El Mundo
"O rectificamos o nos hundimos" dijo Raúl Castro (que escuche Chávez)

19/12/2010 | El presidente de Cuba, Raúl Castro, realizó un crítico discurso, advirtiendo que es necesario que sus dirigentes rectifiquen los errores cometidos porque, de lo contrario, se hundirá la revolución. Raúl citó en varias ocasiones a su hermano y ex presidente Fidel Castro, y cuestionó que algunas de sus "orientaciones" e "instrucciones" no fueron cumplidas en las últimas décadas.  

"O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos (...) el esfuerzo de generaciones enteras", aseveró Raúl Castro ante la Asamblea Nacional de Cuba.


Raúl Modesto Castro Ruz, de 79 años o sea el más joven de los hermanos Castro Ruz, es el Presidente del Consejo de Estado de Cuba y, por tanto, Presidente de Cuba, desde el 24/02/2008, aunque desempeñaba el cargo de manera interina desde el 31/07/2006. También es General de Ejército.

El discurso de Raúl Castro ocurrió después de que el Gobierno cubano reconociera que el Producto Interior Bruto (PIB) del país crecerá +3,1% un año en que las "exigencias" para hacer avanzar la maltrecha economía de la isla serán "mucho mayores", según advirtió el Ejecutivo.

El ministro de Economía, Marino Murillo, ofreció datos a la Asamblea Nacional: la expectativa de crecimiento económico fijada por el Gobierno para el próximo ejercicio supera en 1 punto al alcanzado en 2010 (2,1%) pero se sitúa por debajo del promedio anual calculado para el plan quinquenal con horizonte 2015, dijo el ministro.

Durante su alocución de más de 2 horas, Castro realizó una revisión de los errores cometidos en Cuba, fue crítico con las deformaciones del socialismo y anunció una actitud muy exigente con todos los dirigentes de cara al proceso de reformas que enfrenta la isla.

Castro expuso con crudeza la situación crítica que atraviesa la isla y reconoció que la generación histórica de líderes va de salida, que los dirigentes cubanos deben desterrar viejos métodos y poner en marcha los cambios o se hipotecará el futuro. "Se trata sencillamente de transformar conceptos erróneos e insostenibles acerca del Socialismo, muy enraizados en amplios sectores de la población durante años, como consecuencia del excesivo enfoque paternalista, idealista e igualitarista que instituyó la Revolución en aras de la justicia social".

Castro también rechazó la política de secretismo empleada en el pasado por la revolución, y abogó por "poner sobre la mesa toda la información y los argumentos que fundamentan cada decisión y de paso, suprimir el exceso de secretismo a que nos habituamos durante más de 50 años de cerco enemigo".
Ahora, dijo, es "vital explicar, fundamentar" los cambios que se van a introducir.

Raúl Castro advirtió que quien miente "debe ser removido definitiva y no temporalmente del cargo que ocupa" e incluso ser separado de las filas del Partido Comunista.

Raúl Castro citó en varias ocasiones a su hermano y ex presidente Fidel Castro, y cuestionó el por qué algunas de sus "orientaciones" e "instrucciones" en materia económica no fueron cumplidas en las últimas décadas.

Raúl Castro también cuestionó la labor del Partido Comunista y los cuadros políticos, reconociendo que por el mal hacer de algunos se habían frenado iniciativas de cambio. "Es necesario cambiar la mentalidad de los cuadros y de todos los compatriotas al encarar el nuevo escenario que comienza a delinearse", afirmó, tras destacar que "el Partido debe dirigir y controlar y no interferir en las actividades del Gobierno, a ningún nivel".

Castro dijo que los acuerdos del Gobierno deben cumplirse y no convertirse en letra muerta como ha sido habitual e insistió en que repetir errores pone en juego "la vida de la revolución". "Muchos cubanos confundimos el socialismo con las gratuidades y subsidios, la igualdad con el igualitarismo, no pocos identificamos la libreta de abastecimientos como un logro social que nunca debiera suprimirse", aseguró.

Sobre la aplicación de su plan de reformas económicas, Castro dijo que los "adversarios de la revolución" realizan campañas para advertir que ese proceso será un fracaso y está siendo recibido en la isla con escepticismo.

Él dijo que su misión no es "restaurar el capitalismo en Cuba ni entregar la revolución" sino para hacer sostenible el socialismo, no para regresar al capitalismo. La apertura e impulso de la iniciativa privada y el trabajo por cuenta és "irreversible", pero no se permitirá la acumulación de capital de los nuevos dueños. Primará la planificación, no el mercado, pero se abrirá el dique de los cambios.

"Es mucha la sangre derramada por nuestro pueblo para aceptar el desmantelamiento de lo logrado al precio de tanto sacrificio", aseveró.

Durante una revisión de algunos de los principales errores cometidos en las últimas cinco décadas en la isla, Castro señaló que varios de los problemas actuales tuvieron su origen en medidas de distribución que implantaron el igualitarismo.

Tras aseverar que la revolución tiene plena conciencia de los errores cometidos, subrayó que los nuevos "lineamiento" del Partido, que resumen la política de reformas de su Gobierno, señalan el rumbo al "futuro socialista".