CRISIS EN LA POLÍTICA ECONÓMICA
Designan a Pinocho economista-jefe de Presidencia de la Nación

Designan a Pinocho economista-jefe de Presidencia de la Nación
18/08/2012 | El gobierno del Frente para la Victoria se encuentra convencido de que instalando algunos conceptos, básicamente a través de la cadena nacional de radio y TV a la que accede Cristina Fernández de Kirchner, modificará la realidad, maquillándola según su conveniencia. Por un lado eso es difícil, en especial durante un ciclo económico adverso, y en verdad revela una gran impotencia para corregir aquello que está mal.


 


"Pinocho" (en italiano "Pinocchio"), marioneta de madera protagonista del libro "Las aventuras de Pinocho", escrito por Carlo Collodi y publicado en Italia en un periódico desde 1882 hasta 1883, con los títulos "Storia di un burattino" ("Historia de un títere") y "Le avventure di Pinocchio" ("Las aventuras de Pinocho'"), ilustradas por Enrico Mazzanti.
 

Cristina Fernández de Kirchner descansa en la Patagonia, los difusores de su pensamiento se encuentran disfrutando del fin de semana mojado, y es oportuno, entonces, regresar con cierta calma sobre algunas de las mentiras fundacionales de la economía del Frente para la Victoria.

La Presidente levantó, en reiteradas ocasiones, la bandera del desendeudamiento como una contribución muy importante al bienestar presente y futuro de la sociedad, de manera tal que surge como parte del discurso que el Frente para la Victoria llevará a las urnas en 2013, buscando el número suficiente para la reforma constitucional que le permita a Cristina prolongar su mandato presidencial.

Recientemente, en una presentación en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Presidente actualizó su punto de vista cuando presentó la cancelación de los BODEN 2012 –tal como ya ocurrió con la estatización de los ahorros previsionales, la apropiación de reservas del Banco Central y la confiscación de las empresas privatizadas– como otro eslabón en la cadena del desendeudamiento.

La mentira o desinformación de la Presidente es considerable y no debería permitirse que sigan intentando instalarla como cierta.

La deuda pública nacional registrada todavía es superior a la de la década de los ’90... y la contabilidad pública no registra una gran cantidad de nuevos pasivos.

En base a trabajos del Instituto para el Desarrollo Económico y Social Argentino (Idesa) y de la consultora Economía & Regiones, se aportan aqui algunos datos significativos para denunciar a quienes 'intoxican' (informativamente/ideológicamente) a la Presidente de la Nación.

Idesa recordó:

"La pregunta que cabe hacerse es si realmente se está ante una disminución de la deuda pública. La Subsecretaría de Financiamiento del Ministerio de Economía mide parte de los pasivos que acumula el Estado nacional y según esta fuente se observa que:

> Entre los años 1993 y 2001, la deuda pública nacional fue –en promedio– el 39% del PBI.

> En el año 2002, con la salida de la convertibilidad, el default, la pesificación asimétrica y la brusca caída de la producción, la deuda pública subió hasta 166% del PBI.

> En el año 2011, la deuda pública del Estado nacional descendió a 45% del PBI de los cuales 42% es deuda regularizada y 3% del PBI es deuda todavía en default que no entró a los canjes."


Acerca de esa relación deuda/PBI, Economía & Regiones intentó brindar precisiones:

"¿Ahora bien, la reestructuración bajó el nivel de deuda o disminuyó su peso en términos del PBI? Si se compara el nivel de endeudamiento resultante de la reestructuración con el que había a fines de 2004 la respuesta es afirmativa, porque la reestructuración de deuda desendeudó a nuestro país. El stock de deuda cayó de US$ 191.296 (2004) a US$ 128.630 millones (2005) y el ratio deuda / PBI se redujo de 126% (2004) a 71% (2005).

Por el contrario, los resultados del canje de deuda no fueron tan formidables cuando la comparación se hace contra fines de 2001. En este caso el resultado es mixto. Po un lado el nivel de deuda bajó -10.9%; cayendo de US$ 144.453 millones (2001) a US$ 128,630 millones (2005).

Por el otro, la relación deuda / PBI aumentó 17 puntos porcentuales, de 54% (2001) a 71% (2005).

Esto ocurre porque, además de que se reestructuró sólo una parte de la deuda que entró en default 2001, el Gobierno Nacional siguió emitiendo deuda en 2002; 2003 y 2004 (entre el default y la reestructuración).

Por el contrario, el aumento del peso de la deuda en términos del PBI se debió, fundamentalmente, a la pérdida de valor que sufrió nuestra economía como resultado de la mega devaluación del 2002. (...)".


Acerca del default, que todo indica será un capítulo considerable de la pesada herencia que dejará el FpV, Idesa apuntó:

"Resulta muy significativo que U$S 11.000 millones de deuda todavía permanezcan en estado de default. Luego de dos canjes de bonos, en los que se lograron imponer importantes quitas, todavía no se ha logrado regularizar la situación crediticia de la Nación. La principal consecuencia para la Argentina es que su acceso al crédito voluntario es muy limitado. Por eso, el Estado Nacional no tiene otro remedio que endeudarse con otros organismos de la administración pública."

Por ejemplo, pasivos con el Banco Central, que técnicamente está quebrado, y por eso es ridículo exigirle a los argentinos que se pesifiquen, o sea que se suiciden en términos de ahorro.