Apoyo De China
Rusia se asienta en Crimea

Rusia se asienta en Crimea
01/04/2014 | Mientras el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, visita Crimea para revisar que esté todo en orden de cara a una futura (e inminente) visita de Vladimir Putin a la recientemente anexionada península, en Bruselas el presidente chino Xi Jinping visitó a representantes de la Unión Europea aunque sin expresarse contra los rusos.

 Es que la alianza ruso china contra las medidas occidentales cada vez es más notoria y el silencio sobre Crimea lo deja en evidencia.

El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, visitó esta mañana la capital de Crimea, Simferopol, anexionada oficialmente por Moscú el pasado 21 de marzo tras el referéndum de ‘autodeterminación’ celebrado cinco días antes.

“Hoy el Gobierno va a debatir sobre el desarrollo de Crimea ‘in situ”, añadía la comunicación de Medvédev vía Twitter. Medvedev viajó hasta la capital administrativa de la península acompañado por la mitad de los miembros de su Gobierno y por representantes de medios de comunicación rusos. Los periodistas locales ni siquiera tuvieron acceso al edificio del Consejo de Ministros, donde Medvédev se reunió con su equipo y con el Ejecutivo crimeo. Tampoco la oficina de información de este último, que admitió haberse enterado de su presencia mediante el citado tuit.

El consejo trató temas sobre el desarrollo económico de Crimea y la ciudad autónoma de Sebastopol además de infrmarse acerca de cómo marcha la "rusificación" de la penísula.

Medvédev anunció la creación de una zona económica especial con incentivos atractivos para los inversores, como la exención temporal de tasas y una burocracia reducida. “Nuestro objetivo es hacer de Crimea un lugar lo más atractivo posible a los inversores, de manera que pueda generar suficientes ingresos para impulsar su propio desarrollo”, dijo a sus ministros. El Gobierno local acariciaba tal posibilidad desde los primeros días de la anexión.

Medvédev también prometió una equiparación progresiva de las pensiones en Crimea con las rusas, cuatro veces más altas y uno de los motivos por el que los jubilados –un tercio de la población de la península, de 2 millones- votaron masivamente a favor de Rusia en el referéndum. También anunció una mejora de las infraestructuras, en especial las viarias, que presentan un estado en general lamentable. Agilizar la comunicación, de momento solo por vía aérea, con Moscú y otras ciudades rusas, es otro de los objetivos del Kremlin.

El proceso de transición administrativa de Crimea estará completado el 1 de enero próximo, recordó Medvédev, pero alcanzar la autosuficiencia necesaria, con la capacidad de generar ingresos, tardará un poco más, aunque será “un plazo muy corto”, indicó el jefe del Gobierno ruso, que subrayó el “colosal potencial” de la península en el sector del turismo. La próxima campaña –la temporada alta es julio y agosto- se presenta sin embargo muy sombría. De los alrededor de 6 millones de turistas que la península recibía al año, en torno a 4 procedían de Ucrania, según datos proporcionados por el vice primer ministro crimeo, Rustam Temirgaliyev.

Mientras tanto, China evita dar señales de condena a los rusos por su actitud en Crimea, lo que potencia la idea cada vez más resonante de que Rusia y China mantienen una alianza tácita contra occidente.

De visita en Bruselas, el presidente chino, Xi Jinping, fue recibido este lunes con todos los honores en la capital comunitaria, en un encuentro centrado en las relaciones comerciales entre ambos bloques económicos y que ha pretendido dar un impulso político a las negociaciones sobre el acuerdo bilateral de inversiones.

Lo que buscó la UE en el plano internacional era un gest de apoyo chino a la la posición europea y estadounidense sobre Ucrania. Al contrario, Xi ha preferido aferrarse a su neutralidad en el conflicto y ha reiterado su decisión de no entrar en disputas sobre la integridad territorial de terceros países.

Tampoco Pekín ha querido dar un apoyo explícito a Rusia, su aliado tradicional, en esta crisis. Su representante en el Consejo de Seguridad de la ONU se abstuvo cuando se votó una condena del referéndum de Crimea.

A diferencia de lo plasmado en anteriores comunicados de la UE sobre China, el texto hecho público este lunes no hace mención específica a la situación de los derechos humanos en el país asiático. “No se ha tratado esta cuestión en el encuentro de hoy”, admite un diplomático europeo. En esta línea de cordialidad mutua, la delegación comunitaria ha optado por mostrar el “buen” momento que atraviesan las relaciones bilaterales con China y ha recalcado la voluntad de Xi Jinping por mejorarlas. “A diferencia de los encuentros con otros Gobiernos, muy formalistas, entre Europa y China impera el diálogo franco”, explican en Bruselas.

No opina lo mismo Frederik Erixon, del think tank Ecipe, que observa riesgos en el horizonte de las relaciones bilaterales entre ambos bloques. “Cuando las exportaciones crecían al 15% o 20% anual, las relaciones eran sencillas; ahora, con el comercio estancado, hay riesgo de que se desaten guerras comerciales intensas y dañinas para ambos”, explica. “Tanto Europa como China quieren profundizar en su relación comercial pero ninguno de los dos sabe cómo hacerlo”, explica este experto en economía internacional. “Ambos hablan de la importancia de su relación comercial pero sus palabras no tienen reflejo sobre su estrategia actual”, zanja Erixon.

El presidente chino cerrará mañana su gira por la UE con una ponencia en el Colegio Europeo de Brujas. En los últimos siete días, Xi Jinping ha mantenido encuentros bilaterales con los jefes de Gobierno de Alemania, Francia, Países Bajos y Bélgica.