Con el 50% de Cristina Fernández como una sentencia prácticamente inamovible, la oposición empieza a transitar los últimos 30 días que la separan de los comicios presidenciales del 23/10 con alianzas electorales en crisis, cruces entre candidatos, alquimias de último momento y sobre todo sumida en el desconcierto y una gran debilidad que apenas le alcanza para soñar con el 2015.

El caso de Unión para del Desarrollo Social (Udeso) es el más ejemplificador de lo que atraviesa por estos días el arco opositor.

De una alianza electoral pensada por Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez para sumar mutuamente a nivel nacional y provincial, hoy poco queda. Sus principales referentes hacen campaña por separado, el radicalismo en el interior impulsa el corte de boleta y en el caso de De Narváez se muestra públicamente con otro candidato presidencial y hasta hace campaña intentando captar votos de Cristina Fernández que estén disconformes con Scioli.

El postulante presidencial del radicalismo está cada vez más solo. Tiene que ver impotente como sus correligionarios de Mendoza, La Pampa y Entre Ríos alientan el corte de boleta con desparpajo.

En esa situación, Alfonsín solo atina a atacar a Hermes Binner seguido por un puñado de los que todavía lo acompañan con la esperanza de restarle algunos votos y recordando que fue el 2do en las primarias.

Algunas encuestas que los radicales intentan ocultar a cualquier precio indican que habría bajado a un 3% aproximadamente la intención de voto de Alfonsín.

Francisco De Narváez, socio del hijo del ex presidente, se concentra en “provincializar” la campaña. El Udeso, más que sumar mutuamente, neutralizó a ambos. De ahí se explicaría que el diputado haya bajado su porcentaje en Buenos Aires del 32% en el 2009 –cuando derrotó al Néstor Kirchner- al 17% en las internas de agosto.

Algo parecido le pasó a Alfonsín. Sumar a De Narváez le quitó el apoyo de gran parte del voto radical que se considera a sí mismo de centroizquierda y por eso su performance el 14/08 –a pesar del segundo lugar- estuvo a medio camino de las expectativas de balotaje para octubre.

Así, De Narváez se maneja como si tuviera boleta corta en la provincia de Buenos Aires.

Primero radicalizó la campaña contra Daniel Scioli tomando el tema de la inseguridad como eje de sus discursos, llegando al peligroso limite de utilizar políticamente el caso de la menor Candela Rodríguez, asesinada en Hurlinghman.

Esos dardos constantes y envenenados parecieron sacarle alguna respuesta de fastidio al gobernador bonaerense, que sin nombrarlo hizo referencia a cifras positivas en el combate del narcotráfico.

La estrategia de De Narváez se completa con unos mensajes que rezan "A ella también le conviene un cambio". “Ella”, es Cristina pero el “cambio” sería solo el de gobernador.

Paralelamente el candidato a Gobernador se reunió con su homónimo presidencial, el puntado Alberto Rodríguez Saá. La reunión no era inocente, al día siguiente de ese encuentro de café la Justicia Electoral confirmó el rechazo a la postulación del hermano Adolfo en la provincia.

El hermano senador por San Luis que quiere ser gobernador de Buenos Aires o sino otra vez senador por San Luis, cosechó unos nada desdeñables 6 puntos en territorio bonaerense, por accidente. Su boleta no debía estar en los cuartos oscuros pero la decisión judicial llegó tarde.

Sin candidato bonaerense, Alberto Rodríguez Saá llevará como ofrenda el apoyo de su espacio al diputado, una decisión que solo falta confirmarse.

Desde el duhaldismo repudiaron el encuentro del gobernador puntano y el candidato bonaerense, con notable impotencia.

Si Binner crece a expensas de Alfonsín, Rodríguez Saá lo hace de Duhalde. El ex presidente también tiene problemas con su compañero de fórmula, quizás mayores que los referentes del Udeso.

Ya no ni habla por teléfono con su candidato a vicepresidente, Mario Das Neves, desde la reunión en el sindicato UATRE donde se reencontraron después de las primarias para analizar los pasos a seguir. La separación ocurrió cuando el ex gobernador bonaerense se inclinó a las denuncias de fraude que disgustaron al chubutense quien se mostró en varias oportunidades con el electo gobernador Eliceche, ahora cercano al Gobierno nacional.

Duhalde además tiene otros problemas, sus hombres en la provincia que trabajaron para el balotaje están más interesados ahora en buscar refugio en el kirchnerismo, siguiendo el ejemplo del ahora ex jefe de la bancada peronista disidente en la Cámara de Diputados, Felipe Solá.

Si hay diáspora en el peronismo disidente, peor la pasa la Coalición Cívica de la casi extinta políticamente, Elisa Carrió.

Patricia Bullrich pasó de las fotos estilo flogger en las redes sociales con reconocidos macristas a bajar al candidato a Intendente de Vicente López para beneficiar la candidatura de Jorge Macri.

Hay otros miembros de la Coalición Cívica que miran al Frente Amplio de Binner, el 24/10 sería el día en que comenzaría el desguase en la CC.

Los ascentes

No todo es color de rosa en los ascendentes Hermes Binner y Alberto Rodríguez Saá.

El socialista sería el segundo en las presidenciales, pero su crecimiento se habría estancado. De todos modos Binner tiene otros problemas; no quedar pegado al oficialismo y garantizar la gobernación de Antonio Bonfatti en Santa Fe ya que el PJ controlará la Legislatura.

Los Saá se entusiasman con el futuro acuerdo con De Narváez para quedar segundos y hundir al duhaldismo, pero habrá que ver si el peronismo disidente aguanta especialmente desde la partida de Solá.

El Pro salió indemne de agosto porque no compitió. Se encapsuló en la victoria de la Ciudad de Buenos Aires y ahora tiene hasta 2015 para expanderse a todo el país.

También debe convivir con el kirchnerismo en Balcarce 50, será por eso que en el caso del Presupuesto 2011, Federico Pinedo ya dijo que presentaba números “razonables”.