En lo que será su primer viaje internacional desde que asumió, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, viajará la próxima semana a China, con el desafío de relanzar la relación con quien es hoy el mayor socio comercial de Brasil y a la vez, su principal competidor en América Latina. Lo hará en ejercicio de un rol de liderazgo de facto de la región.

Rousseff será recibida por su par chino Hu Jintao. La reunión ocurrirá a menos de un mes del encuentro de la mandataria brasileña con el presidente de USA, Barack Obama, en Brasilia.

"China ocupará un papel muy importante en el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, estamos intentando dar un salto cualitativo en nuestra relación", dijo al presentar el viaje la subsecretaria general para Asia de la Cancillería brasileña, María Edileuza Reis.

"Muestra que la nueva presidenta brasileña tiene una agenda internacional práctica, que destaca los principales socios económicos, sin las orientaciones ideológicas del gobierno anterior", dijo a la AFP Joao Augusto de Castro Neves, de la consultora política CAC.

Muestra asimismo una realidad: en los 2 últimos años, China se convirtió en el principal socio comercial de Brasil, y en 2010 en principal origen de sus inversiones, con anuncios que rondan los US$ 30.000 millones, desplazando así a España y a USA.

China busca en Brasil a un gran abastecedor de materias primas; apenas 3 productos -petróleo, hierro y soja- concentran cerca del 80% de lo que importa Pekín del gigante sudamericano y el 90% de sus inversiones en el país.

Al mismo tiempo, China exporta a Brasil sus productos industrializados, que están causando fuertes estragos en la industria brasileña.

Y Brasil tiene la intención de ser el socio de ambos principales competidores: China y USA. Busca asimismo un nuevo rol en la comunidad internacional, rol que encuentra su mejor estructura como refrente de la región en el bloque mas pujante de la economía mundial: el bloque de economías emergentes compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que aspira no solo a superar en tamaño a la de USA para el año 2015, sino tambien a "ir mas allá de la economía" ejerciendo diversos y cada vez más influyentes roles en el concierto internacional de naciones.

"Brasil gana mucho de su relación con China, el superávit comercial que obtiene es enorme, de más de US$ 5.000 millones en un comercio de US$ 56.000 millones, pero hay muchas preocupaciones en Brasil, porque la relación es cada vez más asimétrica", expresó Castro Neves.

Esa situación coincide con una fuerte incursión de China en América Latina, su última gran frontera de expansión, y en USA, las 2 regiones a donde Brasil tradicionalmente exporta sus manufacturas.

"La industria brasileña, que fue remodelada en los años 90' para competir con USA y Europa, ahora se ve en un vacío", afirmaba recientemente Antonio Barros de Castro, consultor del Consejo Empresarial Brasil-China.

El gobierno de Rousseff reconoce las dificultades del comercio con la potencia asiática. "Queremos incluir más productos de alto valor agregado en el comercio con China" y "tenemos un problema cambiario", dijo la jefa de Asia de la Cancillería, aunque advirtió que "no podemos dejar que cuestiones puntuales contaminen el potencial de cooperación que tenemos".

Los desafíos son múltiples, Brasil, con su moneda, el real, superapreciado, enfrenta un desvalorizado yuan que favorece una producción y un comercio barato para China.

Julia Sweig, especialista en Brasil y América Latina del Council on Foreign Relations, señala que “Brasil y USA enfrentan problemas semejantes respecto a China, que es un competidor en términos de manufacturas. La moneda china, artificialmente baja, también reduce los precios tanto de las exportaciones brasileras como de las americanas. Y compite con USA y con Brasil en otras partes del mundo, como en África, por recursos y estatus diplomático en general. Los 2 países pueden estar en el inicio de descubrir dónde pueden realmente cooperar en relación a China. Al menos, al indicar públicamente que pretenden hacer eso, envían una señal muy importante a China y a sus propios públicos internos.”

Cerca de 300 empresarios brasileños formarán parte de la comitiva de Rousseff y presionarán para conseguir concesiones de China. Si bien no esperan cambios sustanciales después de este viaje, sí aguardan “una señal de apertura del mercado chino a productos de la industria brasileña, como agroalimentos y derivados de carnes, que enfrentan barreras de acceso", dijo a la AFP el director ejecutivo de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Joao Augusto Fernandes, que formará parte de la delegación.

Grandes empresas brasileñas esperan que el viaje de Roussef facilite su trabajosa implantación en China, como la aeronáutica Embraer y la fabricante de carrocerías Marco Polo.

Pero el viaje tiene además un fuerte contenido económico y político. Rousseff se reunirá en Pekín con el presidente Hu Jintao el martes 12 de abril, y 2 días después participará de la cumbre de grandes países emergentes del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y la recientemente incorporada Sudáfrica).

