Luego Del Comicio
Fuga de capitales: igual que antes

Fuga de capitales: igual que antes
25/10/2011 | ¿Cuál es el volumen real de las reservas de libre disponibilidad en el Banco Central? Comienzan a acumularse expectativas negativas que se reflejan en la fuga permanente del peso hacia el dólar, y que no consiguen revertir los comportamientos policiales de Guillermo Moreno y Mercedes Marcó del Pont.

 

por EDGAR MAINHARD

Obtenido ya el abrumador triunfo de Cristina Fernández para liderar el Ejecutivo Nacional en el período 2011-2015, se impone, más allá de los festejos pendientes y el homenaje a Néstor Kirchner a 1 año de su muerte, iniciar el abordaje de cuestiones muy importantes para la sociedad argentina.

Por ejemplo, resulta casi un grotesco suponer que seguir desplegando personal, equipos y vehículos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) podrá detenerse la fuga de capitales, un acontecimiento gravísimo por el monto mensual y la continuidad de la transferencia, que ya supera los US$ 64.000 millones desde el inicio del mandato de Cristina Fernández.

Si US$ 3.000 millones por mes de dinero fugado del país no es un dato preocupante, ¿cuál es el monto que sí merecería la atención de los gobernantes?

Es cierto que la fuga de capitales no es un motivo que pueda condicionar o impedir que la mayoría de los electores manifieste su legítima preferencia por la Presidente en ejercicio, pero, luego de recibir la adhesión popular, Ella y su equipo no pueden subestimar la profundidad de la crisis de expectativa que manifiesta ese comportamiento coincidente entre miles y miles de agentes económicos.

La respuesta del Frente para la Victoria fue, hasta la fecha,

> ganar tiempo vendiendo divisas por debajo del precio que fijan las expectativas del mercado, ofreciendo a cambio una 'bicicleta' financiera peso/dólar onerosa para el Estado;

> sostener un discurso del Banco Central, que argumenta que la fuga es un habitual comportamiento preelectorale, reversible luego del comicio del pasado domingo 23/10; y

> enviar a personal del Banco Central, la Afip y la Unidad de Investigaciones Financieras a intentar amedrentar con su presencia a los potenciales compradores y posibles vendedores, como si la operatoria 'en negro' se hiciera donde se hace la que es 'en blanco'.

La respuesta del mercado fue mantener la preferencia por el dólar estadounidense, desprendiéndose de la moneda argentina. Es un comportamiento masivo. Y que va más allá de las preferencias electorales e ideológicas. De la compra de divisas también pueden participar electores de Cristina porque el bolsillo de las personas no necesariamente expresa sus colores políticos.

El Ejecutivo Nacional debería trabajar en despejar una sospecha que se afirma entre los demandantes más importantes: que las reservas de libre disponibilidad en el Banco Central no sostienen una paridad cambiaria de $ 4,30.

En el mercado crece el rumor de que las reservas de libre disponibilidad en el Banco Central son inferiores a US$ 22.000 millones, y eso supone una paridad cambiaria bien diferente de la vigente.

La diferencia entre esos US$ 22.000 millones y los US$ 48.000 millones que informa el Banco Central, según esas intrigas, serían bonos y otros papeles sin liquidez. En la jerga, 'papel pintado'. No es un dato que merezca menosprecio de parte de las autoridades ya que la consecuencia es que seguirá incrementándose la fuga de divisas.

Al respecto, cabe preguntarse cuál es el monto de capital local desplazado hacia el extranjero que sí llamará la atención de Amado Boudou, Mercedes Marcó del Pont y sus respectivos posibles sucesores. Es como si se hubiera perdido la capacidad de asombro o alarma.

Cristina Fernández, con el enorme poder político que le concede el triunfo en 1ra. vuelta por más del 54% de los sufragios emitidos, fue convencida de no priorizar ni la fuga de capitales ni la tasa de inflación sino concentrarse en el nivel de actividad y el volumen de empleo/subsidios.

Es probable que la Presidente se encuentre mal asesorada al respecto porque en una macroeconomía no hay compartimientos estancos y porque corresponde conocer qué están expresando los compradores masivos de divisas.

Luego, la compra masiva de divisas y la inflación persistente pueden devorar el capital político obtenido por la Presidente. Y eso provocaría cierta frustración acerca del poder del voto emitido.

Por el contrario, abordar lo que está ocurriendo no sería una demostración de debilidad sino de responsabilidad que reforzaría el poder político personal de la Presidente.