Luego de los hechos delictivos que tuvieron como blanco a cuatro escuelas periféricas de esta ciudad, se resolvió duplicar la frecuencia de los patrullajes, así como la cantidad de agentes policiales en las zonas más peligrosas. Lo señaló a este medio Guillermo Weyler, subsecretario de Seguridad de la Provincia.
Después del fin de semana largo, la comunidad educativa regresó a las aulas, pero no en todos los casos fue de la mejor manera. Es que en cuatro establecimientos, docentes y directivos encontraron que los edificios habían sido centro de ataque de los delincuentes. Despertó allí una necesidad latente hace tiempo, la falta de vigilancia permanente, sobre todo en los días y horarios en los que las instituciones se encuentran sin actividad.
Al respecto, el titular de la cartera educativa, Orlando Macció, pidió al Ministerio de Gobierno y Justicia la implementación de un operativo que dé seguridad a los edificios. La respuesta no demoró en llegar. Ayer, el subsecretario de Seguridad dijo que ya se dispuso un refuerzo de la presencia policial, principalmente en las zonas afectadas, aunque también se aplicaría en las demás escuelas ubicadas en barriadas periféricas.
“Se duplicará la frecuencia de los patrullajes así como la cantidad de oficiales afectados a controlar estas zonas”, confirmó el funcionario. Además, indicó que el refuerzo tendrá lugar en horarios nocturnos y durante los fines de semana. “Con esto esperamos reducir el número de hechos delictivos y evitar que las escuelas sigan siendo focos de ataque”, expresó.

Hechos
El último fin de semana, cuatro escuelas sufrieron hechos de vandalismo. Una de ellas fue la Nº 402, del barrio San Benito, que fue atacada en dos ocasiones. Corrieron la misma suerte las escuelas Iberá, José Manuel Estrada y René Favaloro, del Molina Punta. En la primera, los delincuentes violentaron siete puertas para robar una balanza. Además, ingresaron al salón “Ambrosio Acosta” y tiraron la ropa que se guardaba en el lugar, producto de colectas solidarias.