Hasta Ahora, No Tan Diferentes En Sus Resultados
El match fiscal entre Kicillof y Prat-Gay va 0 a 0 Alfonso Prat-Gay y Axel Kicillof

El match fiscal entre Kicillof y Prat-Gay va 0 a 0 Alfonso Prat-Gay y Axel Kicillof
23/08/2016 |

 "Lo que había que hacer lo sabía cualquiera. Los 3 candidatos coincidían. Pero yo nunca hubiera levantado el cepo de movida. Primero hubiera resuelto el problema externo y ganado divisas, luego levantaba el cepo y unificaba y no en $16. Me hubiera ahorrado 10 puntos de deterioro del salario porque en la Argentina el dólar llega a $16, todos suben los precios pero luego el dólar baja a $15 y nadie baja los precios. Es un país muy particular la Argentina".

 

Miguel Bein a Roberto García,
La Mirada (22/08/2016).

 

Finalizado el 1er. semestre, Axel Kicillof y Alfonso Prat-Gay empatan 0 a 0. El resultado fiscal entre 2015 y 2016 fue: 6,3% del PIB para quien fue el ministro de Cristina Fernández de Kirchner y hoy día es diputado nacional, contra 6,4% del contrincante macrista que aportaron Elisa Carrió y Ricardo Gil Lavedra.

Tampoco se sacaron ventaja el gasto, que subió 29,5%, y el ingreso, que lo hizo 30,4%, y hubo una triple paridad con la inflación del 29% en el mismo período.

La actual administración, en términos futbolísticos, desperdició un penal, que fue el tarifazo muy mal ejecutado, que podría haber volcado el scorer a su favor, ya que haberlo malogrado, según estimó el exsecretario Emilio Apud, cuesta unos US$ 800 millones (unos $12.000 millones) en 10 meses, por ahorro de subsidios que hubieran aliviado el equivalente a casi 30% de los previsto para todo el año. Si se tiene en cuenta que lo que el Estado dedica a las empresas distribuidoras para la indulgencia tarifaria ocupa el 80% del déficit fiscal, la incidencia hubiera agregado algunos puntitos a la causa.

Avenido a comentarista técnico del clásico de las cuentas públicas entre sucedidos y sucesores, el investigador principal del Programa de Desarrollo Económico de CIPPEC, Luciano Di Gresia, advierte que “aún resulta temprano evaluar una estimación para el cierre del año, dado que los gastos flexibles (obra pública y transferencia a provincias) empezarán a responder en algún momento a las necesidades políticas, y por otra parte resta ver cómo evolucionarán los recursos tributarios y las rentas del BCRA y FGS, esté último probablemente influido por el proyecto de Ley de blanqueo y regularización previsional".

Por default, la advertencia que había lanzado a la Corte el ministro de Economía y Finanzas, Prat-Gay, de que un fallo adverso por las tarifas del gas haría que el costo fiscal de los subsidios salga de la obra pública, significó una explicación económica de que esas asignaciones no se agilizaran en la primera parte del año, cuando se tuvo que compensar el menor ingreso tributario que provocaron las bajas de alícuotas generalizadas en los Derechos de Exportación e incremento en los mínimos no imponibles de Ganancias.

Por el lado de los gastos, la variación total muestra un incremento de 29,5%, inferior a la inflación del período del 35,2%. La tijera pasó por las partidas más flexibles, como las destinadas a bienes y servicios (0,7%), pagos de inversión real directa (leve incremento nominal de 8,5%) y transferencias discrecionales a las provincias (corrientes y de capital, con caída de 2,8%).

Las erogaciones rígidas acompañaron la inflación, aunque los salarios de los empleados públicos nacionales expusieron un crecimiento de 31,3%, compatible con los cierres paritarios, pero que no reflejan en el total reducciones de personal como las que se insinuaron al asumir el gobierno. Sólo las jubilaciones, como consecuencia principalmente de la aplicación de la movilidad previsional, mostraron un incremento de 38,9%.

La variación de ingresos dio 30,4% en el 1er. semestre, pero frente a una inflación de 35,2% deriva en una disminución en términos reales. Adicionalmente, si se excluyen los aportes del BCRA y FGS, esa proporción se atenúa hacia un 27,0%.

Las “rentas de la propiedad”, que conforman la distribución de utilidades del Banco Central (BCRA), y la ganancia que dio el fondo previsional (FGS) explican una parte sustancial del incremento total de ingresos. Estos conceptos alcanzaron en el primer semestre de 2016 unos $84.879 millones frente a $50.270 millones del año anterior.

Leve ajuste fiscal

Si se toman los resultados fiscales nacionales base caja en valores corrientes, el rojo da 24% ($133.222 millones frente a un valor de $107.134 millones en 2015), lo que en términos del PIB se traduciría en un leve ajuste fiscal, del 4,3% al 3,9%. Pero se logró suspendiendo pagos, una situación no permanente sino coyuntural.

De las sumas y las restas, el déficit financiero nacional, sin contar las rentas del Banco Central BCRA y la utilidad del fondo previsional (FGS), creció 35,6%, al pasar de $157.406 millones en los primeros 6 meses de 2015 a $218.101 millones en 2016. O sea, se mantuvo en términos reales, si bien representó un incremento nominal, en términos del PIB, de 0,1 punto, según surge del informe elaborado por el Programa de Desarrollo Económico de CIPPEC.

Profundizar sobre qué factores contribuyeron a lograr los resultados fiscales de estos primeros 6 meses no deja lugar a demasiado optimismo. Inclusive, dentro del propio gobierno consideran que, pese a los avatares tarifarios, la carga de los subsidios terminará bajando apenas del 5% al 4% del PIB.

El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano tira un centro para el lado del equilibrio fiscal en el 2do. semestre. En el IEF se refleja que se viene de un junio en el que cayeron los ingresos y aumentaron los gastos: cobraron el medio aguinaldo el personal de la administración pública y los beneficiarios de la seguridad social y se venía de un mayo en el que excepcionalmente aumentan los recursos gracias a la liquidación del impuesto a las ganancias.

La apatía fiscal y el paso en falso dado con las tarifas no ayudaron a mejorar el estado de ánimo de los actores de la economía, lo cual se aprecia claramente en el último sondeo del Centro de Opinión Pública (COPUB) de la Universidad de Belgrano, que dirige Orlando D’Adamo.

Apenas el 28% de los encuestados considera que va a mejorar en lo que resta del 2do. semestre. En tanto, 39% evalúa que se va a mantener igual. El 22% incluso cree que podría empeorar, mientras que el 11% restante no revela sus expectativas.

“Este resultado indica una falta de señales perceptibles para la población, al menos por ahora, en cuanto a una potencial recuperación”, explica D’Adamo.