Sociedad
Anabela Ascar: "Ser bizarro es ser valiente"

Anabela Ascar: "Ser bizarro es ser valiente"
17/04/2011 | La conductora de Crónica TV, se muestra orgullosa de ser reina en lo suyo.
 

El centro de la ciudad es una locura de piquetes, y en Riobamba 280, en la puerta de Crónica TV, una persona se encadena reclamando su “derecho” a entrar al mundo bizarro que marcó fronteras a orillas del ridículo. En el interior del canal de noticias, Anabela Ascar es la descubridora de este particular universo y quiere recibirlos a todos, pero no da abasto.

Personalmente sorprende por su altura, mayor a la que aparenta en pantalla, y por la firmeza con la que estrecha la mano. Además de haber sido azafata internacional de Aerolíneas Argentinas, se recibió de traductora de inglés, técnica en turismo egresada de la Universidad de Belgrano, locutora del ISER, astróloga y periodista. “Soy todo esto porque me apasiona investigar”, dice, abriendo los ojos como si hasta ella se sorprendiera. De todas estas carreras, el único diploma que no puede colgar en la pared es el de periodismo, pero rechaza la idea de considerarse autodidacta: “Cuando dejé de volar a los 25 años, ya era locutora y entré a Crónica TV. En el canal fui movilera durante dos años y después conductora del noticiero por once años más, con un maestro de la talla de Héctor Ricardo García. ¿Te parece poco?”, ostenta orgullosa.

Y a partir del sábado 30 también será cantante, al debutar en Este es el show por la pantalla de El Trece. Indudablemente, esta nueva faceta le hará dejar su trono de reina y bajará al ruedo. La propuesta de Marcelo Tinelli le llegó de forma indirecta: “Me habían llamado para participar en el ‘Bailando...’, pero no me animé porque soy de madera. Pero les dije que sí entraría a ‘Cantando por un sueño’, así que estoy feliz. De todas maneras, no me hago muchas expectativas porque yo sólo canto en mi casa”, confiesa sin tabúes, y agrega que su gusto musical pasa por Mariah Carey y Whitney Houston.

—¿Estás lista para aceptar primero la crítica del jurado, y después la de todos los programas que se burlan de los que desafinan?

—¡Por supuesto! Estoy preparada para la crítica. Si hasta mi programa, que es líder en el rating del cable, tiene gente que lo ama y otra que lo cuestiona. ¡Había que hacer un programa bizarro cuando era un cetro que nadie quería agarrar! La idea original de Héctor Ricardo García era hacer Hechos y protagonistas con entrevistas serias, pero como no tenés cuatro famosos por día para entrevistar, decidimos abrirle las puertas a todo el pueblo.

Para Anabela, el significado académico de bizarro es muy distinto al que se le da: “Es alguien valiente, gallardo. Así fueron apareciendo personas diferentes y no tengo prejuicios en mostrarlos, porque son lo que somos: si no los queremos ver, lo lamento. El hombre del chip está convencido de que tiene un chip en la cabeza. Y el hombre hormiga me encanta porque defiende una causa ecológica. Pero cuando noto que alguien miente y está actuando, me enojo y se lo digo en la cara. En esto, mi perra Dominga es más intuitiva, y ni bien detecta a un trucho, empieza a ladrarle”.

—¿Por donde pasa tu locura?

—¡Mi locura es estudiar! ¿Te parecen pocos los títulos que tengo? De hecho, cuando me ofrecieron estar en el “Cantando...”, cursaba el Interpretariado simultáneo para conferencias. Soy un bicho de mi casa y biblioteca. También me gusta el silencio, y por día necesito una hora mínimo de no escuchar a nadie, oyendo el aleteo de los pájaros, el viento, las hojas de los árboles. Como vivo en la Ciudad, tengo mi balcón terraza lleno de plantas y les doy de comer a las palomas. Ahí armé mi microclima, porque es donde me reciclo.

Para ella, el silencio va más allá de un simple método de relax: “Creo que el desequilibrio del mundo es que hemos perdido contacto con la naturaleza. Cuando más acelerado está el mundo, más desacelerado tiene que estar uno. Te aseguro que después de esa hora de silencio, te conectás diferente con la gente porque ves la vida desde otro lugar”. Y sustentada en todo lo que estudió, dice: “Si a mí me critican, es un problema del otro. Hay una realidad común a todos que está dada por el convencionalismo social y todos salimos a la calle vestidos. Pero además está la mirada individual que la marca tu pasado, tus ancestros, tu carga genética, tu historia emocional. Por eso la gente cuestiona lo diferente, sin darse cuenta que ven lo mismo desde otro ángulo. Y el bizarro es un ser que traspasó las pautas del convencionalismo. Ejemplo: la sociedad sentencia que para cantar hay que saber, y cuando aparece alguien que desentona, pero se anima, se escapa del sistema de creencias y es bizarro. Y los que vienen a mi programa son todos valientes que, lejos de ser personajes peyorativos, son personas que dicen su verdad y tienen en común que son buena gente”.

—Sólo te faltó entrevistar a un marciano...

—¿Por qué lo decís? Tal vez vino uno y nadie se dio cuenta.


El fin del mundo


Sobre la profecía maya que anuncia el fin de la humanidad, Anabela defiende una teoría astronómica, y en la cual se apoya sin dudar en su “terapia del silencio”, de la que habla en la nota principal.

“Cuando se dice que en 2012 se producirá el fin del mundo, es el fin de una etapa de la humanidad y el comienzo de otra, que tiene que ver con sus creencias y sus sistemas políticos y religiosos. El hombre va hacia un mundo de transparencia e integridad, no sólo a nivel social, sino individual. Ese es el fin del mundo: el fin de tus propias creencias y convicciones que transmutarán en otras más limpias, pautadas por la energía. Si vos creías que el cura era dueño de la verdad y la palabra de Dios, en el 2012 te vas a convencer que la fe, la espiritualidad y la religión son cosas distintas. Y lo que sucederá el año próximo es un fenómeno físico, electromagnético, que le caerá al que cree y al que no cree. Es como un cambio de gobierno cósmico, dado por la alineación de los soles: el nuestro, que es una estrella; Alción, que es el sol de los pléyades, y el centro de la galaxia. Esto producirá una luz que se llama Cinturón de Fotones, y el bueno se verá más bueno y el malvado, más malvado. Cuando la gente dice: ‘¡Che, estos tiempos actuales son terribles!’, no es verdad. Siempre fueron iguales, pero la diferencia es que ahora está más expuesto y lo vemos mejor. En 2012 cada uno de nosotros va a mostrar quién es, por eso hay que engancharse con el silencio y no engancharse con el caos de los demás.”