A través de la web Boxun.com, alojada en un server ubicado en USA, comenzó a circular una convocatoria anónima a los chinos que quisieran "pasearse" cada domingo por la tarde en el centro de cada población del país.

La iniciativa ha recibido el nombre de "revolución de los jazmines", por su inspiración en la oleada de protestas que comenzaron en Túnez, siguieron en Egipto y van por Libia.

La llamada a "pasearse", "ser civilizado" y hasta a "no manchar" mientras se protesta, busca un pequeño margen de maniobra entre el estricto celo del gobierno chino por la estabilidad social.

La convocatoria apela al descontento por la falta de cobertura social, el autoritarismo del régimen, la falta de justicia en China y las desigualdades, pidiendo a todo aquel ciudadano chino "bueno y honesto" que salga a la calle.

"No necesariamente tenemos que tumbar al gobierno actual", dice el texto, redactado en forma de carta abierta a la Asamblea Nacional del Pueblo, legislativo que inaugurará en Beijing la semana que viene su única sesión anual.

Los promotores afirman que representan el legado del Movimiento Democrático de Tiananmen, en 1989: "Han pasado 20 años y estamos siendo testigos de un gobierno que cada día es más corrupto, funcionarios que operan ilegítimamente por sus intereses personales, y una ciudadanía que no se ha beneficiado de la reforma, de la apertura y del desarrollo económico".

Pero las autoridades china lograron un 1er. bloqueo de la manifestación pacífica, que consiste en pasearse sin elevar proclamas concretas ni mostrar pancartas, pero es suficiente...

Y volvieron a conseguirlo hoy domingo 27/02.

El llamado inicial por internet instó a reunirse pacíficamente en 13 ciudades. En esta ocasión amplió el llamado a 27 ciudades.

Tanto policías uniformados como de civil se desplegaron por la calle Wangfujing, de Beijing, señalado para protestar por la web Boxun.com.

En Beijing, las autoridades de la capital habían advertido a la prensa extranjera de que no acudiese al lugar de las protestas, que al igual que el pasado domingo 20/02 fue frente a un local de la franquicia de fast-food McDonald's cercano a la plaza de Tiananmen.

En esta ocasión domingo, el establecimiento permanecía cercado por supuestos trabajos de reparación, y tanto caminantes como periodistas fueron obligados a identificarse y a abandonar el lugar.

Había al menos 40 vehículos de seguridad estacionados en el extremo sur, pese a que se trata de una calle peatonal.

A la vez, camiones habitualmente usados para mojar las calles pasaron una y otra vez derramando agua, acción que obligó a los transeúntes a no abandonar los costados de la calle.

La policía detuvo a varios chinos. Los introdujo a camionetas y se los llevó, sin que las autoridades dieron una explicación. Al menos 2 chinos fueron aprehendidos en Beijing y 4 en Shanghai.

Al menos 3 fotógrafos extranjeros fueron agredidos por posiblemente policías de civil, y uno de ellos tuvo que acudir a un hospital por los golpes.

También en Beijing, las autoridades emplearon camiones cisterna para dispersar a todo aquel que se detenía en la popular avenida comercial.

Numerosos ciudadanos chinos registraron los incidentes también con sus móviles y cámaras compactas, aunque será difícil que algunas de esas imágenes logren una distribución masiva en Internet. El gobierno ha intensificado el ya estricto control a webs, blogs y redes sociales, censurando toda referencia a las protestas.

En tanto, decenas de activistas y abogados de derechos humanos han denunciado ser víctimas de una mayor vigilancia de la habitual.

En Shanghai, un centenar de policías lograron dispersar en 1 hora a los numerosos ciudadanos que se congregaron a las puertas de un céntrico cine, que permanecía cerrado.

Todos los entrevistados, sin embargo, declararon encontrarse en el lugar o bien "de paseo" o "de compras".

La policía china tuvo un protagonismo notable en Shanghai, decidida a impedir cualquier brote de manifestaciones.

En Shanghai, las autoridades convocaron el domingo a los reporteros extranjeros para advertirles que se alejaran de los lugares mencionados para protestas en los misteriosos mensajes con los llamados a concentraciones.

Y la policía realizó un abierto seguimiento a algunos periodistas, y a quienes llevaban cámaras fotográficos o de video les impidió el ingreso a la calle comercial de Wangfujing en la que se había convocado a protestas.

En un extremo de la Plaza del Pueblo, en Shanghai, un contingente de policías uniformados sopló estridentes silbatos en forma ininterrumpida, mientras se solicitaba a la gente que siguiera avanzando. De todos modos, unas 200 personas, entre curiosos y discretos simpatizantes de la convocatoria, soportaron el ruido.

En Shanghai, la Policía detuvo a 5 hombres. Uno estaba tomando fotografías, pero se ignora qué hacían los otros para provocar la acción policial.

Beijing está profundamente preocupado ante la aparición de cualquier oposición a su gobierno de partido único.

La inflación afecta la estabilidad social

En tanto, puede leerse el siguiente artículo difundido por la agencia Reuters desde Beijing:

La rápida alza de los precios en China ha afectado la estabilidad social, dijo el domingo 27/02 el primer ministro chino, Wen Jiabao, agregando que controlar la inflación es la principal prioridad del Gobierno.

"Los rápidos aumentos de los precios han al público e incluso a la estabilidad social", dijo Wen en un foro en internet.

Wen sostuvo que China tiene grandes reservas de granos y "abundantes" reservas de divisas extranjeras.

La inflación de China fue menor a la prevista en enero en un 4,9%, pero las precios de los precios siguen siendo lo suficientemente fuertes como para requerir de más medidas.

China elevó las tasas de interés el 08/02/2011, su 3ra. alza desde que Beijing inició el ciclo de apretón monetario a comienzos de octubre. Anunció la más reciente alza el 25/12/2010.

Pekín también ha impuesto una serie de medidas para reducir los precios de las propiedades que se han mantenido elevados. Los líderes del país, conscientes de la molestia pública debido a la imposibilidad de conseguir residencias a un precio asequible, han dicho que no tolerarán inflación y especulación en el sector inmobiliario.