El Mundo
Brasil en la mira de la corporación Americana

Brasil en la mira de la corporación Americana
17/09/2011 | Corporación América, propiedad de Eduardo Eurnekian, ya ganó la licitación por la gestión del aeropuerto brasileño de Natal. Ahora busca socios para competir por Cumbica, Viracopos y JK. Es una forma de no perder el tiempo mientras mantiene su interés por una licitación en México.
 

 

 

Eduardo Eurnekian y Ernesto Gutiérrez.

 

 


Olha que coisa mais linda, mais cheia de graça

É ela a menina que vem e que passa

Num doce balanço caminho do mar.

Moça do corpo dourado, do sol de Ipanema

O seu balançado é mais que um poema

é a coisa mais linda que eu já vi passar.



Garota de Ipanema

Vinícius de Moraes y Antonio Carlos Jobim.
 


 Corporación América fue ganadora -en un sociedad con el grupo brasileño Engevix– de la 1ra. licitación para la concesión de un aeropuerto en Brasil, Natal (Rio Grande do Norte). En una entrevista con la corresponsalía porteñoa de la Agencia Estado, de S. Paulo, el presidente de Corporación América, holding que controla la Aeropuertos Argentina 2000, Ernesto Gutiérrez, dijo que los aeropuertos brasileños no resultan el negocio exclusivo que le interesa al grupo en Brasil. "Queremos entrar en el negocio de las autopistas y en otros relacionado a la infraestructura", dijo.

Gutiérrez es la mano derecha de Eduardo Eurnekian, quien hace tiempo ha trascendido las fronteras argentinas de negocios: de la industria textil a la TV por cable y entonces los aeropuertos, negocio en el que busca alianzas con socios brasileños para presentar propuestas en las licitaciones de otras 3 terminales: Cumbica, en Guarulhos (S. Paulo), Viracopos, en Campinas (S. Paulo) y Juscelino Kubitschek, en Brasilia (Distrito Federal).
 

Hay una morosidad en la infraestructura vial, ferroviaria y portuaria en Brasil, y se está discutiendo cómo afrontar el desafío de modernizarla. Los aeropuertos precisan de modernizaciones, en especial en las 12 ciudades que serán sedes de la Copa FIFA 2014.



La periodista Marina Guimarães le explicó a Gutiérrez -uno de los empresarios de mejor relación personal con Cristina Fernández- que en Brasil se consideró hasta "exagerado" el precio que ofertó el consorcio Inframérica en la licitación por el aeropuerto de Natal, pero resultó una demostración de que estaba dispuesto a pagar los costos necesarios con tal de ingresar al mercado brasileño.



Gutiérrez: "Queremos entrar con todo. De hecho, en todas las ofertas internacionales hay muchas modalidades, pero siempre se parte de una base que es el mínimo que las autoridades determinan que sea viable para los intereses del Estado. A partir de ahí, quien más ofrece más gana. Manejamos 48 aeropuertos en el mundo –Trapani, en Italia; Galápagos y Guayaquil, en Ecuador; Montevideo y Punta del Este, en Uruguay; Zvartnots en Armenia, además de 5 aeropuertos en Perú y 35 en la Argentina-. Nuestra estructura de negocios está basada en las operaciones aeroportuarias. Entonces, en el balance de resultados en el nosotros evaluamos el costo que tiene el aeropuerto de Natal, hay un resultado positivo debido a nuestros conocimientos del negocio. La falta de experiencia de otros grupos no les da ventaja en este sentido".



La pregunta siguiente era obvia:

-¿Ustedes tienen más experiencia que los competidores brasileños?



La respuesta: "Somos más competitivos, ya que, en primer lugar, no hay ninguna empresa privada en el mundo que gestione 48 aeropuertos. Somos el mayor operador privado del mundo en relación con el número de aeropuertos. En segundo lugar, independientemente de que el aeropuerto reciba 15 millones de pasajeros, como Ezeiza, o 70 millones como Atlanta, un aeropuerto debe estar en condiciones. Los sistemas para atender a 1 pasajero o 1 millón de pasajeros son las mismos desde el punto de vista del funcionamiento, pistas, plataformas, terminales, aire acondicionado, seguridad. Entonces, los recursos para la contratación de servicios, de infraestructura, de capacidades humanas son de 48 aeropuertos, no una sola. Cuando compro un sistema de gestión de pasajeros, compro para 48 aeropuertos, no sólo para 1".



-En Argentina, el modelo de concesión de aeropuertos fue la privatización total. ¿Qué modelo considera apropiado para Brasil?



-No sé si el modelo de Natal se repetirá en otros aeropuertos, o si la red general de aeropuertos de Brasil será privatizados. No sabemos claramente cuál será el modelo elegido, pero creo que va a prevalecer la asociación público-privada. Al menos, esa es la tendencia que pude percibir por las conversaciones que tuve con la presidente Dilma (Rousseff) cuando era ministro-jefe de la Casa Civil del ex presidente (Luiz Inácio) Lula da Silva. En eso coincidimos bastante. Tuvimos varias reuniones al respecto y ella tuvo una visión de esa naturaleza.



