VISIONES
De mafias chinas y la Argentina

De mafias chinas y la Argentina
12/10/2011 | En los medios occidentales anti-chinos les gusta hablar de “mafia china” para crear una mala imagen de la gran potencia emergente. Mientras, los “pro-chinos” (los que hacen buenos negocios con China) prefieren evitar esa palabra. Yuri Doudchitzky, de Zaichina, nos cuenta sin pelos en la lengua cómo el hampa oriental sí existe y está desbocada en la Argentina más allá del silencio oficial.

Yuri Doudchitzky es un periodista que suele publicar artículos referidos a la relación de América Latina y China. En su última nota, publicada este miércoles (12/10) en Zaichina, un portal especializado en el Gigante Asíatico, hace una arriesgada toma de posiciones que vale la pena resaltar por su valentía. Es cierto que la mafia china está desbocada en la Argentina.

"Practicamente cada día llega a Buenos Aires una familia proveniente de la provincia china de Fujian. Vienen “a hacer la América”, igual que italianos y españoles (también alemanes, polacos, árabes y judíos) 100 años atrás. Y llegan a trabajar a un supermercado (a diferencia de cantoneses y shanghaineses que suelen trabajar en restaurantes). Primero trabajan 12 horas diarias de domingo a domingo, reponiendo mercancías. Los más despiertos pasan luego a la caja y más tarde a encargados del local. En unos años se convierten en dueños de un supermercado, visten bien, andan en buenos autos, envían a los niños a buenas escuelas y luego abren otro supermercado. Los xenófobos de siempre dicen que reciben ayuda del Gobierno para conquistarnos y someternos. Eso, si no los matan antes.

En los últimos 10 días, tres chinos dueños de supermercados fueron asesinados y un cuarto puede considerarse afortunado porque sólo recibió una bala en la pierna.

Pero que nadie hable de mafia, por favor. Son sólo hechos aislados. Al igual que la inusual protesta acaecida 15 días atrás en la ciudad de Bahía Blanca. ¿Alguien vio alguna vez un supermercado chino cerrado? Pues en Bahía Blanca, el mes pasado todos cerraron durante una semana, como protesta contra la actividad extorsiva de ciertos compatriotas dedicados a la asociación ilícita. Me lo confirmó una amiga que estaba allá. En los medios no apareció ni una palabra al respecto.

El 29 de septiembre, un empresario de 46 años que pretendía abrir su segundo local fue asesinado -en Temperley, provincia de Buenos Aires- por un hombre que llegó con su camioneta hasta la puerta del local y le disparó sin decir palabra. Ya había sido amenazado. Comenzando octubre, otro dueño de supermercado fue baleado en una pierna por un hombre que le exigió dinero para abrir otro local. La familia del herido posee unos cuantos supermercados. Su cuñado, He Xinchao, fue asesinado de tres tiros el 9 de octubre, cuando estaba en la caja faltando minutos para cerrar. El 10 de octubre, otro comeciante chino fue asesinado, esta vez en pleno centro de Buenos Aires. Los medios no han dado su nombre (tanto a nuestros policías como a nuestros periodistas les cuestan mucho los nombres chinos), sólo informaron que tenía 35 años.

En los medios occidentales anti-chinos les gusta hablar de “mafia china” para crear una mala imagen de la gran potencia emergente. Mientras, los “pro-chinos” (léase los que hacen buenos negocios con China) prefieren evitar esa palabra. Dentro de éstos últimos se encuentran los medios oficialistas. Por supuesto, el gobierno argentino jamás hizo un comentario sobre este tema. Es más importante mantener las buenas relaciones con la embajada que defender a los inmigrantes que vienen a trabajar honradamente. Y todos sabemos que el discurso oficial es que China es una sociedad armónica, que no exporta la violencia.

Pero ya es hora (al menos para mí) de dejar de hacerle el juego a unos y otros y empezar a comprometerse en la defensa de la gente común y corriente que lo único que busca es un futuro mejor para sus hijos. LA MAFIA CHINA está desbocada. No es algo que preocupe a los argentinos, porque las víctimas son siempre chinas (aunque los victimarios muchas veces sean sicarios argentinos). Además, nosotros hemos sido históricamente un país de mafiosos. Hemos tenido la mafia judía de la prostitución; nuestros militares siempre han sido mafiosos, también nuestros políticos y empresarios. Pero -hay que decirlo- excepto en el caso de los militares, los demás grupos mafiosos nunca han sido tan violentos como esta mafia de Fujian".