China y Brasil han coordinado posiciones en grandes foros internacionales, en temas que van del comercio al cambio climático. Pero eso no siempre se tradujo en entendimientos, y Brasil no ha recibido de China, como tampoco de USA, apoyo a su gran ambición de ocupar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En abril de 2010, Hu y el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, empeñado en fortalecer las relaciones entre países emergentes, lanzaron en Brasil un Plan de Acción Estratégica, que debería reforzarse con la visita de Rousseff.

Los BRICS quieren ir “más allá de economía”

Entre los objetivos de la reunión a celebrarse a mediados de abril, se resaltan el ingreso formal de Sudáfrica y la institucionalización de algún mecanismo de coordinación.

China será el anfitrión de la cumbre BRICS el 14 de abril en la ciudad de Sanya de Hainan, dijo Jiang. En dicha cumbre, Sudáfrica será formalmente admitida como integrante del bloque, sumándose así a Brasil, Rusia, India y China.

En los últimos días, distintos think-tanks en los países miembros han auspiciado la idea de que el bloque vaya más allá del área estrictamente económica.

“Es inevitable que las naciones que conforman el BRICS discutan temas que excedan las meras conversaciones acerca de negocios y el comercio”, dijo Liu Youfa, vicepresidente del Instituto de Estudios Internacionales de China.

“Los 5 países tienen el objetivo común de lograr el desarrollo y la prosperidad de sus naciones. Esa cooperación naturalmente llevará, con su pronunciación, a otros campos distintos que el comercio y los negocios”, dijo Liu.

Se espera que las 5 naciones empiecen a dar forma a algún mecanismo de coordinación.

“Quizás el nombre no sea el de Secretaría, pero será un cuerpo conformado por expertos”, dijo.

Por el momento, la coordinación entre las naciones BRICS tiene lugar a través de organismos tales como embajadas e instituciones académicas.

Sun Jiazheng, vicepresidente de la 11ava Comisión Consultiva Nacional de la Conferencia Popular de China, máximo órgano asesor político de China, dijo que el simposio proporcionará sugerencias de políticas a adoptar a los líderes durante la cumbre de abril, donde Sudáfrica hará su debut.

El exembajador de India en Francia y Alemania, T.C.A. Rangachari, dijo que si las naciones BRIC quieren tener peso a nivel mundial, tendrán que ampliar su cooperación a otros campos.

"Simplemente no puede hacerse sobre la base de negocios e inversiones. Es necesario tener una visión global y eso es lo que tenemos".

Sin embargo, para Guan Guihai, decano asociado de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad de Pekín, es demasiado pronto para esperar que los BRICS demuestren múltiples capacidades, si bien expresó optimismo sobre su potencial.

"La de los BRICS es una reunión de las economías más importantes de todo el mundo. Es una organización abierta e incluyente", dijo.

Es importante resaltar que tanto Brasil como Sudáfrica han hecho grandes progresos en desarrollo social y económico en los últimos años. La creciente prosperidad de estos países, junto con los logros económicos de China, India y el sudeste asiático, ha sido en marcado contraste con los males sufridos por USA y la UE para hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera mundial.

El peso económico de este bloque es líder en la recuperación económica mundial. En la actualidad, las naciones BRIC aportan el 50 % de crecimiento económico mundial en términos de su poder adquisitivo. Con la incorporación de Sudáfrica a los BRICS, y con las medidas que se están adoptando para facilitar el comercio interno entre sus miembros, los BRICS, sin duda, serán el motor de la economía mundial del presente año.

Pareciera alentador ver que estas economías emergentes han demostrado su creciente poder en el gobierno global y su creciente influencia en los asuntos mundiales, como el cambio climático y la seguridad mundial.

China, Rusia y Brasil asumen cada vez mas roles importantes en temas de interés de la comunidad internacional como lo es el problema nuclear de Irán o reducir las tensiones en Oriente Medio y en la Península Coreana.

Su mayor influencia en los foros internacionales y la asunción inevitable de una mayor responsabilidad son una importante contribución al multilateralismo y han levantado el estado del mundo en desarrollo en su conjunto en el ámbito internacional.

La creciente fuerza e influencia de los países BRICS protegerá mejor los derechos e intereses de los países en desarrollo y contribuirá a la construcción de un orden mundial más justo política y económicamente. USA tendrá sus reparos pero Brasil aspira a ejercer un rol de alto perfil en la relacion con todas las partes involucradas.

La economía de los BRICS superará a USA en 2015

La combinación del crecimiento del PIB de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica generará un tercio del incremento del PIB mundial para ese año, según un libro azul publicado por la Academia de Ciencias Sociales de China.

Según el portal china.org, los países del grupo BRICS contribuirán con una tercera parte del incremento del producto interno bruto (PIB) mundial en 2015, cuando su economía total superará a la de USA, de acuerdo con un importante grupo de consultoría chino.

El grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y la pronta a incorporarse Sudáfrica) representará cerca del 22% de la economía mundial para ese entonces, según el Informe Anual sobre Desarrollo Socioeconómico de los BRICS (2011), un libro azul presentado por la editorial de la Academia de Ciencias Sociales de China.

