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Brasil planea más medidas para contener importaciones

Brasil planea más medidas para contener importaciones
13/05/2011 | Brasil ha decidido no forzar, por ahora, la depreciación del real. Pero le resulta muy difícil mantener la competitividad de su industria manufacturera. Por lo tanto restringe el ingreso de importaciones. En cualquier escenario, para la Argentina es un problema porque Brasil ha sido el responsable de buena parte del boom económico.  

SAO PAULO (Reuters) - El Gobierno de Brasil planea nuevas medidas para proteger a su industria doméstica de la fortaleza de la moneda local, incluyendo una investigación sobre productos chinos que ingresan ilícitamente a la nación a través de terceros países, dijo el viernes 13/05 el ministro de Comercio.

El ministro Fernando Pimentel dijo también que las nuevas barreras a las importaciones de autos implementadas esta semana son parte de una amplia estrategia para proteger a los fabricantes brasileños y no una medida dirigida contra la Argentina, que ha protestado con fuerza contra la medida.

"No podemos quedarnos sentados viendo a nuestra industria ser devastada por el tipo de cambio, que no va a cambiar (sustancialmente) en el corto plazo", dijo Pimentel en una entrevista.

"La gente piensa que esto es contra la Argentina. Ese no es el caso. Esto es parte de una gran estrategia para proteger a nuestra industria, no una guerra comercial contra nadie", agregó.

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El estudio Economía & Regiones, en un amplio informe sobre macroeconomía 2011 había afirmado días atrás que había posibilidades firmes de que Brasil depreciara su moneda si siente amenazada su balanza comercial. Por ahora, ese es el Plan B. Hoy todavía aplica el Plan A que consiste en reducir las importaciones. En cualquier caso, el volumen del comercio argentino a Brasil se encuentra en vísperas de disminuir:

"En los últimos ocho años más de la mitad del crecimiento experimentado por la
economía argentina estuvo impulsado por el favorable contexto internacional.


Justamente, uno de los nuevos activos que tiene nuestro país es que el sector externo tiene un mayor peso relativo en la economía y que, paralelamente, el mundo juega a favor; La conjunción de estos fenómenos se traduce en una importante entrada neta de dólares.


En este marco, el contexto internacional es fundamental para explicar la salud
macroeconómica de nuestro país.


En la actualidad, la relación entre Argentina y el mundo se vincula mucho más con el canal de la “economía real” que con el “canal financiero”.


Concretamente, para nuestro país, el escenario internacional puede resumirse en dos palabras: Brasil y soja.


Un buen precio internacional de soja significa una importante entrada de dólares hacia nuestra economía que, canalizándose desde el sector agrícola exportador hacia el resto de la economía, estimula el consumo, la inversión, la demanda agregada y el crecimiento económico.


Paralelamente, un Brasil creciendo genera una fuerte demanda de exportaciones argentinas, a la vez que reduce la probabilidad de avalancha de importaciones (la producción brasilera se consume en su mercado interno), creando una protección “automática” para nuestro sector industrial sustituidor de importaciones.


(...) Brasil es muy sensible a la coyuntura de los mercados financieros internacionales porque financia su déficit de cuenta corriente (2.3% del PBI) con los ingresos provenientes de la cuenta de capital, que es superavitaria (4.0% del PBI).


Si el escenario financiero mundial cambiara y EEUU comenzara a endurecer su política monetaria, la liquidez internacional mermaría, los rendimientos y el costo de capital se incrementarían a nivel global y el ingreso de ahorro externo a Brasil se reduciría.


En este escenario, el déficit de cuenta corriente brasilero se corregiría a través de una devaluación de su moneda.


La depreciación del real, por un lado, implicaría una disminución de la protección para el sector industrial argentino sustituidor de importaciones.


Por el otro, significaría un menor nivel de actividad y consumo en Brasil, que no sólo demandaría menos exportaciones desde Argentina, sino que reorientaría parte de su producción hacia nuestro mercado doméstico.


En definitiva, la política cambiaria de Brasil es el canal de transmisión a través del cual el escenario financiero mundial impacta en nuestra macroeconomía. Una
depreciación del real brasilero erosionaría la actual protección cambiaria que tiene el sector industrial argentino (sustituidor de importaciones) y, lo que es peor, afectaría negativamente el nivel de actividad doméstico.


En este sentido, hay que recordar que a Brasil no le tiembla el pulso a la hora de depreciar su moneda. A modo de ejemplo, cabe recordar que, luego del estallido de los mercados financieros globales a mediados de 2008, el Banco Central Brasilero (BCB) dejó depreciar su moneda frente al dólar y, el tipo de cambio real del sector importador de Argentina se apreció un 27% con respecto a nuestro principal socio comercial en sólo cuatro meses.


En este marco, es importante analizar el contexto internacional para visualizar cual es la probabilidad que existe de que el escenario mundial comience a jugar un poco
menos a favor y que, en consecuencia, el nivel de actividad económica doméstica se
suavice.


Dicho más llanamente, debemos analizar la probabilidad que hay que el precio de la soja baje y que las condiciones macroeconómicas en Brasil cambien (su moneda se deprecie y su crecimiento aminore). (...)".