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Por la crisis económica, los votantes castigan a Obama

Por la crisis económica, los votantes castigan a Obama
03/11/2010 | Los demócratas perdieron la mayoría en la Cámara baja y cuatro Estados, pero lograron retener el dominio del Senado. Fuerte avance de la ultraderecha. El 88% de los votantes criticó a la economía.
 

Por Ana Baron



Legislativas en EE.UU.La fuerte ola conservadora que arrasó ayer los centros de votación estadounidenses no sólo cambió la balanza del poder en el Congreso, sino que además dejó en claro que los estadounidenses están muy enojados con Barack Obama por la crisis económica y confirmó la influencia creciente del fundamentalista Tea Party en la escena política nacional. Esa organización ultraderechista tuvo 4 de cada diez votos.


Al conquistar 50 bancas más de las que ya tenían, los republicanos recuperaron el control de la mayoría en la Cámara de Diputados que habían perdido en el 2007 y que ayer se renovaba totalmente. Pero los demócratas lograron retener el control del Senado que disputaba sólo un tercio de sus miembros. El avance opositor en Diputados significa que la demócrata Nancy Pelosi será reemplazada por el republicano John Bohener en la presidencia de esa Cámara y fijará la agenda legislativa. Asimismo, la presidencia de todos los comités y subcomités cambiarán de manos demócratas a republicanas. Así, una cubana norteamericana anticastrista, Ileana Ros Lehtinen, asumirá la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores, y el republicano Connie Mack reemplazará a Eliot Engel en el Subcomité para el Hemisferio Occidental (Ver Un cambio ...).


El voto es una respuesta a la crisis. Los sondeos en boca de urna de la cadena ABCNews determinaron que el 88% de los votantes afirma que la economía está mal mientras que sólo el 14% dijo que sus finanzas van mejor que en el 2008. Los estadounidenses castigaron a Obama porque si bien impidió que el país cayera en un abismo financiero no redujo el casi 19% de desempleo ni alivió el número de embargos inmobiliarios. Ese descontento fue fogoneado y capitalizado por los fundamentalistas del Tea Party.


Anoche los republicanos ganaron cuatro gobernaciones de las 37 en juego, Michigan, Tennessee, Kansas y Oklahoma. Los demócratas triunfaban en la estratégica California.


Las dos primeras victorias de la noche ayer fueron muy sintomáticas. El candidato a senador Paul Rand en Kentucky y el de Florida para la misma cámara, Marco Rubio, dos emblemas del Tea Party se impusieron sobre sus rivales demócratas pese a la gran resistencia que enfrentaron en el seno del Partido Republicano. “Tengo un mensaje –dijo Paul Rand al aceptar su victoria–: venimos a recuperar nuestro gobierno. Mi mensaje es de cordura fiscal, equilibrio presupuestario y baja de impuestos”.


Anoche parecía estar en claro que los demócratas no perdieron en el Senado. Hubo también alivio cuando se supo que la ex activista anti masturbación y ex adicta a la brujería –apoyada por el Tea Party– no ganó en Delaware sobre el demócrata Chris Coons. Al cierre de esta edición, la atención se centraba sobre la candidata a senadora por Nevada Sharron Angle, también ultraconservadora, quien iba cabeza a cabeza con el demócrata Harry Reid.


Con la derrota en Diputados, Obama tendrá en los próximos dos años, todavía más dificultades de las que enfrentó para que sus iniciativas, sean económicas, políticas o sociales, se transformen en ley. Vale recordar que, tras sus respectivas y aplastantes derrotas en las elecciones de mitad de término, el presidente Ronald Reagan y el presidente Bill Clinton adoptaron caminos diferentes para poder recuperar la iniciativa. Reagan profundizó su “revolución conservadora” y Clinton se movió hacia el centro conciliando posiciones con los republicanos.


Durante la campaña presidencial de 2008 Obama dijo que había que superar los enfrentamientos entre derecha e izquierda. “No hay Estados rojos (por republicanos) y Estados azules (por demócratas) lo que hay son los EE.UU. de América”, solía decir.


Desde muy temprano, los estadounidenses concurrieron a las urnas muy irritados. El 53% de los votantes dijo que tenía una visión desfavorable del Partido Republicano y 55% de los votantes dijo que tenían una opinión desfavorable del oficialista Demócrata. “Esto es muy diferente de lo que ocurrió en el ‘94 cuando Clinton perdió el control en ambas cámaras”, dijo Paul Begala, un asesor político demócrata. “En aquel momento la gente estaba muy descontenta con los demócratas. El voto entonces, fue un voto castigo pero este año están en contra de los dos partidos”, opinó en analista.


Por esta razón el avance del Tea Party complicará también a los líderes republicanos. La irrupción de este grupo populista que pide aumentar los arsenales y que el Estado no se involucre en la salud de la población ni en su educación, ha polarizado al país.


Según las encuestas en boca de urna, el 68% de los entrevistados demócratas quieren aumentar el papel del Estado mientras que un 81% de los republicanos del centro a la ultraderecha quieren achicarlos. Lo mismo ocurre con la reforma del sistema de salud. El 61% de los demócratas quiere profundizarla, pero 82% de la oposición quiere anularla.