De esta manera, la millonaria de 88 años perdió la batalla judicial que mantiene con su hija desde hace años por la gestión de sus bienes.

En tanto, el mayor de sus nietos, Jean-Victor Meyers, será el encargado de la tutela personal de la anciana mientras que sus bienes y su fortuna pasarán a ser gestionados por sus dos nietos y por su hija, Françoise Bettencourt-Meyers. Los bienes y patrimonio en juego están estimados en U$S 24.000 millones.

El dato. Lo radical es que la hija y los nietos de la millonaria quedan al manejo del 30% de las acciones que posee la anciana heredera en L’Oréal, así como los derechos de voto en el consejo de administración del imperio mundial de cosmética y belleza.

La jueza Stéphanie Kass-Dann, del tribunal de Courbovoie anunció el dictamen luego de estudiar un informe médico que pone de relieve la gravedad de los problemas cognitivos (un estado de “demencia moderadamente severo” y un “avance de la enfermedad de Alzheimer” que permiten pronosticar un “proceso degenerativo cerebral lento y progresivo”).

El litigio ante los tribunales se había iniciado en 2008, cuando Meyers-Bettencourt la hija de la heredera de L’Oréal acudió a los tribunales para pedir la “protección” de su madre.