A la FIFA no le tembló el pulso: le aplicó a Luis Suárez una sanción de nueve partidos y cuatro meses de inactividad para cualquier actividad relacionada con el fútbol. Ese mordisco sobre el defensor italiano Giorgio Chiellini en el partido por la tercera fecha del Grupo D, deja a Uruguay sin su pieza más importante de cara al duelo del sábado, contra Colombia en el Maracaná, por los octavos de final.

El descargo que la Asociación Uruguaya de Fútbol presentó ayer quedaron desestimadas. Y el comunicado de la FIFA, en Río de Janeiro, fue contundente. Porque además de la imposibilidad de jugar, Suárez deberá abonar una multa de 112.000 dólares. Además, la entidad máxima del fútbol mundial le recomendó un tratamiento psicológico.

La polémica acción se dio a los 35 minutos del segundo tiempo, y el árbitro mexicano Marco Rodríguez no pudo ver el mordiscón, por lo que la FIFA actuó de oficio porque se acogió al artículo 77. b de su código disciplinario, que permite imponer sanciones en forma retroactiva ante "errores obvios" del juez, y que fue implementado en el 2010, aunque jamás se aplicó hasta el día de hoy.

No es la primera vez que Suárez muerde a un adversario. Ya lo había hecho en la Premier League, el año pasado, durante un partido contra Chelsea. En esa ocasión, el jugador del Liverpool le aplicó un mordisco en el brazo al serbio Branislav Ivanovic. Como consecuencia de la agresión, fue sancionado de oficio con 10 encuentros.