DESASTRE FERROVIARIO
Cirigliano sigue siendo tema tabú

Cirigliano sigue siendo tema tabú
27/02/2012 | Los hermanos Cirigliano resultan un tema complicado para el Frente para la Victoria, por su relación con Néstor Kirchner, durante y después de Ricardo Jaime, y con Cristina Fernández, por añadidura. Las dudas no le permiten pensar a los genuflexos oficialistas, quienes se encomiendan a las encuestas que ya vienen.

 


N. de la R.: El secretario general del gremio ferroviario La Fraternidad, Omar Maturano, precisó que el maquinista "nunca" declaró haber advertido por radiofrecuencia a la empresa TBA sobre las supuestas fallas en los frenos de la formación de la línea Sarmiento.

"El compañero nunca habló de ningún audio, nada. Lo que alegó ante el juez (Claudio Bonadío) fue que las aplicaciones de servicios de frenos no respondieron. Él nunca dijo que avisó a la empresa que no tenía frenos", dijo el titular de La Fraternidad, que representa a los maquinistas.

Maturana destacó que otro conductor sí había avisado sobre algunas fallas en esa formación, horas antes.

"El que venía avisando era el primer compañero que sacó el tren, a las 3:30 de la mañana. Este compañero avisó (a la empresa) que el tren tenía el freno largo", dijo el sindicalista en declaraciones a radio El Mundo.

 No fue la semana que esperaba el gobierno. En vez de descomprimir los escándalos y los errores en la gestión, la tragedia de la Estación Once desnudó la ineficiencia de la política ferroviaria establecida por Néstor Kirchner y la ficción de la nueva burguesía nacional creada de la mano de la distribución de subsidios a los servicios públicos.

Es cierto, el Grupo Cirigliano creció al amparo de las privatizaciones de Carlos Saúl Menem, pero incentivado y asociado con el gobierno de Néstor Kirchner, logró sus negocios más suculentos: el control de las líneas de ómnibus de las zonas Norte y Oeste, los talleres de Emfer, el salto al Brasil, Uruguay y USA, el desembarco a la industria electrónica y el crecimiento en el mundo del seguro y las finanzas.

Si hasta casi tuvo una línea aérea...

De todos los grupos beneficiados por la distribución de subsidios al transporte, el Grupo Cirigliano se ubicó a la cabeza del dinero, gracias a los aportes del Tesoro a los ramales ferroviarios, micros de larga distancia y los colectivos de corta y media distancia.

A cambio, ante dos requerimientos de la Auditoría General de la Nación (2008 y 2011), el holding se negó a explicar en qué invirtió el dinero recibido de las generosas manos de Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi y Julio De Vido, al tiempo que ignoró todos los informes de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte, su órgano natural de vigilancia en la gestión de los servicios públicos.

En el imaginario del buen kirchnerista, tiene que haber un culpable cuando hay 50 muertos y más de 700 heridos.

Nunca puede ser el Estado, que según el argumento que esgrimen, está siempre presente, es eficiente, es eficaz y no comete errores.

Menos pueden ser los funcionarios del rubro, porque es sabido que ellos, sólo obedecen las órdenes que les impartieron Néstor Kirchner (en el pasado) y Cristina Fernández (en el presente).

Pero tampoco puede ser el Grupo Cirigliano, dado que sería reconocer el fracaso de la política ferroviaria oficialista y el error al haberlo elegido como aliado.

Así, a 4 días de ocurrida la catástrofe, el gobierno está paralizado.

Se debate entre rescindir la concesión, intervenir el Sarmiento, despedir a Juan Pablo Schiavi o mantener la boca cerrada.