El EStado Paga Por Conductores Irresponsables
Los accidentes de tránsito elevan los costos de la salud pública

Los accidentes de tránsito elevan los costos de la salud pública
00/00/0000 | Hasta un millón de pesos puede demandar la asistencia en un centro de salud de un herido en choque. El 75 por ciento de los accidentados que ingresa al Hospital Escuela son motociclistas.


Cada fin de semana el sector de emergencias del Hospital Escuela General San Martín colapsa debido a la cantidad de lesionados en choques que recibe. Con un promedio de 40 personas heridas los sábados y domingos, el centro de salud debe afrontar los altos costos de la asistencia. La mayor parte de las víctimas de siniestros viales requiere atención especializada, dada la gravedad de sus lesiones, como es el caso de un traumatismo severo de cráneo. Teniendo en cuenta que muchas veces la mayoría de los choques resultan de conductas imprudentes y serían posible evitarse, la millonaria cifra que se deriva a la atención en este sector podría ser utilizada en equipamiento, insumos o en la lucha contra enfermedades.
Un lesionado que ingresa al Escuela puede llegar a consumir cerca de 1 millón de pesos, según estimó el doctor Martín Olivetti, integrante del Servicio de Neurocirujía del Hospital Escuela . Desde las gasas para un raspón hasta los elementos para las cirugías demandan una erogación para la economía del sistema de salud pública.
El movimiento de la ambulancia –con un médico, un enfermero y un chofer– desde la guardia del hospital al lugar del accidente, ya constituye un gasto. De los lesionados que ingresan al centro de salud, un porcentaje permanece en salas comunes por heridas leves. El costo es de unos 650 pesos por día por cada internado en este tipo de salas. Otros, debido a la gravedad de sus lesiones deben ingresar a terapia, por una suma de 1.800 pesos diarios.
Quienes deben recibir asistencia en salas de alta complejidad por padecer algún traumatismo de cráneo, amputación o secuelas, requieren el uso de tomógrafos, respiradores artificiales y rayos x, entre otros equipos. Aquellos que reciben el alta, deben volver para control o rehabilitación, por lo que la demanda de atención se extiende. A esto se suman los estudios, los medicamentos y todo lo que requiere un accidentado en tratamiento.

Los jóvenes y las motos
El doctor señaló que el 50 por ciento de los pacientes que ingresan al Escuela son accidentados y un 75 por ciento de los mismos, son por motocicletas.
El promedio de edades abarca entre 17 y 30 años, y la mayoría de los choques se produce los fines de semana y durante la madrugada. Los conductores heridos por lo general están alcoholizados, no llevan casco, no tienen carné, van a alta velocidad o transportan a varias personas.
En el Servicio de Neurocirugía se realiza un promedio de 300 intervenciones al año, de las cuales la mitad es a causa de siniestros viales. Esto significa que se concreta una cirugía cada dos días, aproximadamente.
Respecto del trato de pacientes, Olivetti explicó que un choque puede producir en una persona una hematoma o algo más grave, en este caso requiere la participación de un neurocirujano, asistentes e instrumentistas. Si se trata de golpes cerebrales leves, pueden presentar lesiones intracerebrales como hematomas, contusiones, fractura de cráneo que a veces no necesitan cirugía pero pueden dejar secuelas. Del mismo modo, el paciente que sale de coma, debe ser internado en terapia intensiva con respirador, usar una sala durante seis horas, ocupar durante 20 días una cama y otro tiempo más en sala general, además de la rehabilitación y a esto se le suma el uso de antibióticos y otros medicamentos por 2.000 pesos. Por esta razón, expresó que “mantener un paciente traumatizado puede costar hasta un millón de pesos”.

Consecuencias
En cuanto a las secuelas que dejan los siniestros, el médico señaló que queda un síndrome de estrés postraumático que genera cambios de humor, dolores de cabeza frecuentes y otros síntomas que no tienen causas o tratamientos específicos, por lo que se va tratando al paciente de manera asintomática. Asimismo, existen consecuencias más graves como lesiones en la columna o en el cerebro. Explicó que “cuando se sacan hematomas de la cabeza también se quitan neuronas, y se limitan funciones del cuerpo”.

Charla en las escuelas:
Educación vial a niños
“Un conductor o peatón responsable debe recibir formación desde pequeño. La conciencia vial se cultiva desde la primera infancia”, reflexionó el defensor del pueblo Miguel Alegre en el marco de las actividades de educación vial que realiza la institución para alumnos del nivel primario y secundario.
Alegre insistió en la necesidad de instruir a los niños en materia vial desde edad temprana. “Pese a los esfuerzos que venimos haciendo desde esta institución para que la educación vial se incorpore a los programas de estudio oficiales, aún sigue siendo una materia pendiente en las escuelas”, expresó.
Días atrás, la institución brindó una charla en la que un grupo de alumnos de 3º, 5º y 6º año del nivel secundario del instituto Saint Martin, expuso sobre conocimientos aprendidos en las distintas capacitaciones que la Defensoría previamente había llevado a cabo en esa escuela.