POR: RUBEN POLETTI. El visitante encontró la ventaja tras una jugada de pelota parada, desnudando las limitaciones del local cuando debe ir en busca del arco de enfrente con el resultado en contra.

Boca Unidos volvió a decepcionar “en casa”. Ayer el “verdugo” de turno fue Patronato de Paraná, que con el simple recurso de aprovechar una jugada de pelota parada y luego cerrarse bien atrás, desnudó todas las limitaciones que tiene el “aurirrojo” cuando se trata de ir en busca del arco de enfrente, principalmente con el resultado en contra.
En un primer tiempo en el que ninguno de los dos hizo mucho para merecer ventajas, el conjunto entrerriano se puso adelante con un cabezaso de Leonardo Acosta, y a pesar de que el dominio de la pelota y el campo fue patrimonio de Boca Unidos durante toda la segunda parte, el equipo de Ortíz careció de la claridad necesaria para romper con la doble línea de cuatro que propuso el “Patrón”.
El partido, válido por la undécima fecha del torneo de fútbol de la Primera B Nacional, se jugó ante escasa cantidad de espectadores, y sólo tuvo por momentos clima de clásico luego de la tardía llegada de unos pocos hinchas paranaenses que obligaron al cruce de cánticos con los locales.
Ambos equipos salieron a plantear el partido con esquema de juegos similares, ya que tanto el “Indio” Ortíz como la dupla Marini-Medero saltaron a la cancha con un sistema táctico 4-3-1-2. El entrenador local sorprendió con los intérpretes, ya que ingresaron al equipo Alfredo Ramírez y Lucas Acosta en lugar de Oscar Gómez y Marcelo Quinteros, retrasándose Franco Flores al lateral derecho de la defensa.
El equipo local intentó manejar la pelota, pero sólo lo logró en cuentagotas, cada vez que Matías García la recibió, aunque le costó encontrar socios acordes para interpretar la misma sintonía. Además, al “aurirrojo” le costaba llegar, a punto tal que sólo arrimó con un disparo que se fue desviado de Toledo desde la puerta del área, luego de una doble pared con García.
Por el lado de Patronato, la historia no difería mucho. Y como el “Pato” Pérez fue prácticamente un mero espectador, y tanto Bustos como López estaban más preocupados en marcar que en crear, la visita sólo inquietaba con pelotazos largos en busca de Leo Acosta y Carrasco, buscando aprovechar la velocidad de ambos delanteros, y alguna que otra pelota parada.
La visita se aproximó a través de un remate de media distancia de Leo Acosta que Sessa contuvo abajo sin dar rebote, y un cabezaso de pique al suelo del “lungo” Andrade, que el “Gato” volvió a control con mucha seguridad contra el vertical izquierdo.
Todo era muy parejo, de no ser por un gran anticipo ofensivo de Leo Acosta, que fue a buscar un tiro de esquina de Ramiro López, para con fuerte cabezaso superar la estirada de Sessa.
Con otra actitud, Boca Unidos salió en el complemento a buscar desde el primer minuto el empate. De hecho lo consiguió, pero a través de una acción invalidada por el árbitro a instancia del juez de línea, cuando Ríos se hizo de la pelota tras una serie de rebotes en el área visitante, para definir de zurda ante el achique de Bértoli.
Parecía otro equipo el “aurirrojo”, que volvió a estar cerca del empate luego de un anticipo defensivo de Baroni, quien combinó con Toledo y fue a buscar la devolución, definiendo con un violento zurdazo cruzado que se fue apenas ancho.
En el local ingresó Pablo Bastianini por Ramírez, pasando el local a un esquema 4-3-3. El zaratense, que reapareció luego de casi dos meses, se mostró siempre como descarga, bajando unos metros para recibir, aguantar y combinar con sus compañeros. A los pocos minutos, la dupla hizo entrar a Babak por Pérez, denotando la clara intención de superpoblar la mitad de cancha para cuidar el resultado.
El “aurirrojo” volvió a estar cerca con una apilada de García por izquierda, quien metió un centro que encontró el cabezaso de Bastianini, que se fue desviado. Seguidamente, una habilitación del “enganche” para Gonzalo Ríos, derivó en un remate del chaqueño que encontró bien ubicado a Bértoli, cuando el público local aclamaba el empate.
Fue una de las últimas acciones de riesgo que creó Boca Unidos, donde ingresaron Sánchez Paredes y Archubi por Acosta y Flores, pasando a defender con 3 hombres en el fondo. De nada sirvió, porque García comenzó a sentir el trajín del juego, y a medida que pasaban los minutos el equipo correntino comenzó a desesperarse, dejando de atacar por la bandas para caer en el embudo que le propuso Patronato, que con poco se llevó mucho ayer de Corrientes.
Ortíz deberá trabajar mucho para cambiar a un equipo que no parece estar preparado para asumir el protagonismo de un partido. La estadística como local lo demuestra claramente, fracasando cuando se trata de desarticular esquemas conservadores, los mismos que tan buenos resultados aplica cuando juega fuera de casa.