Hace una semana trascendió que el kirchnerismo cristinista, que a partir de este sábado 10/11 tendrá mayoría en las cámaras legislativas, volvería a impulsar un proyecto de ley para intervenir en el mercado del papel para diarios.

Ahora, cuando apenas falta 1 día para que la presidenta Cristina Fernández inicie su segundo período, la Sindicatura General de la Nación (Sigen) formuló una nueva presentación, mientras que la Sala I de la Cámara Federal le dio un nuevo impulso a otra querella de la Secretaría de Derechos Humanos contra la empresa.

Daniel Reposo y Agustín Tarelli, ambos síndicos del capital estatal, imputaron a los representantes del capital privado de haber cometido diversas irregularidades en perjuicio de la empresa, del Estado y de la sociedad en general.

La denuncia promovida quedó radicada en el Juzgado Federal a cargo de Julián Daniel Ercolini, según informaron la Sigen y la agencia estatal Télam.

En forma simultánea a esta nueva embestida , la Sala I de la Cámara Federal consideró que es competente para intervenir en una querella que había sido formulada por la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Eduardo Luis Duhalde, que acusó a los accionistas de Clarín y La Nación de haber cometido graves violaciones cuando adquirieron la empresa, en 1976.

Ante la decisión de incorporar el tema en sesiones extraordinariasla ley que declara de interés público en todo el territorio nacional, la producción, distribución y comercialización del papel de pasta celulosa para diarios, en la oposición se encendió las luces de alarma.

Al respecto, el jefe de la bancada macrista de Diputados señaló que el proyecto es "claramente" una "amenaza a la libertad de prensa". Asimismo comparó el gesto del Gobierno con ataques al periodismo denunciados en países como "Ecuador o Venezuela".

Pinedo no tiene dudas de que la iniciativa que impulsa el oficialismo es una "amenaza importante a la libertad de prensa porque nadie cree que hagan esa ley para que las cosas se queden como hasta ahora, es decir, que los diarios tengan el papel que quieran".

En tal sentido señaló por radio Continental que "claramente parece una medida orientada a atacar el insumo central de los diarios principales de la Argentina: La Nación y Clarín, que son los dueños de Papel Prensa".

Pinedo sostuvo que si bien "en teoría" las editoriales Clarín y La Nación parecerían estar en una situación privilegiada respecto a otros diarios argentinos en cuanto a los precios que tienen que pagar el papel y a su provisión, "en la práctica no sucede así". Puntualizó además que "en la práctica hay libertad absoluta e importación de papel del extranjero, que es más barato que el nacional".