- La detención del delegado ferroviario de la Línea Sarmiento, Rubén ‘Pollo’ Sobrero a 20 días de las elecciones generales salpicó la campaña de Cristina Fernández, provocó una inesperada división en el oficialismo, el despertar de Hugo Moyano con su apoyo al gremialista de extracción trotskista y genera una alerta en el Gobierno sobre cómo manejará los conflictos gremiales que se vienen en un contexto de complicaciones económicas.

Es claro que la detención de Sobrero no alterará el resultado electoral del 23/10 pero será un tema que deberá atender Cristina Fernández en su segundo mandato, además de la economía en un contexto internacional que se vuelve adverso y que repercutirá en nuestro país con la lógica consecuencia de los reclamos de los sindicatos.

Cuando todo parecía para el kirchnerismo un paseo hacia las elecciones del domingo 23, el tema Sobrero -en un operativo con reminiscencias procesistas, intercepción con vehículos mediante- provocó la inusitada solidaridad de la CGT de Hugo Moyano, la CTA kirchnerista y de otros sectores aliados del Gobierno nacional.

No solo se alteró la campaña. La izquierda de Jorge Altamira, principal activista por el esclarecimiento del asesinato de Mariano Ferreyra que desencadenó en la detención de José Pedraza, recobró ímpetu tras el “milagro” de agosto. También el alicaído “Pino” Solanas tuvo un empujón.

Pero el que más levantó la voz fue Hugo Moyano, sobre quien el Gobierno pensaba más en su relevo en las elecciones de junio de 2012 de la central obrera, más que en este giro de apoyo a la izquierda y que lo enfrentó con el futuro senador nacional y por ahora Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

"Este Gobierno nunca persiguió a nadie. Nunca he renegado de mi amistad personal con Moyano. Pero yo no digo amén a todo, y en este caso no estoy de acuerdo. Primero porque este gobierno no persiguió a nadie, buscó justicia en los lugares que debió buscarlos. Y mucho menos perseguir sindicalistas. Lo que no vamos a hacer, ante una situación como esta es tabicarla. Nunca lo hicimos y nunca lo vamos a hacer", dijo Fernández.

La réplica de la CGT vino de Julio Piumato: "Yo creo que el jefe de Gabinete, y muchos coinciden, no tuvo un gesto feliz al hablar de la causa que estaba en secreto de sumario y salir a defender al juez. No es un acierto por parte de un miembro del Poder Ejecutivo nacional".

También advirtió Piumato, autor del comunicado sobre Sobrero que emitió la CGT, que la presidente Cristina Fernández podría rondar "el 60 por ciento de los votos" en las elecciones de este mes y evaluó que "es de sentido común pensar que al Gobierno no le conviene" la polémica por la detención de Sobrero.

Fernández fue el primero en respaldar el accionar el juez Yalj, quien espera la firma de Cristina Fernández para ascender a Camarista Federal de San Martín, pero del resto del gabinete hay solo silencio sobre el caso Sobrero. Por caso llama la atención que no haya ningún pronunciamiento de Nilda Garré, ministra de Seguridad. Ni de Florencio Randazzo, ministro del Interior. ¿Están de acuerdo con Fernández? ¿Representa Fernández la opinión de todo el Gobierno?

En tanto la CTA kirchnerista también cuestionó la detención del ferroviario y dijo el domingo 02/10 que le "llama profundamente la atención", la modalidad violenta con la que se apresó a Sobrero por considerar que "se aleja del Estado de derecho".

"Las diferencias que podamos sostener con militantes de distintas vertientes políticas y sindicales no son para esta central obstáculo alguno al momento de defender las garantías individuales propias de un sistema democrático", había dicho Yasky el viernes pasado.

Más allá de las organizaciones gremiales, este lunes 03/10 sumó su repudio el Cels de Horacio Verbitsky quien la semana pasada atendió a través del diario Página/12 a Carlos Soria, el candidato K electo en Río Negro.

La entidad, consideró que la detención del delegado gremial fue "irregular y en el contexto de una investigación plagada de dudas".

También alertó que "resulta preocupante la persecución penal de un militante de larga trayectoria comprometido con la defensa de los trabajadores. Sobrero denunció de manera sistemática las lógicas mafiosas de la cúpula de la Unión Ferroviaria, encabezada por José Pedraza, hoy detenido por el asesinato de Mariano Ferreyra".