PLAN QUINQUENAL
China controlará la inflación y la corrupción para mantener la estabilidad social

China controlará la inflación y la corrupción para mantener la estabilidad social
05/03/2011 | El gigante asiático quiere aplacar el descontento. El primer ministro Wen Jiabao reconoce que las desigualdades son un "serio problema". Enseñanzas para “el país de maravillas” postulado por Cristina Fernández.  

 Lejos de enfriar la economía, China aumentó su ritmo de crecimiento para ubicarlo en el 10,3% y se enfrenta a problemas en varis aspectos similares a los que enfrenta el gobierno de Cristina Fernández: la lucha contra la inflación, las desigualdades sociales y la corrupción, siendo el objeto de las medidas paliativas contra esos males el garantizar la estabilidad social para continuar el desarrollo de un país.

Las diferencias radican en que el gobierno Chino hace públicas sus necesidades y así lo ha asegurado este sábado (5/03) el primer ministro chino, Wen Jiabao, en la apertura de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional en Pekín.

Wen ha reconocido que estos y otros problemas han creado un "gran resentimiento" entre la población, extremo que también es extrapolable a la Argentina.

Wen indicó a los legisladores que para preservar esa armonía social, será necesario domar el caballo desbocado de la inflación, poner orden en los precios de la vivienda y acabar con las expropiaciones ilegales causadas por el frenético desarrollo inmobiliario, así como ganar la lucha contra la corrupción entre los funcionarios del gobierno.

Allí radica la más clara lección para la Argentina: primero un reconocimiento del problema, en especial por las autoridades públicas, para luego abocarse a soluciones tangibles, concretas, duraderas y sostenidas. Pero sin reconocimiento, no hay nada y alli la diferencia entre China y Argentina. ¿Será una diferencia cultural?

"Debemos hacer del incremento de la mejora del nivel de vida de la gente el pivote que une reforma, desarrollo y estabilidad (...) y garantizar que la gente esté contenta con sus vidas y sus trabajos, la sociedad esté tranquila y en orden, y el país disfrute de paz y estabilidad duraderas", defendió el primer mandatario según informa El País.

China "resolverá de forma efectiva los problemas que causan gran resentimiento en las masas", ha afirmado el primer ministro ante unos 3.000 diputados, llegados de todo el país, en el imponente anfiteatro del Gran Palacio del Pueblo mientras que en el exterior, ondeaban las prolijas banderas rojas ondeaban sobre los edificios que rodean la plaza Tiananmen. Fiel a su estilo, soldados y policías tanto de uniforme como de civil patrullaban la zona extremando medidas de seguridad.

¿Cuáles serán “aquellos problemas que causa gran resentimiento en las masas” argentinas? No pareciera ser Papel Prensa, o los contratos de futbol de TyC o el trabajo esclavo que plantea el gobierno de Cristina Fernández. Sí lo es sin embargo la creciente inflación y su afectación en los precios (sobretodo de la canasta básica), la inestabilidad laboral, la injusta distribución de la riqueza y la inseguridad en todos sus planos (incluyendo la inseguridad ciudadana y la inseguridad jurídica).

En alguna medida, son los mismos políticos y sus formas (incluyendo oficialistas y opositores) los que causas en rechazo de las masas. No fue hace tanto que las mismas masas querían, como solución a sus problemas, “que se vayan todos”.

La corrupción, obviamente, lidera todos los rankings, pero de eso, (aqui) no se habla.

Al igual que lo hiciese la semana pasada Cristina Fernández al dar comienzo a las sesiones ordinarias del Congreso (pero solo para el año entrante...o lo que queda de el... o solo hasta las elecciones), Wen Jiabao ha hecho en su equivalente discurso un repaso al plan quinquenal 2006-2010, y ha presentado los objetivos del siguiente (2011-2015).

Salvo Rodolfo Terragno, por estos pagos son pocos los políticos que hablan de políticas de estado o a cinco años vista (salvo que de reelección se trate).

A diferencia de aquella intervención de Cristina Fernández, Wen Jiabao se hizo cargo de ciertos conceptos que no son solo conceptos sino realidades políticas de su país que merecen toda la atención y la mejor solución posible. Así menciono las desigualdades sociales, el precio de los alimentos, el desempleo y la corrupción no solo como elementos retóricos para un mejor discurso sino como los efectivos desafíos que hay que afrontar en miras al futuro con acciones concretas.

