Política
¿Cómo sigue la batalla contra la inflación?: esta es la "hoja de ruta"

¿Cómo sigue la batalla contra la inflación?: esta es la "hoja de ruta"
12/06/2017 |

Federico Sturzenegger buscará profundizar el proceso de "desinflación". Se descarta, por ahora, baja de tasas. En la entidad estiman que la cifra de junio estará en torno al 1,2% y creen que aún es posible alcanzar la meta del 17%. Lo que viene, según un funcionario de la "mesa chica" del BCRA.


Por Leandro Gabin
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El aumento de precios del mes pasado, que se ubicó en 1,3% (la mitad que el mes anterior), fue festejado en los despachos oficiales pero con mesura.

En rigor, la "desinflación" -termino que acuñó Federico Sturzenegger- era algo de lo que se venía hablando en el Gobierno: esperaban que llegado el segundo semestre se viera una baja significativa.

El hecho de que la cifra de mayo haya sido menor a lo que esperaban las consultoras, e incluso el mismo Banco Central, potenció las expectativas del mercado a, básicamente, dos cosas:


1) Una reducción de las tasas de interés más rápida de lo que se pensaba inicialmente

2) La posibilidad de que el Central todavía tenga chances de cumplir con su meta del 17%

A estas dos cuestiones se refirió la fuente del BCRA, un economista que forma parte de la "mesa chica" de la entidad.

Con respecto a la idea de acelerar la baja de tasas, actualmente en 26,25%, la decisión oficial es no jugar con fuego.

El próximo martes, que curiosamente cae el día 13, habrá reunión de Política Monetaria. Allí, Federico Sturzenegger y cinco funcionarios de la entidad definirán el rumbo del tipo de interés en la Argentina.

Es prematuro, consideran en la entidad, empezar a "relajar" el costo del dinero. "Hay que seguir trabajando. A la inflación 'core' le falta bajar todavía más. Nosotros apuntamos a tener 1% o menos para meternos tranquilos en la meta del 2018", aseguró el funcionario del Central a iProfesional.

Así, hace referencia a la "core" o "núcleo" que es la evolución de los costos de casi el 70% de los bienes de la canasta del Indec y cuyos precios no están sujetos ni a la regulación del Estado ni a la estacionalidad. Ese número, para la medición de mayo, dio 1,6% (más elevada de lo que estimaba el Central).


Más allá de esto, hay otra razón por la cual la entidad no va empezar a reducir las tasas: aún existe la ilusión de poder llegar a cumplir la meta autoimpuesta.Mientras que matemáticamente le den los números, Sturzenegger mantendrá la chance de meter un gol en el último minuto.

¿Cómo deberían dar las cuentas? La inflación acumulada de los próximos siete meses debería ser no mayor a 5,9%.

Dicho de otra manera, cada mes debería estar en torno al 0,8% hasta fin de año. Un escenario complicado pero, como se dijo, todavía cumplible.

"No podemos relajarnos porque tenemos por delante el desafío de lograr el 17%. Con eso en mente, seguiremos dándole batalla a la suba de precios para llegar a ese objetivo", anticipó el funcionario del Central a iProfesional.

En rigor de verdad, el cumplimiento de esa meta desvela únicamente a Sturzenegger y equipo. Tanto desde el ministerio de Hacienda, Finanzas e incluso la Jefatura de Gabinete, desdramatizan que no se alcance el target.

Repiten que lo que le importa al mercado y a quienes van a invertir en el país es que la tendencia de los precios sea a la baja, un escenario que este año -más allá de la cifra final- será realidad.

Sin embargo, para el titular del Central hay una palabra que tiene mucha relevancia: credibilidad. Si el mercado confía en que lo que se promete finalmente se cumple, las cosas se harán más fáciles a futuro.

La consultora ACM, del economista Javier Alvaredo, señala que la meta de inflación del 14,5% (valor intermedio entre el 12% y 17% que estipula el Central) "no se alcanzará", y recuerda que la del 22,5% para 2016 casi fue duplicada por la inflación de CABA.

"Si estos errores se siguen cometiendo en forma sistemática, la construcción de credibilidad se desvanece y el efecto de los anuncios pierde eficacia", advirtió.

"Corregir la meta no sirve de nada, es como no tener meta, tal como comentaba Sturzenegger", agregó la consultora.

Y añadió: "Pero no cumplirla sistemáticamente también se asemeja a no tenerla, porque la meta es menos efectiva como herramienta para la coordinación macro".

