El papa Francisco visitó hoy Asís, ciudad del santo patrono de Italia al que rinde homenaje con su papado, y llamó a la Iglesia a “despojarse de toda mundanidad” que “lleva a la vanidad, a la prepotencia y al orgullo”.

"La mundanidad espiritual asesina el alma y mata a las personas, mata a la Iglesia", aseguró el Papa poco después de haber llegado a esa ciudad de Umbría -en el centro de Italia- y de visitar el santuario de San Damián. Por ello, aseguró que “ésta es una buena ocasión para invitar a la Iglesia a despojarse”.

“Todos somos Iglesia y todos debemos hacer el camino de Jesús, que ha hecho un camino de despojo”, dijo. Ante un grupo de inmigrantes, el Papa recordó que o se sirve a Dios o a la mundanidad: al dinero, a la vanidad y al orgullo”.

El Papa hizo también un llamado a una Iglesia solidaria con los marginados y le dedicó una mención especial a los 300 inmigrantes que fallecieron ayer cuando la barcaza en la que intentaban llegar a la isla de Lampedusa se incendió y se hundió. "Hoy es un día de lágrimas", dijo el Papa sobre el naufragio, y se lamentó porque al mundo "no le importa si la gente debe huir de la esclavitud o del hambre buscando la libertad".

La visita del Papa a la ciudad del santo que inspiró el nombre de su pontificado movilizó a unos 60 mil peregrinos y más de 100 mil periodistas, que llegaron al lugar para seguirlo.
El Papa se reunió en la sala con los pobres asistidos por Caritas, entre quienes había muchos extranjeros. Los saludó uno a uno, intercambiando palabras de solidaridad y aliento. "Todos somos llamados a ser pobres, despojarnos de nosotros
mismos", afirmó el Papa recordando el ejemplo de San Francisco, que se despojó de sus riquezas y la enseñanza del Evangelio.

"Despojarse del yo orgulloso y distanciarse de la atracción del dinero, que es un ídolo que posee", dijo. "Por eso ". tenemos que aprender a estar con los pobres, compartir con quien no tiene nada”.

Fuente: Agencias