Por Betina Marengo desde Códroba

De la Sota, Luis Juez, Oscar Aguad.

Córdoba decide hoy qué gobernador sucederá a Juan Schiaretti, en una elección de máximo interés nacional porque se produce después de las derrotas del Gobierno nacional en Capital Federal y Santa Fe, y una semana antes de las primarias del 14 de agosto.

El peronista José Manuel de la Sota, quien ya fue dos veces gobernador de Córdoba; el senador del Frente Cívico, Luis Juez, ex intendente de Córdoba, y el diputado nacional de la UCR Oscar Aguad son los candidatos con chances de ganar en una elección que será reñida, aunque las encuestas le dan ventaja a De la Sota.

El peronismo, que se presenta en la alianza Unión por Córdoba, ejerce el gobierno desde hace doce años. En 1999 se lo arrebató al radicalismo, que ejercía el poder provincial desde 1983. Hoy, con Juez peleando el principal sillón provincial, queda en evidencia la ruptura del tradicional bipartidismo cordobés.

A diferencia de Capital Federal y Santa Fe, la presidenta Cristina Kirchner no tiene un candidato propio en Córdoba, segundo distrito electoral del país. Hubo un intento de acuerdo electoral con el PJ local, pero naufragó al momento de definirse la fórmula provincial. De la Sota rechazó un vicegobernador K, como quería Cristina, y optó por Alicia Pregno, una intendenta del interior, ligada a los sectores del campo. “Los candidatos los decidimos nosotros”, explicó el partido, pero por lo bajo sostenían que no deseaban un émulo de Julio Cobos, versión K, al lado de De la Sota.

La ruptura también impidió que la lista de diputados nacionales del PJ provincial se pegara a la candidatura presidencial de CFK en las primarias, pero el Frente para la Victoria local no presentó lista para las elecciones de hoy, ni la Nación avaló las expresiones filo K que se presentan.

En ese marco, esta noche tampoco será de festejo para Cristina, pero si gana el peronismo, podría ser el comienzo de una nueva ronda de negociaciones de cara al domingo que viene. Hasta las elecciones de Capital Federal y Santa Fe, Juez y De la Sota intentaron hacer equilibrio entre el tradicional antikirchnerismo cordobés y la necesidad de sumar los nuevos votos de la Presidenta, que según las encuestas habría hasta triplicado el 9% que obtuvo en las elecciones de medio tiempo de 2009. Pero el llamado “voto castigo” o “voto campo” intervino en la campaña y obligó a los postulantes a mostrar sus certificados anti K, por temor al voto del interior sojero. A partir de allí, la estrategia fue despegarse todo lo posible del Gobierno nacional, aunque a De la Sota le llovieron los respaldos kirchneristas.

En cambio, el radical Aguad tuvo de entrada un discurso para el escenario nacional. Se autodefinió como el único candidato que se opuso a la Resolución 125 y a los Kirchner. Cerró su campaña con Ricardo Alfonsín y recibió el apoyo de Mauricio Macri.

En ese contexto de alta expectativa, debuta la boleta unica de sufragio, con incertidumbre sobre la respuesta ciudadana y la extensión del escrutinio.