9 Siglos Después
El Gran Cisma católico puede superarse

El Gran Cisma católico puede superarse
17/03/2013 | Su Toda Santidad Patriarca Ecuménico Bartolomé I estará en el Vaticano: encuentro entre el catolicismo apostólico romano y el catolicismo apostólico ortodoxo.


 


La Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa es la 2da. iglesia cristiana más numerosa del mundo después de la Iglesia Católica Apostólica Romana, con más de 225 millones de fieles en todo el mundo.

La Iglesia Católica Ortodoxa se considera la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo, con una doctrina teológica definida en los 7 Concilios, llamados "ecuménicos", que tuvieron lugar entre los siglos IV y VIII.

Tras varios desencuentros y conflictos, la Iglesia católica ortodoxa y la Iglesia católica romana se separaron en el llamado "Cisma de Oriente y Occidente", el 16/07/1054.

La Iglesia ortodoxa está constituida por 15 iglesias que reconocen sólo el poder de su propia autoridad jerárquica (por ejemplo, del Patriarca de Alejandría, de Antioquía, de Constantinopla, etc.), pero mantienen entre sí comunión doctrinal y sacramental.

En la actualidad, es la religión predominante en Bielorrusia, Bulgaria, Chipre, Georgia, Grecia, Moldavia, Montenegro, la República de Macedonia, Rusia, Rumania, Serbia y Ucrania.

En la Argentina hay una comunidad importante de católicos ortodoxos.

Por 1ra. vez en más de 9 siglos desde el Gran Cisma, el patriarca ecuménico de Constantinopla, Su Toda Santidad Patriarca Ecuménico Bartolomé I, asistirá a la misa de inauguración de un Papa católico apostólico romano, el martes 19/03.

El patriarca Bartolomé I irá acompañado por otros líderes ortodoxos: el obispo metropolitano ortodoxo de Pérgamo, Ioannis Zizioulas; el metropolita ortodoxo de Argentina, Tarassios, y el metropolita ortodoxo de Italia, Gennadios.

El Patriarca de Constantinopla es el patriarca ecuménico de la Iglesia ortodoxa. A diferencia de lo que ocurre con los papas en la Iglesia copta y en la Iglesia católica, su cargo es únicamente honorífico ya que, aunque le compete presidir los concilios en los que toma parte, tiene la autoridad exclusiva de reconocer nuevos patriarcados y es el principal portavoz de la Iglesia ortodoxa, no tiene jurisdicción en los asuntos internos de los otros patriarcados de la Iglesia ortodoxa.

El Patriarca es considerado sucesor de Andrés el Apóstol tal como el Papa católico es considerado sucesor de su hermano, Simón Pedro; y el Papa copto es considerado sucesor de Marcos el Evangelista.

Tras la elección del nuevo Papa, Bartolomé I escribió un breve mensaje a Francisco: "Espero que usted, Santo Padre, promueva la paz entre los hombres inquietos, pobres y los que sufren", agregando que “estaba seguro de que el Papa recién elegido acelerará el proceso de la unificación de las 2 Iglesias".

La historia

Cuando en 324 el emperador romano Constantino I fijó su nueva capital en Bizancio, dándole el nombre de Constantinopla, convocó en el año 325 el 1er. Concilio Ecuménico (consolidación de una mala señal: la relación entre el Estado y el Cristianismo, mezcla en la que siempre perdió la Fe) a celebrarse en Nicea.

Entre otras decisiones doctrinales, se procedió a organizar la Iglesia en patriarcados y diócesis, otorgándose el mismo rango a las sedes patriarcales de Roma, Alejandría, Antioquia y Jerusalén, cuyos titulares recibieron el nombre de arzobispos.

Posteriormente, en el 2do. Concilio Ecuménico celebrado en Constantinopla, en el año 381, se estableció que el obispo de Constantinopla, quien recibiría el título de patriarca, debía tener la preferencia de honor tras el obispo de Roma, pero prohibiendo a todos los obispos, incluidos el romano y el constantinopolitano, que interviniesen en asuntos de otras diócesis.