OBAMA QUIERE LA REELECCION
JP Morgan, jefe de Gabinete de la Casa Blanca

JP Morgan, jefe de Gabinete de la Casa Blanca
07/01/2011 | El presidente de USA, Barack Obama, nombró ayer como nuevo jefe de gabinete al banquero y ex secretario de Comercio William Daley, en una señal de que quiere marcar un “nuevo comienzo” en su mandato, a través de la profunda remodelación de su equipo.  

En un acto en la Sala Este de la Casa Blanca, Barack Obama presentó a William Daley, de 62 años, como “un experimentado funcionario y un dedicado patriota”, el hombre que dirigirá el rumbo de la Casa Blanca en los próximos 2 años y le entrega gran parte de la responsabilidad del intento de reelección presidencial.

Obama hizo hincapié en los antecedentes de Daley, hermano del alcalde saliente de Chicago —a quien curiosamente Rahm Emanuel, el ex jefe de gabinete, quiere sustituir— y aseguró que “pocos pueden presumir de la amplitud de la experiencia” con que cuenta el nuevo jefe de gabinete.

Daley se venía desempeñando como alto ejecutivo del banco JP Morgan Chase y ha ocupado varios cargos en distintas empresas estadounidenses. Fue secretario de Comercio en los últimos años del mandato del presidente William Clinton.

Ahora, tendrá uno de los puestos más poderosos en Washington. Como jefe de gabinete tendrá que coordinar los distintos organismos de la Casa Blanca y las agencias gubernamentales para que respondan del modo más adecuado a los desafíos que Obama, cuando se aproximan las presidenciales de 2012.

William Daley decidirá quién tiene acceso a la Oficina Oval y cuál será la agenda para el Legislativo (Capitolio).

The New York Times considera que ahora Obama podría nombrar en breve a Gene Sperling como el nuevo director del Consejo Económico Nacional, el puesto de política económica de más alto nivel en la Casa Blanca.

Sperling desempeñó ese cargo durante la administración Clinton.

Según el Times, la medida refleja el esfuerzo de la Casa Blanca por llevar a figuras con gran experiencia y un buena experiencia en lograr acuerdos con los republicanos, ante la pérdida de control demócrata de la Cámara Baja, y el fuerte resurgimiento del movimiento conservador.

El lunes 10/01 se incorporará al equipo David Plouffe, quien fuera su director de campaña durante el periodo electoral de 2008 y quien declinó ocupar cargos en la Casa Blanca en la primera parte del mandato para tomarse un respiro.

Plouffe sustituirá a David Axelrod, el consejero político de la Casa Blanca, quien regresará a Chicago para comenzar los preparativos de la campaña electoral de 2012.

Paul Volcker, ex jefe de la Reserva Federal The parte de un consejo económico de Obama, también prepara sus maletas, según informó el diario Wall Street Journal .


Así lo reportó Steve Holland desde Washington DC para Reuters:

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, eligió a William Daley, un ejecutivo de JP Morgan Chase, como su nuevo jefe de Gabinete como parte de una reforma de su equipo.

Al anunciar su decisión en una ceremonia en la Casa Blanca, Obama dijo que esperaba que Daley, quien fue secretario de comercio en la época del presidente Bill Clinton, ayudara a energizar la economía estadounidense.

"El posee una profunda comprensión de cómo se crean los empleos y cómo hacer crecer nuestra economía", dijo Obama.

Con la elección de Daley, Obama está incorporando a alguien de afuera de su círculo íntimo original que tiene una profunda experiencia financiera, en un momento en que la recuperación de la economía estadounidense es uno de sus mayores desafíos de cara a su campaña por la reelección en el 2012.

"Este equipo no lo decepcionará, o al país", afirmó Daley.

La selección de Daley, junto con la esperada elección del funcionario del Departamento del Tesoro Gene Sperling como asesor económico, significará un regreso de la experiencia en la Casa Blanca de los días del presidente demócrata Clinton, que presidió un período de crecimiento económico durante la década de 1990.

Obama tiene previsto nombrar al actual jefe de Gabinete, el colaborador de larga data Pete Rouse, como asesor del presidente.

