la presión sobre los precios. Las empresas que no pueden ingresar insumos o productos al país terminan por cobrar más caro lo que consiguen y mandan a la calle.

O entran por los canales "alternativos", donde el tipo de cambio vale entre 80% y 90% más.

La inflación no baja, pese al dólar pisado

Los precios repuntaron, además, en un momento en que el tipo de cambio oficial está pisado. Lo mismo que las tarifas, que este año aumentaron la quinta parte de la inflación.

La estrategia de Guzmán desde marzo hasta acá fue muy clara. Y anunciada. El ministro habilitó un atraso del tipo de cambio "oficial" en el intento por enfriar la dinámica inflacionaria. Siete meses después, el resultado es -por lo menos- polémico: los precios subieron menos que el terrorífico 4,8% de aquel marzo pero prácticamente no pudo romper la barrera del 3%.

Desde marzo, cuando el dólar mayorista empezó a correr bien por detrás de la inflación, el atraso acumula un 15%

El resultado contrafáctico es pensar que, si no se hubiera hecho, hoy la inflación estaría todavía más arriba. En la otra cara, el perjuicio está a la vista: desde entonces hubo un atraso del tipo de cambio.

Desde marzo, cuando la cotización del dólar oficial (mayorista) empezó a correr bien por detrás de la inflación, el atraso acumula un 15%. Nada menos.

Desde ese momento, la inflación acumulada fue de aproximadamente 26,5% (se estima un IPC del 3% para septiembre), mientras el dólar avanzó sólo el 9,8%.

El dólar oficial cerró ayer jueves en $99,16. Para no perder contra la inflación debería ubicarse en torno a $114.

La cuestión es que ya no queda demasiado margen para seguir atrasando el tipo de cambio. Aun cuando se reconozca que, en la Argentina de hoy, ese "estímulo" (dólar planchado) no alcanza para enfriar la carrera de los precios.

Está más que claro que esta estrategia continuará hasta que pasen las elecciones. Incluso más allá: hasta que se firme el acuerdo con el Fondo Monetario.

En términos objetivos, el dólar mayorista prácticamente en $100 no es bajo. Se compara con el que -a valores de hoy- tenía el "dólar Kicillof en 2015", que era de $63. Es decir, estaba casi $40 abajo que el que existe hoy.

El "dólar Sturzenegger" de 2016-2017 equivale a precios de hoy a $70. También muy por detrás del que existe hoy en día ($100).

Ni hablar del "dólar convertibilidad" -entre 1991 y 2001- que supondría un tipo de cambio de $58 a precios de hoy.

La brecha cambiaria del 100% entre el "oficial" y el dólar "libre" presiona sobre el mercado. Algo que queda en evidencia en la presión sobre las reservas. Y por eso mismo el Banco Central está obligado a poner "cepo sobre cepo" para impedirlo.

De cara al futuro, otra de las grandes incógnitas refiere al acuerdo con el FMI. ¿Será tan "fácil" firmar ese demorado acuerdo cuando las principales variables de la economía están crujiendo?

O mejor dicho: ¿Cómo podrá el Gobierno asegurar que podrá cumplir con lo que le reclama el Fondo si la brecha no baja del 90% y la inflación corroe la potencialidad de crecimiento económico de corto y mediano plazo?

 

Son todas preguntas muy razonables de un escenario cada vez más complicado. Y quye empezarán a tener respuestas exactamente dentro de un mes. Cuando hayan transcurrido las primeras horas de las elecciones de medio término.