Por: Lic. Ramón Tránsito Ramírez

En dos notas que dimos a conocer precedentemente, sobre el crimen de Ramón Ignacio González (12), acaecido aproximadamente un 7 de octubre del año 2006, en la ciudad de Mercedes Provincia de Corrientes, Argentina, titulados:”El Crimen Ritual de Ramoncito González. Enfoques de un aberrante asesinato” Parte I y II, enunciamos el comienzo de la investigación policial-judicial del hecho que conmocionara no solo a la provincia sino a todo el país, y sobre el cual actualmente se está desarrollando un juicio oral en la misma ciudad.

Esta nota trata particularmente sobre algunas entrevistas que han mantenido los investigadores, principalmente con Ramona Antonia Gauna (Ramonita) y su hermano Juan que han servido como punta de lanza en la investigación judicial para desentrañar este caso tan complejo.

Ramonita dijo que sus actividades diarias consistían en acompañar a la Sra. Yolanda Martina Bentura a visitar el cementerio local, tomar nota de los que fallecieron en forma drástica. En algunos apuntes figuraba el nombre de la persona del grupo que debía concurrir a la tumba a fin de llevar las ofrendas; y entre paréntesis el nombre del difunto.(Aquí una muestra)
Una vez que cumplían el cometido recibían en algunas ocasiones dinero y en otras prendas de vestir como parte de pago. Lo que pedían la veneración le entregaba el dinero suficiente para realizar las compras de los materiales que eran necesarios para el rito, los mismos eran registrados en un cuaderno que llevaba Ramonita.

En mini cajoncitos cargaban tierra del cementerio que traían para hacer “trabajos de maldad”
 

Contaba Ramonita que con una pareja de brasileros hicieron una veneración, prepararon una especie de comida con pata de tatú mulita, pelos de gatos negros, garrapatas, plumas de colores de comparsa, vinagre y aceite, un perfume que tenía en el logo dos caballos. Hicieron con un lápiz un redondo en un papel, en las cuatro puntas del papel un vaso de agua mientras que estaban sentados alrededor tomados de la mano (Bentura, Bete, Dani, Chicoli, Matìas, los dos brasileros) a todo esto Ramoncito y Ramonita observaban lo que hacían, luego se retiraron estas personas y por lo que escuchó, se dirigían a la casa de Carlos “”El Vidente” (Bequiristain).

También comentó que el Secretario de Actuaciones del Juzgado local, Dr. Pablo Fleitas era “trabajado” por ana María Sánchez para que no fueran descubiertos, se encontró la foto de Fleitas con azufre cortada y pinchada con alfileres (Ver arriba), como así también de algunos personajes políticos y personas renombradas del pueblo (Ver abajo).

En la casa de Osmar Aranda (quien dijo ser “curandero”), había un altar con las imágenes mostradas, eran tal cual las había descripto Ramonita (Ver abajo).
 

El día miércoles de la semana en que desapareció Moná, Bentura junto a Dani y Bete en compañía de Ramoncito y Ramonita, los llevaron a un puente. Cuando llegaron, Bentura sacó de una bolsa una especie de cable negro, les pidió a Ramoncito y Ramonita, que unieran sus manos como si fueran a rezar, los amarró con el cable negro y los paró en medio del puente, mientras hablaba entre dientes, caminó tres veces ida y vuelta el largo del puente, luego Dani con un cuchillo de cabo blanco cortó en tres partes el cable. Luego Bete y Dani la levantaron en posición cubito dorsal suspendiéndose la cabeza al vacío y cuando cayó la corona al agua la bajaron diciéndole “..ya tenemos a la reina,” Moná aguardaba observándolos.

En la tarde del día viernes (presuntamente esa noche lo asesinan) relataba Ramonita a los investigadores, que Ramoncito iba y venía haciendo mandados para Bentura, y en una de esas ocasiones aprovechó para entregarle unas cartas donde se leía las intenciones del grupo hacia ellos, en la oportunidad éste (moná), le habrìa dicho: “..entregale a Norma (madre de Ramoncito), ella va a saber de que se trata y que hacer si me pasa algo...”.
Tambièn Ramoncito le comentó que el supuesto Jefe es un mafioso (podría tratarse de uno de los sujetos que mandó realizar la evocación o rito) y es creyente del PAPI (denominación que le daban a un ser del más allá para quien hacían todas estas actividades). Ese día Ramoncito iba a la casa del supuesto jefe y traía las cartas pero él no les entregó a los destinatarios (Martina, Dani) y sí le entregó a Ramonita. Cerca de la tardecita, Dani con Martina Bentura y Bete comenzaron a preocuparse por donde se encontraba Ramoncito, porque éste además de las cartas tenía otras documentaciones que comprometían a todo el grupo y la actividad delictiva que realizaban, después le dijo de que todo esto se trataba de una plata a la que Bentura pretendía llegar y para eso debía pasar por varias etapas (Aquí una de las cartas).

Ramonita dijo que Ramoncito era abusado sexualmente por este grupo de muchachos a los que ella los llamaba “Bete”, "Chicoli Vallejos”, Matías López, Jesús Zalazar, “El Capo” Ramírez, “El Capo” Pera, “El Loco Carlos” (Bequiristain), Daniel Alegre, y la aprobación de Martina Bentura; como así también por los hijos de Bentura, Federico y Sebastián. Participaban otras menores en todas estas orgías que a menudo se realizaban, en lo que no faltaba el consumo de drogas y alcohol.

En la cuarta y última nota continuaremos enunciando algunos aspectos del relato de Ramonita a los investigadores y que más la interpretación de los indicios recopilados permitieron avanzar en la investigación policial-judicial.