El Gobierno nacional, que tenía previsto extender los festejos por el subcampeonato obtenido por la Selección Argentina en Brasil con la recepción de Cristina Fernández y un saludo a los hinchas en el Obelisco –que aún no está confirmado para este mediodía-, ya acomodó el relato para responsabilizar por los incidentes en el centro porteño a figuras de la oposición.

Primero, temprano en su habitual conferencia de prensa, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, lamentó los hechos de violencia ocurridos en la zona del Obelisco, pero pidió que estos acontecimientos no empañen la “fiesta popular de carácter espontáneo”.

El funcionario aseguró que “se han podido verificar cerca de cien detenciones” por los “hechos vandálicos”, entre ellos “daños a motos, a camiones y a locales” comerciales.

“Lamentamos este tipo de episodios”, expresó y reclamó que los culpables sean “juzgados”.

Luego, también esta mañana (14/07) el secretario de Seguridad, Sergio Berni, afirmó que los incidentes "fueron totalmente planificados" para "generar un gran caos" y precisó que había 120 detenidos.

Y agregó: "Esperemos que la Justicia en su etapa de investigación pueda determinar los nexos de conexión entre cada uno de los detenidos porque esto no fue producto de la casualidad, sino que fue planificado. Hubo una planificación para que ocurriera esto y que pueda generar un gran caos. Hemos podido trabajar con mucha paciencia, y pudimos separarlos para detenerlos".

En declaraciones a Radio La Red, el funcionario adjudicó los disturbios a "gente que tiene relación con las barrasbravas de Chacarita e Independiente", clubes ligados a los gremialistas opositores Luis Barrionuevo y Hugo Moyano, quien recientemente fue elegido presidente del club rojo.