CONSPIRACIONES Y CONTRAATAQUES
Palos, gases y piedras en Brasil Un enfoque nacionalista

Palos, gases y piedras en Brasil Un enfoque nacionalista
26/06/2013 | ¿Qué está ocurriendo en Brasil? Hay demasiadas interpretaciones, muchas de ellas interesantes aunque sólo tengan una porción del rompecabezas. Mucho se escribirá en el futuro acerca de lo que hoy día se especula. Aquí un escrito surgido de un intelectual nacionalista brasilero.

 Cabe destacar que Urgente24 discrepa con algunos conceptos, por ejemplos los que se relacionan con la ex senadora Marina Silva, una dirigente valiosa y valiente. Sin embargo, buscando enriquecer la información que necesitan disponer los lectores, se reproduce textualmente un análisis cuyo título original fue "A lição brasileira: sem metapolítica não se faz política" (La lección brasilera: sin metapolítica no se hace política), escrito por un catedrático de la Universidade de Sao Paulo.
 


"Todos sabemos que no es el "pueblo" el que está en las calles. Es antes que nada una masa urbana de clase media, media alta, liberal, cosmopolita, que gustaría de expresar su indignación (sentimiento burgués por excelencia) contra todo "lo que está ahí"."


S. PAULO. Una pequeña frase: "Nadie sabe lo que está sucediendo". Desde el momento en que comenzaron las protestas en la ciudad de S. Paulo, muchos "iluminados" tuvieron que reconocer su propia ignorancia política.

De repente había gente en la calle protestando contra el aumento de las tarifas del transporte público. Hasta ahí, las cosas tenían sentido. Pero sólo hasta ahí. Las derivaciones de la situación no estaban en ningún manual. Pero ¿acaso la política no es el terreno de lo contingente?

Esta aparente sorpresa es sintomática, revela algo que todos deberían reconocer: en Brasil hay, aún entre los llamados intelectuales, un déficit acerca de lo que podríamos denominar "cultura política". Los motivos deberían ser estudiados en profundidad, pero consideremos una habitualidad del fenómeno político en la historia brasilera.

Los cambios profundos en la sociedad brasilera casi nunca contaron con la participación de las masas. Siempre se acomodaron las cosas desde la cima. En otros países esto ocurrió de manera distinta. Hubo, para utilizar una expresión de Renzo De Felice, una "nacionalización de las masas", o sea la integración de la gran mayoría de la población en corrientes políticas bien definidas, como, por ejemplo, en el caso del peronismo en la Argentina.

En Brasil esto nunca sucedió de manera evidente, aunque no hayan faltado intentos. Poca gente lo sabe pero el primer partido de masas en Brasil fue la AIB (Ação Integralista Brasileira), de Plínio Salgado.

Getulio Vargas y la élite política de la época simplemente eliminaron el integralismo de la escena política brasilera, y las cosas volvieron a ser decididas en un gabinete cualquiera, pero no en la calle y con participación popular.

El laborismo (trabalhismo) de Vargas tampoco consiguió encarnarse de manera coherente entre las masas. Los intentos de reivindicar la herencia del legado de Vargas siempre fueron patéticos.

Sin embargo, los ejemplos históricos se detienen aquí. No es nuestro foco principal. En tanto, queda la lección de que las demostraciones populares siempre causan espanto en Brasil.

Volvamos a la actualidad. Antes de las recientes elecciones municipales todos los candidatos sabían que la tarifa de los transportes tendría que ser reajustada.

Gilberto Kassab (N. de la R.: el ex alcalde) se limitó a dejar el problema para la administración siguiente, haciendo el cálculo político de que, si lo hacía él, mancharía la imagen de su nuevo partido (Social Democrático).

El candidato vencedor, el excelentísimo Dr. Fernando Haddad, durante su campaña había prometido hasta reducir las tarifas de los transportes. Surgió la 'impasse' pero... ¿cómo resolverla?

Todos sabemos que el único partido político en Brasil que posee base social es el PT (Partido dos Trabalhadores). Bien. Por medio de los movimientos sociales, se puede trabajar con esta hipótesis, el PT decidió utilizar a su ala más combativa, la del movimiento estudiantil. Aún cuando sean el gobierno, todas las fracciones que integran el movimiento estudiantil gravitan en torno al PT.