-¿Cómo será el trabajo en Natal?



-Vamos a hacer una nueva terminal. La pista está terminada y vamos a hacer una terminal 0 kilómetro, con una inversión de casi US$ 400 millones. Calculamos que en 2 años y medio o 3, si el tiempo lo permite, pero lo que nos interesa es poder terminarla lo más pronto posible, ya que ni bien terminada comenzará a funcionar.



-¿Cuáles son los planes para Cumbica, Viracopos y JK, en Brasilia?



-En primer lugar, conseguir un buen socio brasileño -y cuando hablamos de buen socio brasileño, tenemos algunos muy buenos aquí en la Argentina-. Somos una compañía de infraestructura, dedicada a varias áreas que no están relacionadas solamente a aeropuertos. Estamos en el sector de carreteras y en el sector energético. Eso nos puso en contacto con las empresas más importantes en Brasil que operan en la Argentina en el sector de infraestructura: Andrade Gutiérrez, Odebrecht, Construtora OAS, Camargo Correa. Hemos hablado con todas para elaborar propuestas. Una compañía financiera, un fondo financiero también nos entregó una propuesta, estamos trabajando. Nuestro socio en Natal también es un socio que nos interesa para continuar desarrollando nuestro negocio en Brasil. Y Brasil no se agota en los aeropuertos, nos interesa el país.



-Los aeropuertos argentinos son constantemente criticados por las demoras y la seguridad. ¿Cree usted que estas críticas hablan en contra de la administración?



(N. de la R.: Una pregunta envenenada que Gutiérrez no puede responder frontalmente. Las demoras en los aeropuertos argentinos son básicamente responsabilidad de los conflictos sindicales de la empresa Aerolíneas Argentinas, que gestiona el Estado Nacional, que es socio minoritario de Corporación América en Aeropuertos Argentina 2000. Por lo tanto, Gutiérrez no puede culpar, en la entrevista, a Aerolíneas. Por otra parte, tampoco sería justo: el problema en Aerolíneas es la actividad de algunos sindicalistas, en especial los de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, Apla, que por algún motivo han logrado, en el gobierno del Frente para la Victoria, tolerancia para sus excesos. A decir verdad, Cristina Fernández ya está harta de lo de Apla pero no es un tema que Gutiérrez pueda ni quiera ni deba abordar, más allá que pueda conocerlo).



-Hay análisis subjetivos y objetivos. Fui muchas veces a Miami y no estuve en las filas. Sin embargo, en otra oportunidad estuve en la fila 2 horas y media debido a retrasos en los vuelos. Puede haber una crítica de alguien que hace un análisis de lo que sucede en las filas del aeropuerto de Miami y una crítica subjetiva que hace Ernesto Gutiérrez en un viaje específico. Es decir, la crítica objetiva de la Asociación Internacional de Turismo eligió, en los últimos años, 3 aeropuertos nuestros como los mejores en América del Sur: Ezeiza, Uruguay y Ecuador. No es un concurso de belleza, de infraestructura, sino una evaluación de todos los servicios: retraso en el check-in en las aduanas, inmigración, etc.



-¿Le preocupa la devaluación del real registrada en los últimos días le preocupa?



-Hay un impacto directo en la Argentina si el real se devalúa, pero para mí no se va a devaluar. No le sirve al país ser más competitivo a partir de una devaluación, cuando sólo el 12% de su PIB es exportación y el 70% de ese 12% está en dólares, ya que procede de commodities. Lo que sí le importa a la Argentina es que Brasil crezca. Porque si crece, la Argentina también crece. Somos socios naturales del barrio (latinoamericano).



-¿Cree usted que la entrada de AA2000 en Brasil podría reducir las quejas oficiales de las dificultades para el ingreso de empresas argentinas en el mercado brasileño?



-La queja es que la Argentina se abrió a las empresas brasileñas con cierto interés, ya que las empresas brasileñas vienen a la Argentina y participan de los asuntos de la infraestructura porque hay una BNDES (Banco Nacional de Desarrollo) que les ofrece crédito a ellos y les da una herramienta para competir. Las empresas argentinas no tienen un estímulo similar para competir en Brasil. Cuando estoy con la presidente (Cristina Fernández), le digo que converse con la presidente de Brasil (Rousseff), le pida que la apertura que nosotros tenemos para con Brasil sea recíproca. Nosotros hemos sido socios de Camargo Correa, de OAS. Si compartimos negocios en grandes lugares estratégicos de la economía e infraestructura argentina, queremos una contrapartida. Por lo menos, la posibilidad de hacer lo mismo allí y no que Brasil se cierre 100%. Natal es una instancia crucial porque un aeropuerto es un lugar estratégico. No es entrar en una hacienda para producir soja. Se trata de un punto de partida para avanzar y nos pone en una posición estratégica para seguir ese camino de la integración Argentina-Brasil.