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Educando a Cristina y a Recalde Jr. el caso de Azul

Educando a Cristina y a Recalde Jr. el caso de Azul
19/11/2012 | A la Presidente de la Nación le preparan relatos pensando en la claque estable que la acompaña a los actos (todos militantes pagos) y no en el público conocedor de esos temas. Semejante ridiculez ocurrió con la opinión de Cristina Fernández de Kirchner acerca del mercado aerocomercial y las pérdidas de Aerolíneas Argentinas/Austral Líneas Aéreas.


 


David Neeleman, de Azul Linhas Aéreas: ¿Por qué Mariano Recalde no le contará ese caso a Cristina Fernández?

Las tonterías que pusieron en boca de la Presidente de la Nación demandaría alguna sanción para esos irresponsables. Se eligió, para intentar explicar que hay una realidad más allá del relato, el caso de Azul, una nueva empresa brasilera que ha logrado hacerse un nicho y ganar dinero pese a TAM y Gol. David Neeleman, presidente de la compañía aérea, quiere transformarla en la más grande del país en 10 años. Él le explicó a la revista IstoÉ Dinheiro cómo hizo para más que duplicar la facturación en un año, a R$4.000 millones (US$ 1.924 millones) y detalla su estrategia para desbancar a Tam y a Gol.
N. de la R.: 3 empresas aerocomerciales en Brasil y ninguna es estatal. Enorme expansión del mercado, sin necesidad de destrozar al Fisco. No hay problemas de aerolíneas de bandera y todas esas tonterías sindicales & ladriprogresistas. No hay improvisados a cargo (Mariano Recalde) ni ñoquis (La Cámpora) ni abusadores seriales (los sindicalistas). Hay gente arriesgando su capital a cambio de ganar dinero, un territorio mucho más extenso que el de la Argentina, con oferta de aerotransporte, y consumidores que gozan de la competencia porque obtienen mejores ofertas. Que Cristina Fernández de Kirchner opine lo que ella quiera pero, por favor, que se informe previamente porque es la Presidente de la Nación y no es justo que los argentinos (ni siquiera los que la votaron) sean sometidos a semejante intoxicación informativa. Recalde, un poco más de respeto por la investidura presidencial. Urgente24 decidió buscar un caso exitoso en estos tiempos de crisis para que se entendiera que no todo es igual. El caso de Azul podría resultar apropiado para que la Presidente tenga una visión diferente de lo que está ocurriendo.


por HUGO CILO

S. PAULO (IstoÉ Dinheiro). La rutina se repite, religiosamente, una vez por semana. Cada lunes a la noche, el presidente de Azul Linhas Aéreas, David Neeleman, se despide de su mujer, Vicki, y de sus 9 hijos, en la tranquila ciudad de Nova Canaan, en el estado de Connecticut, USA y parte al aeropuerto JFK, en New York, donde embarca rumbo a Brasil. El día siguiente a la mañana se reúne con los principales ejecutivos de su compañía aérea, en la sede de la empresa, en Barueri, en la Gran São Paulo, para hacer un balance de los negocios de la semana que pasó y definir las estrategias para los próximos días. Los jueves, el empresario, hijo de misioneros mormones, nacido y criado en Brasil hasta los 6 años de edad, hace el camino inverso a USA, de vuelta a su cómoda mansión de 13.000 m2, con 8 habitaciones, valuada en más de US$17 millones.

El intenso vaivén de Neeleman tiene, según él, un único objetivo: construir la mayor compañía área de Brasil en los próximos 10 años. “Queremos crecer, transportar más pasajeros cada día, y, por supuesto, ganar dinero”, afirmó el empresario a Dinheiro, en São Paulo. “Ser la mayor compañía aérea del país en menos de 10 años será una consecuencia”. Por detrás de esa ambición, está la esencia de la manera de hacer negocios de Neeleman. Para los mormones, la riqueza y la prosperidad financiera son vistas como bendiciones, lo que no siempre sucede en otras religiones. Su foco es la nueva clase media y sus viajes por los rincones del país.

“No tengo ningún miedo en decir que nuestra ambición es consolidar a Azul en un mercado aún de élite, en el que volar es visto por la mayoría de la población como un privilegio de gente rica”, dice Neeleman. “Cuando el gobierno y las agencias reguladoras logren ver con claridad el potencial del mercado brasileño, y los aviones lleven desarrollo a lugares que hoy están prácticamente aislados, habrá un gran cambio en el perfil económico del país. Quiero participar de eso”, afirma el empresario. Ese potencial ya comienza a expresarse en los números de Azul, una compañía enfocada en rutas regionales. Después de fusionar sus operaciones con Trip, una empresa con el mismo perfil, Azul pasó a responder por una porción de 15% del mercado aéreo del país.

Tiene una flota de 115 aviones y 33% de todas las rutas locales. Después de transportar 12 millones de personas en 2011, entre enero y septiembre de 2012 Azul ya transportó 20 millones. Cerca de 89% de esos clientes son nuevos consumidores, que nunca habían volado. Este año, la empresa espera obtener una facturación de R$ 4.000 millones, (US4 1.924 millones) cifra 2 veces mayor que los R$1.710 millones (US$ 822,4 millones) obtenidos el año pasado –que, a su vez, ya había, duplicado los $ 871,1 millones (US$ 419 millones) de 2010. La empresa, de capital cerrado (no cotiza en Bolsa), no revela su balance completo. Pero Dinheiro investigó que el color azul está desplazando al color rojo en las muestras contables. En 2011, Azul obtuvo su 1er. lucro operativo desde que comenzó a volar por los cielos brasileños.

Los últimos balances, divulgados en agosto, muestran una ganancia de R$ 25,1 millones (US$ 12, 2 millones). Es poco, pero significa mucho frente a los prejuicios operacionales de R$ 50,8 millones (US$ 24,2 millones), en 2010; de R$ 142,8 millones (US$ 68,7 millones), en 2009 y de R$ 36,3 millones (US$ 17,5 millones) en 2008. La expectativa del lucro neto (o sea el dinero que queda después de pagar los impuestos) en 2012 es de R$ 52 millones (US$ 25 millones), de los cuales cerca de R$ 19 millones (US$ 9,1 millones) provienen de Trip. “Estamos cumpliendo nuestra parte y haciendo de Azul no solo una gran compañía aérea sino la más eficiente del sector aéreo”, dice Neeleman. Para 2013, la expectativa es que la facturación quede entre R$ 4.500 millones (US$ 2.164 millones) y R$ 5.000 millones (US$ 2.405 millones), un hecho admirable en un sector que ha vivido más tristezas que alegrías.

¿Cuál es el secreto de la multiplicación de resultados?

“Elaboramos un modelo de negocio, una fórmula propia para Brasil, en la que somos los únicos y que ha resultado muy bien”, revela Neeleman.