Virginia Mercado estuvo junto a Paulina Lebbos horas antes del asesinato de la joven ocurrido en Tucumán en 2006. Alberto Lebbos, padre de la víctima, involucró en el crimen ante la justicia a Daniel Alperovich, uno de los hijos del gobernador tucumano, José Alperovich. También vinculó al hijo de un asesor del gobernador, Sergio Kaleñuk.

Ahora, el fiscal estudia convocar nuevamente a Mercado, quien vive en su Salta natal, donde se refugió sacudida por el crimen.

De acuerdo a LaGaceta.com, el fiscal Diego López Ávila investiga en este momento una de las hipótesis que se manejan desde el principio en la causa: que Paulina murió durante una fiesta, que su cuerpo fue ocultado en un freezer en un club y que luego lo arrojaron en un zanjón a la vera de la ruta 341.

Según ElSigloWeb.com, el fiscal solicitó asistencia a la Corte de Justicia provicial, dada la complejidad del caso. Al finalizar la reunión, el vocal de la Corte, Daniel Posse, reconoció que “el fiscal está muy preocupado” frente a la trascendencia del caso Lebbos.

“Le dimos al fiscal el total apoyo de este Poder”, sostuvo el miembro del máximo tribunal, quien precisó que “la Corte va apoyar absolutamente desde esa perspectiva toda la cobertura de los materiales y del personal que necesita el doctor López Ávila para llevar adelante esta compleja investigación”.

Las implicancias política del caso Lebbos, que ya se comparan con el caso de María Soledad Morales ocurrido en Catamarca en 1991 y que determinó el fin del gobierno de los Saadi, estarían generando nerviosismo en la Casa Rosada.

En la mañana de este miércoles circularon fuertes rumores de que el gobernador Alperovich, aliado incondicional del Gobierno Nacional, habría sido convocado de urgencia por la presidente Cristina Fernández.

Hasta el momento sólo ha habido desmentidas extraoficiales que consignaron los medios tucumanos.

Alperovich defendió a su hijo y dijo que las denuncias de Alberto Lebbos, exfuncionario del gobierno, perseguían fines políticos.

Mercado ya había prestado declaración como testigo en el inicio de la causa, hace 7 años. Entonces dijo que ella y Paulina salieron juntas del boliche en el Abasto en el que habían estado. Y aseguró que tomaron un taxi que la dejó primero a ella en su casa y que luego Paulina siguió en el mismo vehículo hasta la suya. Pero la joven nunca llegó.