"Los papás del responsable podrán verlo preso a su hijo pero yo no voy a poder ver más al mío, solo iré al cementerio". retrató. 

Miguel Rosbaco Centena quiso defender a su hermano a la salida de un baile. Recibió una puñalada en el corazón.

 El crimen ocurrió el domingo 3 denoviembre, a las seis de la mañana, a la salida de un baile organizado en el Club Progreso, en la esquina de Italia y Colón, en medio de una gresca entre un grupo de jóvenes. Según las versiones, Miguel quiso defender a su hermano de 17 años cuando recibió la puñalada mortal.

Miguel, su padre, impulsa la creación de una agrupación que exija más controles en fiestas juveniles."No se puede creer que a nuestro hijo lo hayan asesinado con una puñalada certera y malintencionada. Es un dolor para la familia, para los hermanos para los amigos y estamos tratando de sobrellevarlo", retrató emocionado. 
"A mi hijo no lo recuperamos, pero tenemos la obligación como padres de buscar que estas cosas no se repitan más", sostuvo el cooperativista Miguel Rosbaco. "La pérdida de un hijo es algo para lo que uno no está preparado. Nunca vamos a  terminar de cerrar esta herida", expuso. 

"A raíz de este hecho empezamos a ver o profundizar en muchísimas falencias que hay en el control y cuidado de los adolescentes, la falta de prevención, de cacheos", adelantó. 

"Suponemos que el asesino entró armado al baile donde anteriormente fueron mi hijo y sus amigos, y si hubiera habido un control se podría haber evitado esto. 

"Quien sale armado con un cuchillo está dispuesto a usarlo, por eso pretendemos que el acusado tenga derecho a la defensa pero uno como padre del chico asesinado pretende un fallo ejemplificador", dijo el padre del joven asesinado. 

"Queremos que el asesino no ande dentro de unos días suelto por la calle", aseveró.  "Tenemos que estar atentos, denunciando, señalando, controlando estas falencias, porque muchas veces la gente no se involucra", pidió. 
Miguel Rosbaco lideró "una marcha a favor del futuro de nuestros adolescentes" el pasado 8 de noviembre en Monte Caseros.

"Nos enfocamos en la seguridad de los lugares bailables y en el después de eso la idea es armar una especie de comisión con el solo objetivo de que los funcionarios sepan que estamos mirando su accionar", indicó. 

"Espero que la Justicia esté a la altura de las circunstancias, que falle con la mayor pena que se pueda dar", comentó.

"Los papás del responsable podrán verlo preso a su hijo pero yo no voy a poder ver más al mío, solo iré al cementerio"

"Los funcionarios que tienen la responsabilidad de cuidar a los adolescentes tiene que estar atentos. El asesinato de mi hijo ocurrió a media cuadra del centro de Monte Caseros, no en un lugar alejado", contó.

"Por la memoria de mi hijo  y por todos los adolescentes de Monte Caseros, no queremos que hay otro “Miguelito'", señaló Rosbaco. 

"Todo padre espera que un hijo adolescente regrese de bailar bien... que no nos llamen diciendo que está muerto. Si hubiesemos perdido nuestro hijo por un accidente o por salud nos resignamos, pero que muera en manos de un cobarde que lo mató no tiene resignación, solo pretendemos justicia", finalizó Miguel Rosbaco.