INFLACIÓN VS. TASA DE INTERÉS REAL
Brasil: Momento mágico de la economía parece llegar al fin

Brasil: Momento mágico de la economía parece llegar al fin
17/06/2011 | La tasa de interés real de Brasil es la más elevada del mundo, y tiene efectos severos sobre las deudas pública y privada, y sobre el acceso del público a la financiación. Es consecuencia de la inflación que heredó Dilma Rousseff pero ya es motivo de fuerte debate.  

Una pregunta de moda en Brasil:

Recortando el gasto público y recuperando un superávit fiscal sólido ¿puede descender la tensión inflacionaria de manera tal que pueda cesar la tasa de interés real como mecanismo corrector del alza de precios?

Otra pregunta de moda en Brasil:

¿A qué tasa puede crecer Brasil sin que la inflación se dispare? ¿En qué condiciones Brasil podría crecer con una inflación bajo control?

La difusión de un ranking mundial de tasas de interés real, que lidera Brasil, ha provocado un intenso debate público del que participaron varios economistas.

Aqui 2 aproximaciones del mismo evento.

Por un lado, Amir Khair, profesor en Finanzas Públicas de la Fundación Getúlio Vargas, y consultor.

Por otra parte, Fernando Dantas en su blog en el diario O Estado, de S. Paulo.

Comencemos por Amir Khair en la petista web Carta Maior:

"Brasil aún no se liberó del veneno qu eimpide tener una economía saludable, creciendo en forma sustentable, con baj ainflación, cuentas internas y externas equilibradas y con fuerte distribución de la renta.


Lo lamentable es que ese veneno es recomendado por muchos análisis como necesario para controlar lo que es fundamental en una economía, la inflación.


El veneno es la mayor tasa de interés real básica del mundo, la Selic, y ha envenenado al paciente desde hace varios años.


Luego de la suba de la Selic por el Copom (Comité de Política Monetaria), a 12,25% anual (09/06), la Corretora Cruzeiro do Sul presentó el ranking de tasas básicas de interés real en una muestra comparativa de las principales economías de 40 países.


Como siempre, Brasil lideraba con 6,8% al año, seguido por Chile con 1,5%, más de 4 veces menor. El promedio del conjunto de 40 países fue de -0,9% (negativa), para los países emergentes fue de -0,5% (negativa) y para los países desarrollados fue -1,4% (negativa). Para los emergentes, excluyendo a Brasil, fue -0,8% (negativa).


(...) según el Banco Central, demora 9 meses en registrarse el impacto (en la economía real) de una alteración en la Selic, afirmación que no es teórica sino evidencia empírica. (...)"


Fernando Dantas, en O Estado de S. Paulo:

"El descenso, por primera vez, de la proyección del crecimiento del PIB brasileño en 2011 (a menos del 4%), segun el promedio de la más reciente investigación Focus que apunta a 3,96%, es una señal de que la política económica del gobierno de Dilma Rousseff entró en terreno accidentado.


Para el 2012, el promedio de las expectativas de mercado es de 4,1%, pero una institución importante como el Itaú-Unibanco, ya proyecta 3,6% para este año y 3,8% para el próximo año.

Si el economista-jefe del Itaú-Unibanco, Ilan Goldfajn, estuviera en lo correcto, significa que mitad del mandato presidencial de la presidente Dilma Rousseff estará en un crecimiento económico medio del 3,7%, que queda por debajo del clima de triunfalismo con el que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva cerró su gobierno.


Y aun así las proyecciones del índice de precios IPCA del Itaú-Unibanco son de 6,5% en 2011, rozando el techo del margen de tolerância de la meta, es de 5,3% en 2012, aún por encima del objetivo de 4,5%.

Si la economía brasileña crece por debajo de 4% en 2011 y 2012, como prevé Goldfajn, no significa que éste sea el ritmo de crecimiento potencial. La idea es justamente que el PIB se expanda durante un puñado de trimestres por debajo del potencial, como forma de morigerar la inflación, que ronda hoy por arriba del 6,5% en 12 meses, regresándola al centro de la meta, de 4,5% anual, a finales de 2012 (aunque el Itaú-Unibanco crea que el Banco Central no lo conseguirá).

Por otro lado, las proyecciones de crecimiento e inflación del Itaú-Unibanco –y con la visión un poco más optimista del mercado, que ve al PIB en 4,1% en 2012 y a la inflación en 5,13%- no permiten la idea de que la economía brasileña tenga el potencial de expandirse a 5% al año sin desequilibrios, tal como sí quiere el gobierno.


Al menos es posible dudarlo, y eso muestra que Brasil todavía no consiguió superar de forma definitiva el “complejo de bajo crecimiento” que dominó hasta principios de la década pasada.

Interés real


De esa forma, el comienzo del gobierno de Dilma trae de vuelta las dudas que parecían ya estar superadas al finalizar los días de Lula.


De forma paralela, la caída de la tasa de interés real a lo largo de la primera década de este siglo, que llevó al actual equipo económico a proyectar que podría caer hasta 2% al final del gobierno Dilma, es otro asunto que volvió a provocar más ceños fruncidos que sonrisas de confianza.

Venida de niveles que llegaron a superar 20% en momentos turbulentos pos-plan real, y de un largo período en los 2 dígitos, la tasa de interés real retrocedió en el 2do. mandato de Lula a un mínimo abajo del 6%, lo que fue visto como uno de los hechos económicos más prometedores de la gestión del ex Presidente.


Saliendo de la crisis 2008-2009, hubo un vivo debate sobre si el modelo podría incorporar una baja considerable de la tasa de interés real, necesaria para relanzar la economía –en otras palabras, si era posible una convergencia con tasas de interés real más civilizadas.

En ese momento, se dijo que el “nuevo” interés de equilibrio podría ser en torno al 6% o un poco más. Los optimistas pensaban, incluso, en un poco menos; mientras que los conservadores adherían a la idea de que no sería menos de 7%. Pero toda la movilización intelectual apuntaba a los límites de lo posible, en la dirección de la tan deseada convergencia.

Es, por lo tanto, sintomático de este inicio del gobierno Dilma el interesante debate al que asistí este lunes en la Casa del Saber, en São Paulo, y que tuvo como tema el porqué la tasa de intereses real permanece tan alta en Brasil.


En un listado difundido recientemente por Cruzeiro do Sul Corretora, Brasil aparece como el campeón absoluto del interés real de la actualidad, con 6,8% seguido de muy lejos por Chile, en 2do. lugar con 1,5% (29 entre las 40 principales economías del mundo del listado hecho por Cruzeiro do Sul muestra interés real negativo).

Así, el clima de celebración y de proyección de rápida convergencia a intereses reales civilizados de finales del gobierno Lula, fue sustituido por el regreso de la incómoda perplejidad con la singularidad negativa del caso brasileño.


El debate en la Casa del Saber reunió a varios 'pesos pesados': André Lara Resende, Gustavo Franco, Luiz Gonzaga Belluzo, Yoshiaki Nakano y Samuel Pessôa.


Y, tal vez el hecho más notable de la discusión, fue que todos los que debatían –aún los que divergían del consenso ortodoxo, tales como Belluzo y Nakano- colocaron como central la cuestión fiscal."