“No había pólvora en las manos; el dermotest dio negativo”. El que habla es un informante que accedió a datos confidenciales del avance de la investigación por la muerte del cabo Juan Darío González, hallado muerto con un tiro en la cabeza en una ermita a la Virgen en el acceso a la ciudad de Mercedes, al costado de la Ruta Nacional 119. Según la fuente, el hecho “fue una ejecución: le dispararon a una distancia de más de 15 centímetros”. Un indicio balístico descartaría la hipótesis del suicidio. El fiscal del caso, Enrique Deniri, confirmó al cierre de esta edición la información. Además afirmó que calificó el caso como un “homicidio” y que “aún no hay sospechosos, ni móvil”. El representante del Ministerio Público había expresado por la mañana: “La autopsia va a determinar la distancia del disparo de fuego” (ver más en la nota lateral). En la sien -área por donde ingresó la bala- fue detectada una quemadura (en criminalística se la denomina “tatuaje”) que indicaría que la distancia del disparo excede a la que puede alcanzar el brazo extendido del fallecido (ver corchete).

Boleto

Un elemento que suma dudas a los investigadores es que el cabo González -según el informante- “tenía un boleto de colectivo desde Corrientes a Paso de los Libres (prestaba servicios en la comisaría de Parada Pucheta), donde debía bajarse. Subió al micro con una ropa y fue encontrado con otra”. El fiscal Deniri precisó que la data de muerte del cadáver fue de unas 12 horas antes del hallazgo, ocurrido el lunes a las 13 por una persona que fue a rezar al lugar. La necropsia se realizaba ayer en la morgue de la ciudad de Corrientes.