COLETAZOS DEL 2NDO DEBATE REPÚBLICANO
Acerca del "déjenlos morir" republicano

Acerca del "déjenlos morir" republicano
17/09/2011 | En el último debate entre los precandidatos del partido republicano celebrado en Tampa (Florida) el pasado 12/09 con el auspicio del Tea Party -el ala más conservadora y radical del partido que cuenta con el 50% de adhesión de sus seguidores- y la CNN, una pregunta quedó flotando en el aire respecto de la Seguridad Social: ¿Qué hacer con los no asegurados?
 

 


 

 

 En el último debate entre los precandidatos del partido republicano en carrera para hacerse con la nominación como candidato presidencial para suceder a Barack Obama, celebrado en Tampa (Florida) el pasado 12/09 con el auspicio del Tea Party -el ala más conservadora y radical del partido que cuenta con el 50% de adhesión de sus seguidores- y la CNN, una pregunta quedó flotando en el aire. Nos lo cuenta Jacob Weisberg de Slate.

Wolf Blitzer lanzó la urticante pregunta al congresista Ron Paul: “¿Qué debe suceder”, inquirió el moderador hipotéticamente, “si un adulto de 30 años de edad que puede pagarse un seguro (médico) decide no comprarlo, para luego caer catastróficamente enfermo y pasar a necesitar cuidados intensivos por un período de 6 meses?”. Ante la primer evasiva de Paul recordando con cariño los buenos viejos tiempos antes de la existencia de Medicare y con el discurso de que todos debemos asumir responsabilidad por nosotros y nuestras propias decisiones, Blitzer fue más allá y continuó presionando: “Congresista, ¿está usted diciendo que la sociedad debería dejarlo morir?" En ese momento, la turba devenida en audiencia en vivo irrumpió en aplausos al grito de "¡Sí! ¡Sí!”.

Sin duda, un acto terrible, la mentalidad de la mafia en movimiento, una actitud propia de la Edad Media, incluso peor que los "hurras" obtenidos por el gobernador Rick Perry al ganar el “toletole” de la pena de muerte en el debate anterior.

La situación vino sin embargo a aclarar algo: no tanto la crueldad de la gente del Tea Party sino lo absurdo de las posiciones asumidas por los restantes precandidatos republicanos en lo que se refiere al sistema de salud estadounidense.

Los contendientes del Partido Republicano vienen sosteniendo un implacable ataque al "Obamacare", tildándola de "medicina socializada". Sin embargo, han sido incapaces de verbalizar a favor de cualquiera de las otras 2 opciones disponibles: mantener el actual sistema con el que los estadounidenses han estado viviendo (y muriendo) hasta ahora -posiblemente más “socialista” en términos estadounidenses-, o la opción Blitzer de dejar a la gente morir en las calles, sin seguro.

Analicemos las opciones:

La primera es un sistema con un póliza individual de la especie incluida en la propuesta de Obama, o la que Romney promulgó en Massachusetts en 2006. Bajo este tipo de sistema, no se les da a los individuos la posibilidad de elegir si desea asegurarse o no. Si no cumplen con el requisito de asegurarse, pagarán un dinero que puede llamárselo multa o impuesto, como usted prefiera. Bajo esta alternativa, los costos incurridos por el joven del ejemplo de Blitzer no son ampliamente socializados ya que están cubiertos por la multa/impuesto de los que no obtuvieron oportunamente su seguro.

La segunda opción es el sistema actual, o de otros sistemas sin póliza. En este universo, nuestro hipotético joven recibiría, al menos, atención de emergencia porque los hospitales están obligados a tratar enfermos ante situaciones de urgencia sin tener en cuenta su capacidad de pago, gentileza de una ley firmada por Ronald Reagan en 1986. Pero los costos de su tratamiento no son absorbidos por los hospitales. Estos son transferidos a los consumidores, los empresarios y el gobierno en forma de primas de seguros. Un estudio de 2009 estimó que el costo absorbido por aquellos que están asegurados por los que no lo están es de US$ 1.100 por familia. Esta es una de las formas en que el sistema de atención de salud pre-Obama se socializa indirecta, ineficiente, e injustamente.

La tercera opción es la de la mafia del Tea Party de Tampa: ¡Que el joven se vaya al diablo! Se puede endulzar un poco, como lo intentó Ron Paul, sugiriendo que la caridad privada intervendría para ayudar. Pero hay un actual déficit en USA de “hospitales de caridad”. Si las salas de emergencia tratasen a los no asegurados, ya sea por un requerimiento legal o porque son buenos samaritanos, la mayor parte de los costos se trasladará a la población en general, volviéndonos nuevamente a nuestro actual sistema de socialización de los costos de tratamientos para los no asegurados.

De los candidatos republicanos, sólo Romney apoya claramente una versión de la primera opción: la póliza. A su favor, el proyecto de ley firmado Romney en Massachusetts ha llevado a su estado a tener el menor porcentaje de personas sin seguro médico en el país. Donde su posición actual cae en el absurdo es en su carrera por obtener una balsa salvavidas federal. Romney dice ahora que los distintos estados deben elaborar sus propios sistemas, siguiendo su propio ejemplo. Sin embargo, si cada estado tuviese su propio sistema de salud, sería una pesadilla burocrática para poner fin a las restantes pesadillas. Y a menos que usted crea que todos los 50 estados incluirán pólizas (y muchos claramente no lo harán), los costos producidos por el hipotético joven de Blitzer seguirán siendo socializados de maneras no estrictamente limitadas por las fronteras estatales.

