Por Emilia Delfino

Vínculo. Tanto Sergio como Boudou le profesaban especial cariño a Hebe. En ese momento, entablaron una relación fluida. Los dos comparten el gusto por el esquí. El ministro estuvo hace una semana en Bariloche.

Un imputado en la causa Schoklender por presunta defraudación a la administración pública y lavado de dinero confió que el ministro de Economía y candidato a vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, mantuvo conversaciones con Sergio Schoklender para comprar acciones de la constructora Meldorek, poco antes de que estallara el escándalo por el desvío de fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo a esa compañía.

“Boudou estuvo así de cerca de comprar acciones de Meldorek”, aseguró el imputado y socio de Schoklender a este diario, al que pidió reserva de identidad. El ex apoderado de Madres tiene el 90 por ciento de las acciones de Meldorek, mientras que el 10 restante figura a nombre de su piloto, Gustavo Serventich.
De esta manera, la relación del ministro con Schoklender suma un eslabón más, después de que el ex apoderado de Madres revelara que se habían utilizado fondos de las Madres para financiar afiches de campaña de Boudou. Esta semana, los operadores del candidato a vicepesidente estuvieron particularmente inquietos por la escalada de esta relación.

“Si Oyarbide tiene cruces de llamadas del teléfono celular de Sergio, como tenemos entendido, va a ver que tiene muchas llamadas diarias con Boudou. Tenían un contacto muy fluido y Sergio lo había convencido de ser parte de la empresa”, agregó el socio del ex apoderado de Madres, involucrado en la presunta defraudación a la administración pública.

—Meldorek era una empresa que recién empezaba. ¿Con qué argumento podía convencer a Boudou de comprar acciones de la constructora?
—Sergio le había contado que Meldorek era el futuro y que era una empresa muy prometedora. El proyecto era fabricar paneles constructivos, una tecnología de última generación, mejor que la utilizada por la empresa italiana Emmedue.

Con ese sistema, Schoklender se garantizaba producir el doble de paneles constructivos y de mejor calidad. Como contó este diario en julio, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, les había prometido a Hebe de Bonafini y a Schoklender un predio dentro del Mercado Central para instalar la fábrica de casas móviles que la Fundación realizaría con el método desarrollado por Meldorek. La constructora, dijo Schoklender a la Justicia, tenía firmados contratos con los gobiernos del Chaco, Buenos Aires, Santiago del Estero y con la intendencia de Tigre.

Cuando a principios de año, la presidenta de Madres decidió cerrarle las puertas a Schoklender fue a Boudou a quien llamó para pedirle que no aprobaran el crédito del Bicentenario que Meldorek necesitaba para construir ese proyecto, según reveló el ex apoderado a Noticias.

Schoklender había presentado al Gobierno un “nuevo programa de viviendas en una reunión en el Ministerio de Economía en noviembre del año pasado, en la que estuvieron Boudou, Giorgi, (Guillermo) Moreno, Hebe y yo. Les encantó a todos y Boudou nos dijo que nos daba uno de los Créditos del Bicententario. Pero como una Fundación no podía recibirlo, propuse a Meldorek”, le dijo a la revista.

“En ese momento, Meldorek tenía dos aviones. Les sugerí capitalizarla para garantizar el crédito. Eran 10 millones de pesos y nos iba a permitir instalar cuatro plantas para fabricar casas en Santiago del Estero, Chaco, Tigre y en el Mercado Central, donde ya teníamos un terreno cedido para ese fin”, contó.

“El crédito que finalmente salió aprobado con la firma de Boudou, Giorgi y Moreno”, aseguró Schoklender a la revista. Pero en el Gobierno aseguran que nunca lo recibió.

¿Por que se frenó el crédito? Schoklender le dijo a Noticias: “Ya estaba la cuenta abierta en Banco Nación, a nombre de Meldorek para que lo depositen. Pero cuando yo me voy de la Fundación para encarar este proyecto, Hebe levanta el teléfono y le dice a Boudou que a partir de ahora, yo me iba a manejar por mi cuenta y que no tenía nada más que ver con las Madres. Me sacaron el banquito”.

PERFIL publicó en julio que en el Gobierno confirmaron que esa reunión existió. Pero lo que todavía nadie había revelado era que Boudou quería formar parte del emprendimiento que terminaría en escándalo y una causa por lavado de dinero y estafa al Estado. “No les dimos el crédito del Bicentenario porque no tenían garantías reales”, fue la excusa de una fuente oficial. “¿Qué significa que no tenían garantías reales?”, preguntó este diario. “Significa que no podían demostrar cómo iban a devolver el dinero, no presentaban avales”, respondió el funcionario consultado.

Esta semana circuló por casi todas las redacciones de Buenos Aires un e-mail anónimo, donde se habla no sólo de los gastos de campaña de Boudou, Fatala y Cristina Kirchner financiados por las Madres. El mail también habla de cuentas bancarias a nombre de Bonafini en España, Francia e Italia, de donde habrían retirado 2 millones de euros. Por eso, Oyarbide se vio obligado a redactar exhortos para enviar a esos países en busca de más información. El e-mail dice exactamente lo mismo que Schoklender dijo al magistrado el martes en un escrito.



Preocupación en el Gobierno. Sergio Schoklender rompió el silencio y prendió el ventilador en una entrevista concedida a Noticias el miércoles y que saldrá hoy a la calle (ver página 4). Desde que se dejó trascender que el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo había hablado por primera vez desde su imputación en la Justicia Federal, en el Gobierno y en el entorno de Schoklender reinaron preocupación y nerviosismo por lo que iba a decir. En la Justicia, la decisión del ex hombre mimado de Hebe de Bonafini encendió las alertas y obligó al juez federal Norberto Oyarbide a confirmar a la prensa información sensible aportada por el principal imputado a la causa, que apunta directamente contra Bonafini, Boudou, la Presidenta, gobernadores y varios funcionarios de Gobierno. Esa información también involucra a Amado Boudou, cuyos asesores más cercanos también mostraron preocupación sobre los dichos de Schoklender, ya que no sabían qué había dicho acerca del candidato a vicepresidente.