Sociedad
Estalla otro drama para pobladores de Yahaveré

Estalla otro drama para pobladores de Yahaveré
02/09/2014 | Vecinos y ecologistas denuncian persecución y presión ante el nuevo conflicto que se suscita por el alambrado de tierras y cierre del camino de acceso a este paraje de la jurisdicción de Concepción del Yaguareté Corá.


Pobladores del paraje Yahaveré, junto con el movimiento socio ambiental Guardianes del Iberá, dieron a conocer detalles de otro conflicto que se originó entorno a la tierra en esta jurisdicción del Municipio de Concepción del Yaguareté Corá.
A través de un comunicado informaron ayer que el domingo cuando uno de los pobladores quiso trasladarse desde la localidad a su casa en el paraje, distante a unos 20 kilómetros, se encontró con la tranquera cerrada con un candado, quien al solicitar la apertura en el puesto de la empresa Haciendas San Eugenio, recibió una respuesta negativa por tratarse de "propiedad privada".
El paso en cuestión está ubicado en el camino rural que une a la localidad con el casco de la Estancia el Tránsito, propiedad del siempre polémico Douglas Tompkins, y los parajes de Ñupui, Carambola y Yahaveré, siendo de los dos primeros el único acceso.
Una medida cautelar del año 2006, dictada por el Juzgado de Instrucción Nº 1, disponía "se ordene a los encargados o responsables de los establecimientos rurales denominados El Tránsito y Luján o cualquier otro comprometido, que se abstenga de realizar actos que impidan o restrinjan -a través de actos de acción u omisión, como colocar candados, cadenas en las tranqueras, u otras formas-, el paso en tránsito de las personas o vehículos por los caminos internos de dichos establecimientos, con destino al paraje Yahaveré o desde el paraje Yahaveré hacia la localidad". El Expediente Número 57.003/06 del 7 de julio de 2006 no hace más que atestiguar de esta forma la larga trayectoria del conflicto, advierten en el comunicado.
"Los pobladores de las comunidades Ñupui y Yahaveré denunciamos que esto se trata de otra medida de presión, ya que somos los únicos a los que no nos dejan pasar. A la gente de Tompkins sí les permiten, demostrando que ya están todos unidos contra nosotros", manifestó impotente Ceferino Ríos, Karaí (Jefe) de la comunidad guaraní de Ñupui.

ALAMBRADO
CON POLICÍAS

Pero el cierre del camino no es el único hecho de tensión entre pobladores y estancieros. En los últimos días, peones de la empresa San Eugenio comenzaron a alambrar parte del territorio ancestral de esta comunidad acompañados por custodia policial, denuncian más adelante.
"Ellos justifican la presencia policial porque dicen que los pobladores amenazamos a sus peones y que hace diez días disparamos tiros hacia el puesto de la empresa que está en nuestro territorio. Pero esas son puras mentiras para que los acompañe la Policía mientras se meten en nuestras tierras", aseguró con énfasis Omar Ramírez, poblador afectado por los alambrados, quien agregó: "Luchamos por lo que es nuestro, pero jamás agredimos a trabajadores de Hacienda San Eugenio o de Tompkins".
Al reclamo se sumó Hernán Sotelo, el Karaí de la comunidad guaraní de Yahaveré, al apuntar que "como pobladores originarios tenemos el derecho a nuestro territorio consagrado por la leyes nacionales, la Constitución Nacional y Tratados Internacionales, por lo que es hora de que las grandes empresas de la zona nos empiecen a respetar y cumplan lo que dice la Ley".
Quien también se manifestó fue Mirian Sotelo, vocera de la comunidad guaraní Yahaveré, para apuntar que "conocemos nuestros derechos, estamos unidos y bien organizados, sabemos que ellos están enojados porque nosotros sólo escucharemos de proyectos de desarrollo cuando se avance claramente sobre la titularización de nuestras tierras; por eso nos quieren desgastar y afectar nuestra economía, pero no lo lograrán", vaticinó.
En cuanto a Guardianes del Iberá, el coordinador de la campaña Salvemos el Iberá que depende de esa organización, Emilio Spataro, rememoró que "durante años los dos grandes propietarios", Douglas Tompkins, titular de la estancia El Tránsito y los hermanos Juan y Eduardo Macchiavello, "disputaron su interés de ser la cabecera del acceso a la zona del Iberá, a través de los pobladores y con el conflicto ambiental por el terraplén construido por Hacienda San Eugenio como excusa".