El temor a la fuga de capitales con la intervención del mercado del dólar y la sucesión en el Palacio de Hacienda agudizaron la interna entre el todavía ministro Amado Boudou y la titular del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, quien aspira a ser ella la que sugiera a la Presidenta a la nuevo mandamás de esa cartera desde diciembre próximo.

Por un lado, Boudou quiere poner en su sillón a algún hombre de su círculo, como el abogado Hernán Lorenzino, si es que la Presidenta le da ese margen de selección. O incluso el titular de la Anses, Diego Bossio.

En los últimos días, la jefa de Estado hablo con Del Pont sobre balance comercial y financiero, de los dólares exportados que quedan a mitad de camino y de esa reunión salió la norma para obligar las petroleras y mineras a liquidar su dólares en el país, algo que inyectaría unos US$ 2 mil millones. Sin embargo, no le consultó sobre las nuevas imposiciones para la compra de dólares.

En ese debate, le arrebataron al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, el “viejo proyecto” en el que venía trabajando, que lo convertirá desde mañana en el “árbitro del dólar”. Marcó se enteró apenas momentos antes que los banqueros, y el anuncio lo hizo Boudou en los pasillos de Hacienda.

Uno de los motivos que habrían motivado esa omisión de la opinión de Del Pont es que el ministro de Economía es crítico sobre cómo el Banco Central enfrenta la demanda de dólares.

Crisis post Redrado. El enfrentamiento entre Del Pont y Boudou surgió con la renuncia de Martín Redrado al BCRA en febrero de 2010. En ese momento comenzó la puja por asegurarse un espacio de poder dentro del banco

El vice electo ganó poder con el nombramiento en el directorio de Sergio Chodos en 2009 y luego se fortaleció tras la salida de Redrado, con la designación Benigno Vélez. Del Pont, que ingresó debilitada al BCRA dado que el Congreso no le aprobó su designación hasta mediados de 2010, tuvo que contrarrestar la avanzada de los hombre de Boudou en la política monetaria, hasta hoy.

Tras la crisis de la reserbas, Marcó del Pont contó con sólo dos aliados dentro del directorio: el vicepresidente, Miguel Angel Pesce, y Arturo O´Connell, de gran influencia en Cristina Fernández.