No hay vuelta atrás. La Organización Mundial de la Salud teme lo peor para el continente africano.

"El mejor consejo para África es prepararse para lo peor y prepararse para ello hoy", dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. Lo preocupante es que los países africanos reaccionan en orden disperso.

Existe una teoría aún no comprobada sobre cierta relación entre la propagación del coronavirus y las bajas temperaturas. Entonces, utilizan este argumento para asegurar que en África hay pocos casos confirmados por su clima veraniego.

Sin embargo, especialistas que siguen el minuto a minuto del COVID-19 temen consecuencias devastadoras por los débiles sistemas de salud de la mayoría de países, la falta de agua potable en muchas regiones, que afecta a 300 millones de personas, aproximadamente un 63% de la África subsahariana, y la lucha contra otras epidemias como el sarampión, el VIH o la tuberculosis.

Sudáfrica observa el mayor aumento de casos con 202 confirmados. 

Hasta el momento 36 naciones han reportado casos, según Reuters, siendo Níger, Chad y Cabo Verde los últimos países en anunciar positivos, llegando toda la región hasta los 700 casos. "La situación empeorará antes de mejorar porque las posibilidades de que la gente se haya escapado son claras", dijo John Nkengasong, jefe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC).

Eso mismo ocurrió en Italia: el brote comenzó en el norte y los ciudadanos decidieron huir al sur.

Por tal motivo, antes de declarar la cuarentena obligatoria, el presidente argentino Alberto Fernández ordenó controlar rutas e intendentes y gobernadores directamente bloquearon ingresos a sus distritos.