Por: Silvio Ricci

La historia de la barra brava de Boca, ya desde sus comienzos, está empapada de traiciones y teñida de sangre, propia y ajena. Con José Barrita, “El Abuelo”, en el poder del núcleo de la hinchada (sobre todo en la década del ‘90) la violencia desde ese sector hacia con otras hinchadas, y en la interna misma, fue in crescendo pulatina y concretamente.
Precisamente por ese entonces, el líder de La 12 era secundado por los hermanos Rafael y Fernando Di Zeo, quienes lo aconsejaron de manejar “la barra” en una forma más empresarial. Es así como se creó la Fundación Jugador Número Doce que, con la excusa de realizar obras benéficas. Pero, en el fondo, desde allí se ocuparon de recaudar fondos para solventar los viajes, las entradas y hasta los gastos diarios de sus fundadores. Y para sus propios bolsillos. Esa entidad tenía domicilio en la calle Araujo 2781: allí vivían Rafael y Fernando Di Zeo.
Pero en 1994 se daría un hecho que marcaría el destino de unos y otros dentro de la jefatura de la hinchada xeneize. En un Superclásico jugado en La Bombonera, la barra boquense emboscó a hinchas de River y asesinó a dos simpatizantes del Millonario. Como consecuencia, Barrita y varios de sus lugartenientes fueron condenados a prisión. Acto seguido, los Di Zeo tomaron el poder de La 12 e inmediatamente se encargaron de acusar a Barrita de haber entregado a la policía a los otros integrantes de esa facción. Apoyados en este discurso, los Di Zeo y sus seguidores acusaron al Abuelo de traidor, por lo cual decidieron asumir oficialmente el liderazgo. La muerte de José Barrita les allanó por completo el camino.
El poder que fue acumulando Rafael Di Zeo le dio una impunidad pocas veces vista, a tal punto que firmaba autógrafos a la par de los jugadores xeneizes. Pero, por un hecho ocurrido en un amistoso entre Boca y Chacarita en el año 1999, en el cual él y varios integrantes de la barra atacaron a hinchas del club de San Martín, Di Zeo fue condenado a prisión.
Fue entonces cuando Mauro Martín apareció en escena y se convirtió en el líder de La 12. Cuando el Rafa recuperó la libertad anunció públicamente que su idea era volver a La Bombonera para retomar el liderazgo de la hinchada. El 30 de octubre de 2011, en el partido entre Boca y Atlético de Rafaela, se vivió una situación atípica: Di Zeo y Martín protagonizaron un duelo aparte en las tribunas. Mauro se ubicó en la histórica popular local y el viejo líder lo enfrentó desde la bandeja que está de espaldas al Riachuelo. Dicho encuentro finalizó sin choques graves entre las dos barras. La guerra estaba declarada.
El 25 de agosto de 2012, las dos facciones se enfrentaron a los tiros en la Ruta 9, tras un partido en Santa Fe; Mauro Martín fue gravemente herido. Pero sobrevivió. En enero de 2013, Martín fue procesado por el asesinato de Ernesto Cirino, ocurrido en agosto de 2011. Por el crimen continúa detenido en la cárcel de Devoto. Un incendio de autos estacionados en La Bombonera, ocurrido este año cuando Boca jugó de visitante en Rafaela, también forma parte de esta disputa. Nunca se esclareció este hecho, pero se supo que los vehículos pertenecían a hinchas del sector de Martín.
Otro hecho se dio el día que Boca recibió a Nacional por la Copa Libertadores, cuando un hincha de la barra “no oficial” fue herido de arma blanca por otro vinculado a la fracción de Martín en las inmediaciones del estadio.
Ambos, tanto Di Zeo como Martín, siguen manejando sus sectores desde la clandestinidad. Uno, Rafa, buscando recuperar el poder perdido a manos de su ex lugarteniente. El otro, Mauro, queriendo conservar el poder del principal paravalanchas de La 12. Los dos quieren tener el poder a cualquier precio, no les importa cómo. Lo de ayer fue una muestra clara.

56
días
fue preso Rafa Di Zeo, cuando le habían dado cuatro años

5
años
de arresto le dieron a Martín por amenazar a Di Zeo.

115
barras
de Boca tienen aplicado el derecho de admisión.

13
años
estuvo Rafa Di Zeo al frente de la barra de Boca.