Jon Huntsman ha pasado de la primera a la segunda categoría. En Utah, Huntsman prefería un plan con una póliza individual. Pero perdió esa lucha con su legislatura. Sin una póliza , su proyecto de ley ha sido mucho menos efectivo al momento de cubrir a los no asegurados que el de Massachusetts. Catorce por ciento de la población de Utah permanecen sin seguro, en comparación con sólo el 5% en Massachusetts. Huntsman promociona su sistema como superior al de Romney, ya que no tiene póliza. Pero la diferencia real es que, además de no hacer mucho más para los no asegurados, sigue pasándole los costes al resto de la sociedad.

La posición de Newt Gingrich es confusa, casi un galimatías, si es que a alguien le importa. Históricamente, Gingrich ha apoyado la póliza individual. En mayo, en el programa Meet the Press, le dijo a David Gregory que el seguro de salud debería ser algo exigido, como el seguro del automóvil. Las personas deberían comprarlas u ofrecer una “fianza" (una versión del mandato). La derecha no tomó bien esas declaraciones y Gingrich publicó un video diciendo: "Yo estoy en contra de cualquier intento de imponer unapóliza federal a nadie, porque es un error fundamental, y creo que, inconstitucional".

Rick Perry y Michele Bachmann parecen compartir alguna versión de la posición libertaria de Ron Paul, esto es, que la muerte es un gran instructor de responsabilidad personal.

Aún no se han elaborado los detalles en torno a la eliminación de los cadáveres y la distribución de los huérfanos. Sin embargo, piense lo que quiera, por lo menos, ellos no tienen un enfoque “socialista”.

Corolario

Al respecto es muy interesante el editorial que hace Mundo Polar:

"El primer punto hace falta subrayar es que el problema básico con nuestro sistema de cuidado de salud no es que se les obliga a los que sí pueden alcanzar a comprar seguro médico a escoger entre pagar el seguro cuando no lo necesitan por una mano, y tener el dinero de sobra que gastar para gozar de su buena salud por la otra.

El problema básico que existe con el seguro médico es que millones de personas que sí tienen el seguro que desean, sea gracias a sus empleos o sea porque lo pagan de su propia cuenta, ya están perdiendo esa cobertura. El problema básico para millones más es que no alcanzan a comprar ni el más mínimo seguro de salud.

En el Texas del Dr. Ron Paul y del precandidato republicano favorecido Rick Perry, carece en absoluto de seguro médico la cuarta parte de la población, eso porque vivimos en una sociedad en la que la mayoría que desea un cuidado de salud decente se ve obligada a escoger entre pagar el seguro u alimentarles y vestirles a sus familias y a sí mismos.

Vivimos en una sociedad que dice que "importa un bledo" si uno pierde el trabajo y el seguro médico que viene con él.

Proclaman todos los precandidatos republicanos que están a favor del duro individualismo y la autorresponsabilidad en vez de la caridad gubernamental y los programas de bienestar social. Pero la realidad es que muestran los debates entre los precandidatos republicanos que su respuesta a casi todo es bienestar social para los ricos y autorresponsabilidad para la mayoría de clase trabajadora y los pobres.

Y cuando se trata del cuidado de salud, desconoce la actitud republican las necesidades de casi todos los integrantes de nuestra sociedad: ricos, pobres, y los de en medio.

Una sola catástrofe médica destruye no solo a un ser humano, pero bien puede destruir a toda su familia, o hasta a una comunidad entera. Cuando se multiplican las catástrofes médicas, puedan resultar devastadas una ciudad o una población entera. Una epidemia pueda amenazar a países enteros. Los virus no se discriminan; afectan a todos, a ricos y pobres con igual riesgo de enfermedad o muerte.

Rechaza la gran mayoría de la gente por todo el mundo la actitud sobre cuestiones médicos que nos ofrecen Ron Paul, los demás precandidatos republicanos y su audiencia del Tea Party.

La experiencia universal nos comprueba que defender la salud de cada uno también exige preocuparse por el cuidado de salud colectivo de una manera que defienda la salubridad de todos.

Pretender que el cuidado de salud no es más que dejarnos a cada uno en libertad para tomar nuestras propias decisiones, especialmente cuando no alcanzamos a pagar las opciones existentes, no es ni más ni menos que locura.

Pero esta locura es precisamente lo que oímos de los precandidatos principales a la nominación presidencial republicana.

Y no hay que despreocuparse por las últimas encuestas de opinión pública que muestran que el Tea Party esté perdiendo apoyo. Mientras que el gran dinero y la política del poder estén tras esta locura que hemos visto en los escenarios de debate republicanos, queda en peligro la salud de todos. La protección de nuestra salubridad exige una movilización masiva para las elecciones del 2012 para asegurar que prevalezca el sentido común sobre una locura descontrolada".