VÉLEZ
Virtudes para ser uno de los cinco vip

Virtudes para ser uno de los cinco vip
03/12/2012 | Tras sumar una nueva copa a su nutrida vitrina, Vélez se ubica por encima de Racing y San Lorenzo en cantidad de títulos. ¿Grande se nace?

 


Fabián Cubero levanta la novena copa para Vélez en torneos locales. El Fortín sigue creciendo y a nivel títulos ya pasó a Racing y San Lorenzo. / DyN Fabián Cubero levanta la novena copa para Vélez en torneos locales. El Fortín sigue creciendo y a nivel títulos ya pasó a Racing y San Lorenzo. / DyN

La mesa sería antológica. Debería ser en un bar del sur, Parque Patricios estaría bien, pero mejor Barracas, porque es un barrio imparcial. Es el mediodía de un domingo de calorcito, como hoy, y sobre la mesa hay tres vasos con Gancia a medio tomar, una soda y platitos con ingredientes.

El tema que monopoliza la convocatoria es el fútbol, claro. Se opina mucho, se recuerda algo, se proyecta casi nada. El clima de camaradería no es muy distinto al de las otras mesas. Hasta que la armonía se rompe. Porque en esta mesa tan antológica como ficticia, Tomás Abraham provoca: “Las cosas en su lugar. Vélez ya hizo méritos suficientes, habría que reconocerlo como el cuarto grande. Alguien tenía que decirlo”. Se hace un silencio incómodo, espeso. Viggo Mortensen y Sergio Renán se miran, hacen una especie de mueca que simula una sonrisa, no saben si lo que acaban de escuchar encierra algún concepto filosófico o se trata simplemente de un delirio de hincha. Y como si se hubiesen puesto de acuerdo, dicen en estéreo: “Está en pedo, licenciado”.

Esta escena refleja una síntesis de lo que podría ser una discusión si se cruzaran tres hinchas de Vélez, San Lorenzo y Racing. Y si bien el tema de debate no es nuevo, este fin de semana tomó más impulso tras la obtención del Torneo Inicial.

Vélez logró el noveno torneo local de su historia, y pasó por dos a La Academia, pero además alcanzó los catorce títulos entre locales e internacionales, dos más que el Ciclón. No es un disparate entonces que Tomás Abraham o Nico Cabré o Emmanuel Horvilleur o cualquier otro hincha de Vélez reclame un lugar entre los grandes del fútbol argentino, pero también es genuino que Sergio Renán o Guillermo Francella u otro fanático de Racing se rebelen, que Viggo Mortensen o Vicentico u otro incondicional de San Lorenzo argumente que El Fortín llegó tarde al reparto de grandeza.

La discusión, en definitiva, se centra en interrogantes: ¿qué significa ser grande?, ¿cómo se mide la dimensión de un club?, ¿con qué parámetros?, ¿acaso el de los cinco grandes es un grupo impenetrable? Y lo que provoca que el debate sea interminable es que no hay una sola respuesta. En Boedo y el Bajo Flores se prioriza la cantidad de hinchas y de títulos, en Avellaneda el foco está puesto en la historia y la pasión inexplicable. La terna se completa en Liniers, donde Vélez viene sumando méritos en todos los rubros posibles desde hace veinte años.

Comparaciones odiosas. Cada vez que Vélez consigue un título se suele poner el acento en el modelo. Que es el club más ordenado, sin apremios económicos, que tiene un estadio impecable, que la Villa Olímpica es lo más parecido que hay en el país a un club europeo, que vende bien y compra poco y otras cuestiones institucionales. En este rubro, la paternidad que tiene sobre San Lorenzo y Racing es inalcanzable.

El club de Boedo tiene un pasivo que ronda los 150 millones de pesos, y recién ahora se está acomodando de una crisis dirigencial que desembocó en la salida antes de tiempo del presidente Carlos Abdo y un improvisado llamado a elecciones. En Avellaneda los números tampoco animan demasiado: el último balance arrojó una deuda de 126 millones. En el ítem Economía, Vélez es gigante.

Otro rubro que obligaría a considerar al club de Liniers como un grande es el de los títulos. Hoy, Vélez está por encima de Racing y San Lorenzo. Entre torneos locales y copas internacionales suma 14, dos más que el Ciclón y tres más que La Academia. Y tal como ocurrió en el cierre de este Inicial, Vélez estiró aún más la diferencia. En el ítem Títulos, el Fortín se impone otra vez. La tabla general que cuenta los puntos desde el inicio del profesionalismo también aporta alguna sorpresa: Vélez está quinto, con 3.590 unidades, por encima de Racing, que tiene 3.450.

En el ámbito donde Vélez tropieza es en el de cantidad de hinchas. Dos encuestas de la consultora Equis, el conteo de El Gran DT y un sondeo de la Secretaría de Medios de la Nación coinciden en ubicarlo bien rezagado: el promedio de los resultados de esos estudios le dan al club de Liniers apenas el 1,2 por ciento de los hinchas del país, mientras que Racing alcanza el 3,9, y San Lorenzo, el 4,2. Esta es la falencia que más exponen sus rivales del vip de los cinco grandes. De todos modos, Vélez compensa con la cantidad de socios: con 51 mil, supera por 11 mil a San Lorenzo y por 13 mil a Racing.

Final. No es el propósito de esta nota encontrarle a Vélez un espacio. Al contrario, la intención es aportar elementos al debate sobre el lugar que merecería ocupar el club de Liniers. De un lado se podría argumentar que ninguna institución hizo mejor las cosas en las últimas dos décadas, y que el crecimiento sostenido en todos los ámbitos lo debería posicionar como un grande más. Del otro, podrían demostrar sin demasiado esfuerzo que es un club sin una historia fuerte, que le falta mística, con ídolos de entrecasa y que ni siquiera tiene clásico.

El tema va a seguir en las tribunas, chicana contra chicana. Los de Vélez les mostrarán banderas de Japón a los de San Lorenzo, los de Racing se reirán de los de Vélez porque no aparecen en la tapa de Olé ni cuando salen campeones. Y el tema seguirá, seguirá y seguirá, cada vez que jueguen, cada vez que en la mesa de un bar salga la discusión sobre los grandes. Por lo menos hasta que algún día se vuelvan a repartir las cartas y a Vélez le toque la del vip. O tal vez no.