El programa chino pretende un país mas igualitario, algo que en las palabras coincide con los deseos de la presidente Cristina Fernández, al igual que más orientada al consumo interno, pilar del “modelo k”.

El objetivo de crecimiento medio anual del PIB chino (producto interior bruto) para los próximos 5 años es del 7% (8% para 2011). El quinquenio pasado, el PIB aumentó una media del 11,2%, frente al 7,5% planificado. Para 2015, el PIB deberá exceder 55 billones de yuanes (5,9 billones de euros), según las intenciones de Wen Jiabao.

Pero China no es Argentina y Argentina no es China. La palabra “estabilidad” ha resonado en varias ocasiones en el recinto donde hablaba hoy (5/03) el mandatario chino. Es que las revueltas causadas en el mundo árabe levantan algunos silenciosos pero omnipresentes temores en el gigante asiático. La solución será a la china: continuar mejorando el nivel de vida de la población pero censurar los medios de comunicación e Internet, y seguir reprimiendo con dureza a los disidentes, al límite de violar los derechos humanos.

Pekín ha tomado debida nota y eso lo ha manifestado Wen Jiabao en su discurso televisado de mas de 2 horas al decir, sin nombrarlas, que se atacaran las causas de dichas revueltas, a saber: las desigualdades sociales, el precio de los alimentos, el desempleo y la corrupción.

El político ha mencionado también como problemas las desigualdades regionales, el desequilibrio de la economía, la falta de sistemas educativo y sanitario de calidad, el precio de los alimentos y la vivienda, las expropiaciones ilegales, la contaminación y el desempleo.

Sin embargo, no todo es color rosa en China. El primer ministro no ha hecho mención alguna a posibles reformas democráticas, una de las demandas-causa de las revueltas de Túnez, Egipto o Bahrein, entre otros.

Pues aquí, con unas libertades que los chinos aún no deben poder siquiera imaginar en el corto plazo, tampoco se dijo nada de la reforma política impulsada por el mismo Gobierno y de cuya reglamentación aún no hay ni noticias… ya muy entrados en el año electoral.

Pero el discurso de Wen Jiabao se ha centrado en un tema en particular: la inflación.

La prioridad por la estabilidad ha marcado tradicionalmente la política china, pero este año ha adquirido una dimensión añadida. De ahí que Pekín haya declarado la lucha sin cuartel contra la inflación, uno de los factores que avivaron las protestas a favor de la democracia de la plaza Tiananmen en 1989. "Recientemente, los precios han subido bastante rápido. Este problema afecta al bienestar de la gente, tiene que ver con los intereses de todo el mundo y afecta a la estabilidad social. Debemos, por tanto, convertir en prioridad total del control macroeconómico el mantener la estabilidad de los precios", ha señalado. Wen ha fijado como objetivo de inflación a no sobrepasar este año el 4%. En enero pasado, fue del 4,9%.

Por estos pagos, la solución propuesta para el un problema inexistente (según la concepción del Gobierno) es simple: ¡negación + defensa del INDEC! (¿y la normalización para cuando?)

Los líderes del Partido Comunista Chino (PCCh), encabezados por el presidente, Hu Jintao, han seguido la pauta fijada por el autor de las reformas chinas, Deng Xiaoping, quien dijo que había que permitir que algunos se hicieran ricos antes (la teoría del derrame postulada por Domingo Cavallo, muy denostada por Cristina Fernández) . Pero parecen pensar, por convencimiento o forzados por el descontento popular, que ha llegado la hora de paliar con decisión las desigualdades.

El primer ministro chino ha asegurado que se impulsará el gasto en educación, sanidad y vivienda pública, y se controlarán los precios de los alimentos y del sector inmobiliario, con objeto de disminuir la brecha entre ricos y pobres, una de las mayores del mundo. También ha dicho que los salarios serán incrementados y se "harán más esfuerzos para ajustar la distribución de la riqueza", por ejemplo con la modificación del sistema de impuestos

Por estos pagos, una reforma impositiva simplemente no figura en la agenda, ni del Gobierno ni de la oposición. Y ni hablar de planes quinquenales. Sin reconocimiento de hechos no hay nada, menos solución. ¿Alguien escucho hablar a Cristina Fernández de corrupción?

"El gobierno no ha resuelto de forma fundamental un buen número de asuntos que afectan significativamente al pueblo", admitió Wen.

Le toca a Cristina decir cuales son esas “cosas mejorables” del modelo.