El estudio pronostica que los países BRICS tendrán un impulso de crecimiento estable y bastante rápido en los 15 años próximos debido a un ambiente externo favorable generado por el crecimiento firme en las principales economías desarrolladas.

El Dr. Lin Yueqin, editor ejecutivo del libro, indicó en el resumen de la publicación, que el propósito del estudio es revelar las reglas subyacentes de desarrollo en las economías emergentes y las tendencias del desarrollo y gobierno mundial.

En la redacción del prefacio del libro colaboraron los embajadores brasileño, ruso, indio y sudafricano en China.

"La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, fue la primera jefa de Estado en confirmar su asistencia a la cumbre del BRICS, lo que demuestra la importancia que concedemos a este grupo y nuestro deseo de que estos países se fortalezcan y que aumente su relevancia en el foro internacional", dijo a al portal People Online el embajador de Brasil en China, Clodoaldo Hugueney:

"Brasil espera que los países del Grupo BRICS se fortalezcan a medida que aumenta su importancia a nivel global", manifestó el máximo diplomático brasileño en China.

'Las reuniones anuales del Grupo BRICS se están convirtiendo en una práctica regular y en una tradición', expresó Hugueney, 'lo cual expone la voluntad de los líderes de los países miembro de reunirse, intercambiar puntos de vista, coordinar, cooperar y revisar el estado de su cooperación, cada año'.

La participación de Sudáfrica es 'un complemento fundamental para el foro original', no sólo a raíz de la importancia de Sudáfrica como país, sino también porque implica una nueva dimensión con respecto a la cooperación con el actual desarrollo y cambios en África', dijo Hugueney.

De hecho, la sinergía fue casi inmediata. Tanto India como China tienen la intención de adquirir activos en la industria minera del carbón del país africano.

El embajador brasileño recordó que el ascenso de los países emergentes significa que el centro de gravedad económico mundial se está trasladando a los países en vías de desarrollo.

Según el FMI, durante la era posterior a la crisis, de 2010 a 2015, la cuota de mercado de las economías desarrolladas se reducirá aún más hasta un 58%, tendencia que persistirá hasta el año 2020, cuando tanto las economías desarrolladas como aquellas en desarrollo harán las mismas contribuciones a la producción mundial.

Si bien los países en vías de desarrollo siguen sufriendo las consecuencias de la crisis financiera, algunas economías emergentes de América Latina y África están experimentando un crecimiento rápido, comentó Hugueney.

'Esta realidad apunta a que el mundo es cada vez más multipolar y que el poder, al menos en el ámbito económico, está más dividido', destacó el diplomático.

Al tiempo que incrementa la importancia de los países en vías de desarrollo, el G20 es un elemento central para la reforma monetaria y financiera, la cual es imprescindible para evitar que se repita la crisis financiera, sostuvo Hugueney.

No obstante, el embajador brasileño advirtió de que el proceso de reforma es largo y que 'sin duda, debe incluir a todos los socios principales como USA, Europa y Japón'. 'El proceso todavía está en su fase inicial', recordó.

'Tenemos que rediseñar el sistema actual para hacerlo más estable y para reflejar mejor la actual redistribución del peso económico', sugirió Hugueney.

Además, también es de crucial importancia para el Grupo BRICS fortalecer las relaciones entre Brasil y China, subrayó el diplomático brasileño y allí se enmarca la próxima visita de estado de la presidente de Brasil, Dilma Rouseff.

La visita de Rousseff a China este mes se ha convertido en una prioridad en su agenda después de que asumiera el cargo en enero. 'Esto indica la importancia que la mandataria atribuye a las relaciones con China', matizó Hugueney.

Las relaciones entre Brasil y China se han desarrollado de manera 'extraordinaria' en los últimos años, con la ampliación de la cooperación en los sectores político, económico, cultural y académico, dijo el embajador.

China fue el mayor socio comercial de Brasil en 2009 y el año pasado, el comercio bilateral superó los US$ 56.000 millones. En 2010, China también se convirtió en el mayor inversor en Brasil. Misma situación se da con Chile y con Perú.

'Es importante que China juegue un papel en la expansión de Brasil y que coopere con las empresas brasileñas para establecer empresas conjuntas y así contribuya al crecimiento continuo de la economía brasileña, y que invierta en el sector social, la infraestructura y la exploración de nuevas reservas de petróleo costa afuera en Brasil', indicó Hugueney.

Ambos países también explorarán nuevas áreas de cooperación como la ciencia y la tecnología así como los recursos de energía renovable.

'Las relaciones entre China y Brasil son suficientemente completas como para seguir creciendo y contribuyendo al desarrollo común de ambos países, en el futuro', concluyó el embajador.

Queda clara la vocación de Brasil de liderar la región de Latinoamérica. Sin embargo, pareciera actuar de manera unilateral y en ninguna medida coordinada con los restantes países de la región. Obviamente, pertenecer tiene sus privilegios.