Un preso considerado de suma peligrosidad, se fugó ayer de una celda de la Comisaría Sexta, donde permanecía alojado hacía más de un año, vinculado con una causa de homicidio.
Se trata de Roberto Guido Altamirano de 32 años quien permanecía recluido en la mencionada dependencia policial desde el mes de marzo del año pasado, según indicaron fuentes policiales.
La fuga fue advertida por la guardia policial alrededor de las 3.30 de ayer y de inmediato comenzó un amplio operativo de búsqueda, sin embargo hasta el cierre de esta edición aún no habían podido dar con su paradero.
Según datos aportados, el sujeto habría limado o forzado la base de los barrotes de la improvisada prisión, tras lo cual ganó la calle.
Desde hace años existe una polémica sobre los lugares de detención y desde el Gobierno se buscó llevar a todos los detenidos hasta centros específicos de detención.
En esta ocasión un recluso volvió a burlar la seguridad policial.
La guardia de la madrugada de ayer cerca de las 3.30 se encontró en la celda que era compartida por al menos dos reclusos, con uno solo.
Era Eduardo Insaurralde, quien además estaba lesionado. Contó fue atacado a golpes por Altamirano, antes de escapar.
Existen por el hecho dos nuevas denuncias contra el ahora fugitivo, una por evasión y la otra por lesiones.
Anoche, en medio de la lluvia y el mal tiempo, cuerpos especiales de la Policía de Corrientes avanzaron con la búsqueda del fugitivo, no solo en la Capital correntina, sino también en el interior provincial y a la vez en provincias vecinas.

Antecedentes
Roberto Guido Altamirano estaba acusado de homicidio y la causa aún se halla en proceso investigativo ya que todavía no había sido elevada a juicio, por ende, carece de condena. En marzo del año pasado, al parecer por incidentes en la Unidad Penal Nº 6 de San Cayetano fue llevado hasta la celda de la Comisaría Sexta, donde permanecía.
En ese espacio aguardaba la elevación a juicio.
Está acusado del crimen de un interno identificado como Gustavo Adolfo Bravo (27), conocido con el apodo de “Nano” ocurrido en la cárcel de condenados Unidad Penal Nº 1, situada en la bajante del puente Belgrano.
Altamirano ya purgaba condena por otros delitos.
El brutal homicidio sucedió el 11 de marzo de 2015, luego de una trifulca de internos que terminó con esta persona apuñalada.
Lo trasladaron de urgencia en esa oportunidad hacia el Hospital Escuela donde los médicos dijeron que presentaba un “puntazo a la altura del tórax intercostal izquierdo”. Esto derivó en su muerte.
Cabe señalar que Nano Bravo cumplía en ese momento una condena de 20 años de prisión acusado del crimen del conocido operador de radio y recientemente recibido de contador público Marcelo Alejandro Sánchez (26) ocurrido el 6 de octubre de 2006, a la altura del barrio La Olla, más precisamente sobre la avenida Medrano.