El mandatario está liderando un recambio de su personal, mientras se prepara para encarar dos años de Gobierno dividido -con los republicanos ahora en control de la Cámara de Representantes- y sentar las bases de su campaña por la reelección.

Daley se reunió con Obama y otros funcionarios el miércoles en la Casa Blanca para discutir su puesto.

Rouse se convirtió en jefe de gabinete interino cuando Rahm Emanuel renunció el año pasado para competir por el cargo de alcalde de Chicago. Se trata de una posición crítica, ya que lidera los esfuerzos de la Casa Blanca por llevar a cabo la agenda del presidente.

Se prevé que Obama anunciará el viernes a los miembros de su nuevo equipo económico, incluyendo el nombramiento de Sperling como jefe del Consejo Nacional Económico.

Obama también está pensando en un sucesor para Gibbs, quien anunció el miércoles que dejará su puesto a principios de febrero para convertirse en consultor y ayudar en la que podría ser una difícil campaña de reelección. El presidente está luchando por bajar el desempleo, que se mantiene en el 9,8 por ciento.

William Galston, un economista que fue asesor de política doméstica con Clinton, dijo que Daley ayudará a Obama a reparar las relaciones con el empresariado.

"Tiene excelentes conexiones con los empresarios y creo que será un puente muy creíble hacia ellos en momentos en que el Gobierno intenta mejorar esas relaciones", afirmó.

Republicanos

En tanto, los esfuerzos republicanos por revocar la reforma al sistema de salud del presidente Barack Obama hallaron nuevos problemas, luego de que analistas de presupuesto estimaron el costo de revertir la medida en miles de millones de dólares.

La independiente Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que la revocación de la reforma firmada por Obama el año pasado sumaría cerca de US$ 230.000 millones al déficit antes de 2021 y resultaría en que 32 millones menos de personas tendrían seguro de salud.

La Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca (OMB, por su sigla en inglés) dijo que el gobierno se "opone firmemente" a la aprobación de la ley de revocación, conocida como H.R. 2, diciendo que haría explotar el déficit y eliminaría los ahorros fiscales en el proyecto de reforma a la salud.

"Si al Presidente se le presenta la H.R. 2, él la vetaría", dijo la OMB en un comunicado.

Los demócratas, que aún controlan el Senado, prometieron que protegerían la reforma al sistema de salud, una victoria legislativa clave de Obama.

"Los republicanos deben entender que el proyecto de salud no va a ser revocado", dijo el líder demócrata del Senado, Harry Reid, a periodistas.

La ley está diseñada para controlar los costos médicos, cubrir a millones de personas sin seguro y reformar las prácticas de las aseguradoras, incluso obliga a brindar cobertura a pacientes con condiciones preexistentes y otras protecciones a los consumidores.

La Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, votará la revocación a la ley la próxima semana en lo que probablemente será un gesto simbólico dada la segura oposición del Senado.

En una estimación preliminar, la Oficina de Presupuesto (CBO, por sus siglas en inglés) dijo que revocar la reforma a la salud incrementaría el déficit presupuestario federal en unos US$ 145.000 millones para el 2019. Esa cifra se elevaría a US$ 230.000 millones para el 2021, indicó la CBO.

El nuevo presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien ha prometido reducir el déficit federal de US$ 1,3 billón, no estuvo de acuerdo con las cifras.

"La CBO tiene derecho a su opinión", dijo Boehner a periodistas. "Cuando uno lo ve dólar por dólar, puedes decir que las cifras no corresponden", agregó.

El debate sobre la revocación a la reforma a la salud, promesa central de los republicanos durante la campaña el 2010, comenzará en la Cámara baja hoy viernes, y su votación está prevista para la próxima semana.

Otra batalla clave sobre la reforma a la salud podría darse en marzo, cuando una medida de financiamiento temporal del gobierno expire. Los republicanos están reacios a entregar US$ 1.000 millones para comenzar a implementar la ley de reforma como parte de un proyecto de adquisiciones mayor que los demócratas no pudieron aprobar el año pasado.

Los legisladores optaron por una medida temporal que mantenga al gobierno con los niveles de financiamiento actuales hasta el 4 de marzo.