Habría Más De 1.000 Muertos
Brasil vive la peor catástrofe de su historia

Brasil vive la peor catástrofe de su historia
17/01/2011 | Los datos oficiales indican que hay 652 personas muertas a causa de las lluvias torrenciales, pero los rescatistas ya hablan de por lo menos mil muertos, convirtiéndose en la peor catástrofe de la historia brasilera. Se esperan fuertes repercusiones políticas debido a las deficencias de Defensa Civil y, como adelantó Urgente24, se plantean dudas acerca de los éxitos de Lula Da Silva.
 

Las lluvias torrenciales que provocaron grandes aludes de lodo y piedras en la región montañosa de Río de Janeiro dejaron un saldo de por lo menos 652 personas muertas, según datos oficiales. Sin embargo, fuentes cercanas a las tareas de rescate hacen subir el número de víctimas fatales a por lo menos 1.000.

En este sentido, se trata efectivamente de la mayor catástrofe en la historia de Brasil, ya que la cifra récord hasta ahora era la de 1967, que provocó 436 muertos en Sao Paulo.

Como ya ha destacado Urgente24, esta catástrofe dejó en la mira a Defensa Civil por su lenta respuesta, ya que quedaron en evidencia las deficencias en el sistema de comunicaciones y de reacción ante este tipo de desastres. Por lo tanto, se esperan fuertes repercusiones políticas al respecto.

Pero además, las inundaciones pusieron en duda los éxitos de Lula Da Silva. Es que pese a la excelente imagen que gozan los brasileros en el exterior, es lamentable descubrir que la cruda realidad del vecino país no ha sido (ni por cerca) paliada o solucionada en cosas básicas. El problema de vivienda en Río de Janeiro (donde están previstos los Juegos Olímpicos del 2016) quedan a la vista cuando una tormenta deja -oficialmente- más de 600 muertos y diferentes puntos de la ciudad completamente anegados.

En ese sentido, Urgente24 planteaba que vale la pena preguntarse si los espectaculares anuncios de Lula no fueron más para la prensa y destinados a engrandecer una imagen que a una real búsqueda política de crear soluciones sostenibles para Brasil. O, en todo caso, si la preocupación de Lula no pasó más por soluciones a largo plazo, con una política de estado destinada a la infraestructura en obras al tiempo que se destinaron prebendas a la población más necesitada (ver nota relacionada)
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El número de muertos por las intensas lluvias en el estado de Río de Janeiro ha ascendido a 652, siendo Nova Friburgo, Teresópolis y Petrópolis las ciudades más castigadas por uno de los peores temporales que ha azotado Brasil en las últimas décadas.

Nova Friburgo es el municipio más afectado con 300 víctimas, seguido de Teresópolis con 269 fallecidos. En Petrópolis han sido encontrados un total de 56 cadáveres, según datos de Defensa Civil y las Alcaldías locales divulgados por los medios brasileños.

Tan sólo en esas tres ciudades más de 6.000 personas han quedado damnificadas por las inundaciones y los corrimientos de tierra que se han producido estos seis días. En Petrópolis unas 2.800 personas perdieron sus hogares, mientras que en Nova Friburgo unas 1.970 se quedaron en la calle. La cifra de evacuados supera los 7.700.

El Gobierno de Río de Janeiro declaró este fin de semana el estado de calamidad en Nova Friburgo, Teresópolis y Petrópolis, como consecuencia de los estragos provocados por el torrencial. Se estima que la reconstrucción de las zonas afectadas costará 2 billones de reales (894,5 millones de euros).

El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, determinó decretar la medida para evitar que en estos territorios montañosos se siga extendiendo la tragedia. El decreto es válido por los próximos 180 días lo que le permite a la gobernación “mayor agilidad en la contratación de servicios, adquisición de materiales y ejecución de obras en la región serrana”.

"Aquí las pérdidas más importantes son las de las vidas. Es hasta difícil hablar de números (para la reconstrucción de la ciudad), pero son muchas centenas de millones de reales. Mas no es hora de hablar de eso, sino de continuar el rescate de personas”, afirmó Cabral el domingo.

Cabral anunció además siete días de luto oficial ante la enorme cantidad de pérdidas humanas y daños materiales ocasionados por aludes registrados la semana pasada.