El sindicalismo oficialista presiona a la Casa Rosada a la espera una serie de gestos por parte del Gobierno Nacional, como el pago de un bono compensatorio por la alta inflación y la excepción del pago del impuesto a las Ganacias sobre el medio aguinaldo de fin de año.

Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores y cercano al kirchnerismo, le advirtió este miércoles a la Casa Rosada que "el descuento de Ganancias del medio aguinaldo no se debe producir porque sería un error rotundo".

"El impuesto a las Ganancias se volverá en contra para el gobierno", expresó el sindicalista al sostener que los gremios podrían comenzar "una nueva etapa consolidando los reclamos" laborales y salariales.

No obstante, Yasky aseguró que la central que preside "defiende" el empleo y el salario y los "derechos que se conquistaron" en los últimos años, después de que con gobiernos como los de Carlos Menem y Fernando de la Rúa "no se podía hablar".

El jefe de la CTA oficialista dijo que "hay que seguir sosteniendo la demanda" interna porque lo que "es absoluto justo y necesario (un bono de fin de año). Algunas provincias y cámaras empresariales lo otorgaron".

Por su parte, la CGT oficialista que encabeza el metalúrgico Antonio Caló se reunirá este miércoles para analizar la posibilidad de oficializar el pedido de "un bono de fin de año" para todos los trabajadores y que el medio aguinaldo quede "exceptuado del pago del impuesto a las ganancias".

La central obrera oficialista quiere insistir en ese planteo luego de que fracasara la reunión entre el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y gremios del transporte, que se fueron con las manos vacías luego de reclamarle al funcionario por el plus de fin de año y Ganancias.

La reunión será desde las 15:30 en la sede del sindicato de Obras Sanitarias de avenida Avellaneda 212, en el barrio porteño de Caballito, informaron fuentes gremiales.

Según se informó, la cúpula de la central obrera afín al Gobierno "no descarta pedir una reunión con la presidente Cristina Fernández para principios de diciembre para plantearle sus reclamos".

De esta forma, la CGT oficialista se sumó al reclamo unánime que vienen haciendo los sectores del sindicalismo al pedir un bono de fin de año y la modificación del impuesto a las ganancias para sus afiliados que compense el deterioro salarial que produjo la inflación.