Política
Los aduaneros paralizarán los puertos 4 días

Los aduaneros paralizarán los puertos 4 días
18/09/2014 | Desde este jueves (18/09) una huelga de los aduaneros amenaza el ingreso de divisas por la paralización durante 4 días de los puertos en donde se embarca la producción de granos y los productos industrializados de la soja. Las pérdidas podrían ascender a los US$250 millones. Reclaman una recomposición salarial para empleados públicos, anunciada el pasado 6 de mayo, que aún no ha sido aplicada a los aduaneros, a pesar de sus gestiones.

Un duro golpe a la actividad de los puertos agroexportadoras y al Gobierno nacional en cuanto al ingreso de dólares, especialmente cuando el ‘blue’ se disparó ayer por sobre los $15: los trabajadores aduaneros realizan desde este 18/09 una huelga por 4 días en los puertos en donde se embarca la producción de granos y los productos industrializados de la soja.

La responsabilidad de este paro reside en el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray y en el ministro de Economía, Axel Kicillof, quienes fueron acusados por los trabajadores porque la recomposición salarial para empleados públicos, anunciada el pasado 6 de mayo, aún no ha sido aplicada a los aduaneros, a pesar de sus gestiones.

No es la primera huelga que afecta al sector este año, por eso aumenta la preocupación en el sector, por el caos logístico que general y las dificultades para la liquidación de divisas.

La paralización durante cuatro días de los puertos en donde se embarca la producción de granos y los productos industrializados de la soja, se estima ocasionará pérdidas directas por casi 250 millones de dólares, esencialmente por demora en el ingreso de divisas y pérdidas por lucro cesante de los buques contratados.

El pasado 15 de julio, el Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA), que integra el Frente de Gremios Estatales, resolvió adoptar medidas de fuerza en reclamo a la AFIP y el Ministerio de Economía de la Nación porque la recomposición salarial para empleados públicos, anunciada el pasado 6 de mayo, aún no ha sido aplicada a los aduaneros, a pesar de sus gestiones.

Tras cinco paros en dos meses, el Ministerio de Trabajo de la Nación dictó al gremio la conciliación obligatoria, cuyo plazo se ha vencido por lo que ya no podrá recurrir a esa instancia, mientras que la controversia persiste.

Se prevé que la huelga de SUPARA provocará un caos logístico en plena aunque demorada cosecha de la soja, lo que ocasionará una pérdida en sólo cuatro días en todo el país (puertos del sur bonaerense y los del Gran Rosario) estimada en casi 250 millones de dólares, por la demora en el ingreso de divisas y por el costo de alquiler de los navíos (cada uno, en torno de los 20 mil dólares diarios).

Asimismo, frenará la fluidez de descarga de los casi 10 mil camiones diarios que transportan los granos a los puertos o a las industrias procesadoras, lo que causará nuevamente un delicado problema social en la región tanto para sus habitantes como para los 40 mil transportistas involucrados.

Como consecuencia de que el sindicato adelantó que la siguiente semana (del 24 al 27 de septiembre) realizará otra medida de fuerza por cinco días, se entorpecerá el proceso de liquidación de divisas por lo que, incluyendo el paro anunciado para el jueves próximo, se calcula que se impedirá el ingreso en tiempo y forma de alrededor de 500 millones de dólares, al tomarse como referencia la liquidación durante la primera semana de septiembre, que alcanzó los 285 millones de dólares.

Según datos oficiales del INDEC, el denominado complejo soja, en 2013, fue el principal sector exportador de la Argentina, al haber contribuido con casi 21 mil millones de dólares al año, equivalente 25,7 % del total de las ventas al exterior del país. Asimismo, el complejo cerealero-oleaginoso aportó el año pasado más de 30 mil millones de dólares en exportaciones, que significaron el 37,3 % del total de las exportaciones argentinas, cuyos productos (granos, harinas proteicas y aceites) parten en más de un 80 % desde los puertos del Gran Rosario.

Mientras no se pueden cargar los buques y como consecuencia los depósitos no se liberan, se dificulta la recepción de granos y con ello el proceso de liquidación de divisas.