Sociedad
Stanovnik recordó el llamado de los obispos a trabajar contra la violencia

Stanovnik recordó el llamado de los obispos a trabajar contra la violencia
23/05/2014 | Cientos de feligreses participaron de la procesión y misa en honor a Santa Rita, frente al Instituto de Cardiología de Corrientes. “Pedimos por nuestra patria y gobernantes para que tengamos paz, seamos más fraternos y solidarios”, dijo monseñor Andrés.

 

Rosas rojas se vendían frente al templo de Santa Rita. El edificio resguardaba no sólo las plegarias de los familiares de internados en el Instituto de Cardiología de Corrientes, sino también a quienes buscaban que se les conceda un pedido considerado imposible.
“La historia es que Santa Rita estaba muy enferma y pidió a Dios por su salud. La señal fue haber encontrado una rosa floreciendo en medio de la nieve”, contó Norma, una de las devotas. En su mano derecha portaba una rosa que, como hace 29 años, ofrece a la santa en agradecimiento por la salud de su hijo.
No fue la única. La patrona de las causas imposibles congregó a cientos de fieles en las coquetas calles del centro. Aglutinó a vecinos de distintos barrios y principalmente a familiares de personas internadas en el Instituto de Cardiología de Corrientes, cuyo nuevo edificio se erigió sobre las bases del viejo Hospital Santa Rita, de fines del siglo XIX.
También estuvieron presentes los peregrinos de la Virgen del Rosario. Hace 80 años que este grupo de feligreses recorre el trayecto.
En el interior del templo, aislados de los preparativos de la Banda de Música de la Policía y sonidistas, los creyentes levantaron un muro de plegarias. En las afueras se ofrecían estampitas, rosas y velas. Algunos chicos pedían monedas con las manos desnudas.
Lejana, la procesión atravesó varias calles del centro junto a la imagen de la santa y el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, quien más adelante presidiría la misa central.
Los fieles partieron cerca de las 16. Minutos antes de las 17 se congregaron frente al Cardiológico. “En esta semana de mayo vamos a unirnos como argentinos”, expresaron antes del inicio de la ceremonia religiosa. Luego se entonó el Himno Nacional Argentino.
“Santa Rita no es una santa contemporánea, su vida se desarrolló entre los siglos XIV y XV, y estamos en el XXI. Sin embargo su mensaje es de una gran actualidad. Ella fue una mujer golpeada, esposa fiel, madre solícita y durante sus últimos años fue monja. En la variada trayectoria de su vida fue una mujer sabia y muy grande. Tenía la sabiduría de la cruz, es decir la sabiduría de Jesús”, dijo monseñor Andrés Stanovnik durante la homilía.
“A ella (Santa Rita) le tocó vivir en una época marcada por la violencia, violencia familiar y social, lo vivió en su propia vida, en su propia familia, pero también en la social porque asesinaron a su esposo”, expresó el conductor de la feligresía local.
Al finalizar la homilía, el prelado retomó el documento recientemente publicado por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). “Allí hemos recordado que los peores males brotan del propio corazón humano. El vínculo de amor con Jesús vivo cura nuestra violencia más profunda y es el camino para avanzar en la amistad social y en la cultura del encuentro”, manifestó el arzobispo.
“Renovamos nuestras esperanzas para renovar nuestro compromiso a favor de la vida, la paz y la salud integral de nuestra patria. Jesús nos dice felices los que trabajan por la paz. Muchos ya lo están haciendo. Hay destacables iniciativas y esto lo podemos decir nosotros aquí en Corrientes y aplicarlo a nuestra realidad, en escuelas, parroquias, clubes, talleres artísticos y otras organizaciones de la sociedad, los alentamos a seguir siendo instrumentos de paz”, expresó monseñor Andrés.
“Exhortamos particularmente a los primeros responsables de trabajar por la paz. En la familia son los padres; en la comunidad cristiana los obispos, los sacerdotes, los catequistas, somos los primeros responsables. No los únicos porque responsables somos todos, pero no tenemos la misma responsabilidad. Hay diversos niveles. Por eso al final exhortamos particularmente a la dirigencia a desarrollar un diálogo que genere consenso, políticas de Estado para superar la situación actual”, dijo refiriéndose al documento de los obispos donde expresaron su preocupación por la violencia en el país.
“Pedimos por nuestra patria y por nuestros gobernantes. Para que tengamos paz y nos volvamos más fraternos y solidarios”, concluyó el prelado su homilía durante la ceremonia