"(...) Mientras tanto, para entretener el relato que consume la gilada, La Doctora, como la Reina Madre, y el presidente Alberto ensayan el cuento de la incomunicación.
Los columnistas entran por el aro con facilidad. Aspiran a conmover a los lectores hartos.
Con la tensión que persiste entre dos polos de poder. Pero es, en realidad, uno solo.
En pleno rapto de sinceramiento La Doctora maneja las circunstancias de Sartre o de Unamuno con innovador sentido epistolar.
“No hablan desde setiembre”, aclaran los obsesivos de la información, como si fuera gravitante.
En realidad nada tienen para decirse.
“Ella se enteró del proyecto del aborto por C5N”.
“El supo de la carta de los senadores por el diario”.
Tortitas negras.
Creen que el origen del conflicto reside en que Alberto no resuelve los problemas judiciales de La Doctora. Ilusión voluntaria. (...)".
Oberdán Rocamora,
JorgeAsisDigital.

Muy interesante la reflexión de Jorge Asis pero habría que buscar respuestas entonces a algunas preguntas:

Quizás la respuesta correcta no se refiere a Daniel Rafecas sino que el acto sobre Daniel Rafecas sea una protesta en general acerca de la política judicial del Ejecutivo Nacional.

“Argentina necesita, de una vez por todas, tener un Procurador”, sostuvo el presidente de la Nación, Alberto Fernández, al insistir en reclamar una solución para la falta de definición en ese sentido.

Durante sendas entrevistas con elDiario.es y Radio 10, el mandatario advirtió que “los que se oponen a la designación de (Daniel) Rafecas son los mismos que echaron a (Alejandra) Gils Carbó, y nunca fueron capaces de nombrar a otro procurador”.

Según Fernández, la Procuración General de la Nación “es un lugar muy importante y necesario para el buen funcionamiento de la Justicia, espero que lo resolvamos rápido y por consenso”.

La designación de Rafecas es explicable en el marco de una negociación entre oficialismo y oposición.

Al fin, los rabinos de la AMIA y la propia DAIA no han manifestado rechazo a Rafecas pese a todo lo que se dijo acerca de su investigación sobre el fallecimiento de Alberto Nisman.

Luego, algunos líderes de la oposición apoyaron la designación de Rafecas pero tampoco prosperó la concreción de los pasos indispensables para la formalidad del tratamiento del pliego.

Y ya transcurrió 1 año.

Luego aparece la modificación de las mayorías para aprobar al Procurador General, y la polemica acerca de si Rafecas cumplirá su palabra de no convertirse en jefe de los Fiscales si se cambian las reglas.

Finalmente, ¿cuál es el deseo de CFK, en un escenario donde hay rumores de que la relación con el Presidente de la Nación es algo inestable? ¿Es confiable el rumor o sólo es un deseo de La Nación y Clarín?

En cualquier caso, hay coincidencias en que CFK no se encuentra conforme con el desarrollo de la política judicial gubernamental, en particular porque los temas que más le importan no hay registrado avances durante el año en que no hay elecciones, y el próximo es un año de elecciones, en el que muchos movimientos tienen mayor costo político.

Ahora bien, en toda la agenda aparece algunas coincidencias.

Una es la ausencia de un plan único entre CFK y Alberto Fernández acerca de qué hacer en el frente judicial. El Frente de Todos no tiene una única estrategia, tal como tampoco la tuvo Cambiemos / Juntos por el Cambio, que al menos tuvo 2 o 3 acciones entrecruzadas, contradictorias y frustradas.

Otra es la ausencia de negociadores únicos con la oposición acerca de la mayoría de los temas, y la falta de credibilidad de las ofertas.

Con o sin Daniel Rafecas en escena, la clave comienza por una coincidencia plena en el Frente de Todos.