La ruta de la inflación y las tasas
Más allá de la foto de mayo, lo que importa hacia adelante es la película. En ese sentido, pocos creen que haya tregua de acá a fin de año con los precios.
No sólo se percibe en el sector privado, que mantiene elevados los pronósticos de inflación, también en los mismos pasillos del Gobierno.

Según estiman extraoficialmente en el Banco Central, la número de junio debería estar en torno al 1%-1,2% mientras que en julio estaría más cerca del dato de mayo (o incluso levemente arriba).

Ergo, se empezarían a apagar las chances de cumplir la meta. La única alternativa es que el IPC Nacional, que se mueve similar al IPC-GBA que toma el Central para medir el éxito de sus políticas, sea unas décimas menor.

Esto es clave, ya que a partir de julio la entidad va a tomar ese índice (y no el que sigue actualmente) para determinar si se cumple o no la meta de este año.

Por lo pronto, en el mercado creen que a pesar del menor número de mayo, la dinámica sigue complicada y no se llegará al que quiere el Central.

Por ejemplo, la consultora Elypsis -de dos economistas que ahora forman parte del Gobierno- calcula que el IPC de junio marcará un registro cercano al 1,5%.

Dicen que el aumento del agua tendrá una incidencia de 0,1% en el índice. Para lo que resta del año, esperan una inflación mensual de 1,4% en promedio y que en diciembre se habrá totalizado un 22%.

Este pronóstico es muy similar al del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) -la encuesta entre bancos y consultoras que realiza el BCRA cada mes- que ubicó el alza de precios en 21,6% para 2017.

También desde FyEConsult, de Hernán Hirsch, sostienen que con la continuidad de una política monetaria contractiva y con el tipo de cambio relativamente estable, la desinflación debería prolongarse en el tiempo.

"Este proceso requerirá de cierta simultaneidad entre una tasa de interés real positiva (fuerte) y una en pesos mayor a la devaluación esperada y la tasa en dólares (débil)", dicen.

Advierte además que el actual proceso de desinflación no es lineal.

Por ejemplo, dado que junio es un mes que presenta una baja estacionalidad al alza en materia de precios, es probable que se observe un segundo mes consecutivo con un nivel reducido.

En julio, con subas previstas en prepagas y algunos bienes y servicios que suelen aumentar ese mes, es probable que se produzca un repunte del índice inflacionario.

Luego debería revertirse, entre agosto y septiembre, mientras que octubre podría mostrar un repunte.

Este sendero está en línea con el que esperan en el Banco Central, y es una de las razones por las que mantienen firmes su postura de no tocar los tipos de interés en el corto plazo.

En base a esto, tampoco en el mercado esperan que Sturzenegger vaya a implementar un cambio profundo en su actual política. Econviews, la consultora de Miguel Kiguel, considera que recién en algún momento de julio el funcionario empezará a reducir las tasas.

Imaginan que irá bajándolas a un ritmo de 75 puntos básicos (0,75%) por mes hasta alcanzar el 21,75% para fines de diciembre.

"Respecto al sendero de tasas, a la luz de los datos conocidos, el BCRA se presenta ante el dilema de bajar o no la tasa. Si el organismo es consistente, aún no debería hacerlo, dado que la inflación núcleo aún se encuentra por encima del sendero deseado", precisan desde.

Para FyEConsult, bajo el actual escenario aumentó la probabilidad de que el Sturzenegger retome el plan de reducción del costo del dinero antes de fin de mes o a principios del próximo.En particular, si los datos adelantados de precios continúan sugiriendo que el proceso de desinflación sigue avanzando.

De todas formas, advierten que la política de baja de tasas será prudente y que el BCRA tratará de no repetir el error de flexibilizar anticipadamente su política monetaria, tal como sucedió a fines de 2016.

Esto implicaría que habrá que esperar una reducción suave, no más audaz que la registrada entre fines del año pasado y principios de este.

"El actual endurecimiento de la política monetaria podría reducir la inflación a la mitad cuando se compare el primero con el segundo semestre de 2017", considera Diego Giacomini, uno de los economistas que más aplaude a Sturzenegger.

"Es más, podría haber chances de que se desplomara y que el cumplimiento de la meta de inflación del 17% gane terreno", añade.

Eso sí, alerta que el BCRA debe ser "independiente" y mantener su actual hoja de ruta.

En otras palabras, que las elecciones de medio término no hagan que la política interfiera en la economía y que las cosas vaya sucediendo "despacito", un hit que repiten una y otra vez los funcionarios en el momento de la toma de decisiones.