El presidente Maurico Macri, prepara una dura reestructuración gubernamental, que incluirá la desaparición de al menos 10 ministerios, como respuesta a la caótica situación económica y social por la que atraviesa el país.

La reestructuración, que en la práctica supone rebajar a más de la mitad el número de carteras ministeriales, se llevará a cabo, en la mayoría de los casos, mediante la absorción de unos ministerios por otros.También comprenderá la eliminación de las figuras de los vicejefes del Gabinete de Ministros (Gustavo Lopetegui y Mario Quintana), aunque -salvo cambios de última hora- se mantendrá al jefe del mismo, Marcos Peña.

El Gobierno argentino está integrado actualmente por 22 miembros -cinco de ellos fueron creados por Macri cuando asumió en 2015-, incluidos el jefe del estado y la vicepresidenta, Gabriela Michetti, que a su vez es la presidenta del Senado.

Para realizar este reajuste, en el marco de una drástica reducción del déficit público a menos de una cuarta parte de lo pactado en su día con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que era del 1,3 %, Macri mantuvo durante este sábado y domingo en la residencia de Olivos una larga y apretada jornada de reuniones maratonianas.

A continuación, el listado de las carteras que se verían afectadas por los cambios.

Hacienda, con Nicolás Dujovne confirmado, absorberá Energía, cuyo titular hoy es Javier Iguacel.

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Producción, a cargo de Dante Sica, integrará una cartera con Trabajo y Agroindustria, que pasarían a ser Secretarías. Jorge Triaca se mantendría al frente del área laboral. Luis Miguel Etchevehere, en cambio, daría un paso al costado ante el recorte de poder. También podría sumarse el área de Turismo.

Desarrollo Social y Salud. El domingo a la noche se barajaba la posibilidad de una fusión, aunque no estaba confirmada. Se da por hecho que el área de Carolina Stanley incorporará el sector de Seguridad Social (ANSES). Salud hoy está bajo el mando de Adolfo Rubinstein. Macri intentaba retener al funcionario que quedó disconforme con esta reducción de su cartera y su poder.

Educación sumará las áreas de Cultura y Ciencia y Tecnología. Se especula con que Pablo Avelluto continuará en Cultura. Y Lino Barañao, hasta ayer el único sobreviviente del gabinete de Cristina Kirchner, dejaría su cargo. La cartera de Educación ampliado se la habían ofrecido el domingo a Martín Lousteau, pero él la rechazó y quedará al frente Aljeandro Finocchiaro, hoy en pie de guerra con los gremios docentes por la paritaria de eset año.

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La Jefatura de Gabinete absorbería Medio Ambiente, Modernización y Medios, devenidos en Secretarías. Si bien el cuestionado Marcos Peña continuará como jefe de Gabinete, las salidas del tándem Mario Quintana y Gustavo Lopetegui de esta cartera marcan cierto debilitamiento de él en la mesa chica. Allí ganaría peso Andrés Ibarra (hoy en Modernización) como vicejefe de Gabinete. Se ocupará del "presupuesto de la administración y el diseño de estructuras" y retendrá sus actuales funciones.

No seguirá en su cargo el canciller Jorge Faurie, quien regresó de una gira oficial de Portugal. Durante la jornada se habló de Alfonso Prat Gay como candidato a reemplazarlo, una posibilidad que perdió fuerza al final de la jornada.

Otro radical que también coquetó con algún cambio fueron Ernesto Sanz -quien llegó a Olivos y decidió rechazar el Ministerio de Defensa, así que seguiría al frente de esa cartera su correligionario Oscar Aguad.

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Sin cambios
Transporte, con Guillermo Dietrich, seguiría como uno de los ministerios fijos.

Interior, comandado por Rogelio Frigerio, quedará fortalecido ante tantos cambios.

Seguridad por ahora continuará como un ministerio independiente, con Patricia Bullrich.​

​Justicia también seguiría igual que ahora, con Germán Garavano a la cabeza.

Defensa continuaría como ministerio independiente, con Oscar Aguad.